Hasta la medianoche de ayer, las elecciones internas pasaban prácticamente sin sorpresas. Con Álvaro Delgado, Yamandú Orsi y Andrés Ojeda confirmados como candidatos a la Presidencia. Con Carolina Cosse aceptando, finalmente, ser la aspirante a la vicepresidencia, luego de que la Mesa Política del Frente Amplio así lo resolviera. Y con los colorados sin posibilidades de cerrar la fórmula -algo que sucedería durante el día de hoy-, luego de que pasara lo que en el equipo del joven abogado ya se esperaba: que entre el segundo, el tercero y el cuarto la diferencia de votos no fuera tan sustancial como para tomar rápidas definiciones. También se confirmó la baja concurrencia a las urnas, incluso llegando a un mínimo histórico de poco más del 35% de los habilitados.
Sorprendió, sí, incluso dentro del Frente Amplio, la gran cantidad de votos que recibió. La coalición de izquierda se había fijado, al principio, la meta de llegar a los 400.000; luego varios sectores optaron por ser más conservadores, y manejaron que sería un éxito llegar a los 350.000. Sin embargo, la oposición obtuvo en su interna más de 400.000, votando mejor que en 2014 y 2019.
Los blancos, en tanto, apenas lograron pasar los 300.000 votos, cuando esperaban llegar a 400.000. En 2019 consiguieron más de 457.000.
Y sorprendieron, también, dos de las tres definiciones anunciadas por Delgado desde el escenario que se montó frente a la sede del Directorio del Partido Nacional. Con un mensaje que hizo foco en la necesidad de unir al partido, el candidato nacionalista -que ganó por una ventaja mayor a los 50 puntos- dijo que a partir de hoy Agustín Iturralde, encargado de sus equipos técnicos, convocaría a sus pares de las campañas de Laura Raffo, Jorge Gandini, y los demás precandidatos blancos, para elaborar un programa común.
Hasta ahí, lo esperable, pero enseguida también anunció lo que El País había confirmado y publicado unos 20 minutos antes, que su compañera de fórmula sería Valeria Ripoll, una decisión que no fue bien recibida por todos los blancos, pero que desde el equipo de Delgado entienden acertada, porque sostienen que la ex secretaria general del sindicato de Adeom es capaz de atraer votos de fuera del partido.
El otro anuncio -que nadie esperaba- tuvo que ver con el presidente Luis Lacalle Pou. “Acabo de hablar con él”, dijo Delgado, y añadió que le pidió “que sea parte del equipo que integre las listas al Senado”. El mandatario, según contó el candidato, aceptó, lo que lo confirmaría como “parte del proceso” que buscará la continuidad del proyecto actual de gobierno. Cómo se materializa esta propuesta y cómo se ordenan las listas es algo que deberá resolverse en los próximos días.
Unidad
Tanto gobierno como oposición dieron un mensaje de unidad de cara a octubre. En el Frente Amplio, en el escenario que se montó frente a La Huella de Seregni, el primero que salió a hablar fue el presidente de la fuerza política, Fernando Pereira, que sostuvo que “la unidad hace historia”. Presentó a Orsi -que según los números al cierre de esta edición logró ganar casi con el 60% de los votos, contra poco más de 35% de Cosse-, y detrás de él podía verse por momentos la bandera de Uruguay, la frase “Unir para ganar”, y a veces, también, la bandera roja, azul y blanca con la inscripción: “El Frente es Amplio”.
Orsi salió, y dijo que había aceptado la propuesta de la mesa política. Presentó a Cosse y se abrazaron, quizá con algo de frialdad, luego de una campaña intensa. La intendenta de Montevideo, aunque en uso de licencia, agradeció a la militancia, por la importante votación, y casi gritando dijo: “Hoy el Frente Amplio comenzó a volver”. La alocución fue corta, y luego Orsi dio su discurso. Dijo que no tenía aspiraciones refundacionistas, hizo hincapié en la necesidad de “transparencia” y “humildad”. Prometió: “No forzaremos las cifras a conveniencia de nadie”. Y también dijo que, de ganar, “no se va a gobernar para un pedazo de país”, y que había que “desterrar la idea de que el que gana aplasta al otro”.
El candidato del Frente Amplio terminó su discurso a las 22:15. Para ese entonces, Delgado y Raffo seguían en sus respectivos búnkeres, encerrados, resolviendo los pasos que darían. Sobre las 23 horas, la economista salió a hablar. Franqueada por los senadores Carlos Camy, de Alianza Nacional, y Luis Alberto Heber, del Herrerismo, dijo: “Comienza una etapa de unión en el partido”. No obstante, en el equipo de Raffo, que esperaba que ella completara la fórmula, incluso pese a la baja votación, en torno al 18%, que se nombrara a Ripoll generó cierta molestia.
Al rato salió a hablar Delgado. Lo hizo primero desde la sede del partido. Hizo un llamado a la unidad, pero también sostuvo que “los resultados son claros” en cuanto a la voluntad de los votantes. Luego de hablar en la sede salió rumbo a la sede del Directorio blanco. Allí, desde la sala del Directorio, definió al Partido Nacional como una fuerza política “amplia”, que “abraza a toda la sociedad”. En ese momento, El País y otros medios ya estaban publicando que Ripoll completaría la fórmula.
En la calle, Delgado dio un discurso más largo, de más de 20 minutos, donde dio cuenta de “la responsabilidad de unir al partido, para ganar y gobernar”. Y no dejó dudas en cuanto a lo que propone: “Representamos la continuidad de un rumbo que empezó con Lacalle Pou en el gobierno”. Y más tarde añadió: “Dejamos de ser militantes del cambio, para ser militantes de la esperanza”.
Coalición
Delgado destacó la necesidad de la unidad en la coalición, y de mantener la sociedad entre blancos, colorados, cabildantes y el Partido Independiente. Ojeda también se refirió a esto, y además de hacer un llamado a la unidad en su partido -luego de una campaña algo turbulenta-, manifestó que el objetivo primero para él era el de vencer al Frente Amplio en un eventual balotaje. Y sostuvo que a partir de hoy comienza una nueva interna en la coalición, entre los candidatos a presidentes de cada uno de los partidos que la integran (ver aparte).
En tanto, en Cabildo Abierto el resultado de la interna se vivió con algo de desesperanza, luego de recibir -con 94% de los votos escrutados al término de esta edición-, algo menos de 16.500 votos. En 2019, también con la candidatura única de Guido Manini Ríos, los cabildantes lograron 46.887 adhesiones. Las fuertes divisiones internas, un estímulo que no existía hace cinco años, evidentemente no hicieron que un número considerable de personas fuera a votar.
En el Partido Independiente se dio una situación similar. En 2019 el partido liderado por Pablo Mieres recibió 2.015 votos. El objetivo era superar en esta instancia los 4.000, según dijeron fuentes del partido a El País. Al cierre de esta edición iban 2.629.
Ojeda: se abre “otra interna” en la coalición
Andrés Ojeda, como marcaban las encuestas, se convirtió en el candidato del Partido Colorado. Y definió su triunfo como “la encarnación de la renovación de la política”. Recordó que cuando lanzó su precandidatura, el 22 de noviembre del año pasado, “nadie daba un cobre” por su proyecto, y sostuvo que de aquí en más se abre una nueva interna, “la de la coalición de gobierno”, para elegir a quien, en un posible balotaje, busca evitar el regreso del Frente Amplio al poder. “A quien nos dicen que es imposible, les digo lo mismo que dije en noviembre, que la estadística no define las elecciones y que los partidos hay que jugarlos”.
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