Redacción El País
A dos semanas de las elecciones nacionales, que se celebrarán el próximo 27 de octubre, el Frente Amplio saldrá este domingo a intentar convencer a los indecisos, que según coinciden las encuestadoras, son los que definirán e inclinarán la balanza hacia el próximo gobierno.

Como informó El País días atrás, en su estrategia de campaña, la coalición de izquierdatiene planificado realizar "una de las mayores de barriadas de la historia", según lo definió su presidente, Fernando Pereira. La idea es, en parejas, ir puerta a puerta a conversar con aquellos que aún no definieron su voto.

Valeria Ripoll, candidata a la vicepresidencia por el Partido Nacional y compañera de fórmula de Álvaro Delgado, pidió a los militantes durante un acto en Rocha que este domingo, cuando casualmente ella cumpla años, le hagan "un regalo".

"Ellos plantean que van a decirle lo que este gobierno no cumplió o lo malo que ha sido este gobierno. No los dejen mentir, díganle a la gente todo lo que hizo este gobierno y como les dije hoy, con mucho orgullo de todo lo que hicimos, de todo lo que vamos a hacer, hay que militar con alegría, con confianza y con convicción", exclamó.

Ripoll dijo que junto a Delgado recorren "asentamientos, centros comerciales y distintos barrios". "Nos plantean las situaciones que viven, la mayoría lamentablemente tienen que ver con la intendencia, pero es sparte", comentó.

"Ha sido tan buena nuestra campaña y se ve el resultado de estar al lado de la gente, porque la gente reconoce que el Uruguay es un mejor país que en el 2019. Este ha sido un muy buen gobierno", añadió.

En ese sentido, criticó la caminata que la fórmula frenteamplista realizó el viernes por la capital del país. Como dio cuenta El País, Yamandú Orsi y Carolina Cosse recibieron saludos y muestras de apoyo, pero también algunos reclamos: "Queremos trabajar" y "esto se llenó de milicos", reclamaron vendedores ambulantes a la exintendenta.

"Los candidato del Frente Amplio salieron a caminar por 18 de Julio y 8 de Octubre. Salieron a caminar como si fueran por un lugar desconocido. Se ve que no transitan mucho por la ciudad de Montevideo, no la conocen mucho. ¿Saben qué pasó? No los recibieron con cariño y la gente los empezó a echar e insultar, aunque uno no defiende el insulto porque no es la forma de demostrar que está enojado o molesto con la gestión. Toda la vida se creyeron los dueños de Montevideo y Canelones y que iban a gobernar eternamente. Llegó el momento. Hoy la gente sí vivió un buen gobierno y los echaba de los lugares y les decían que no habían realizado nada por ellos. Por eso hay que estar convencidos que vamos a ganar", remarcó Ripoll.