El Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio (FA) siguió analizando este lunes las derivaciones sobre la filtración de los nuevos chats del caso Astesiano, que incluyen una conversación del excustodio con el presidente Luis Lacalle Pou, donde insinúa que estaba al tanto de una investigación contra Marcelo Abdala (presidente del Pit-Cnt).

Más allá de considerar que se trata de un episodio muy grave, la coalición de izquierdas sigue optando por la prudencia, al margen de que algunos sectores reclamaron en la interna que la oposición recurra a acciones más duras y concretas para expresar su desaprobación y dejar en evidencia al gobierno. "No nos vamos a callar, pero al mismo tiempo vamos actuar con cautela republicana, dando las garantías democráticas para que el país pueda seguir funcionando en paz", dijo al finalizar el encuentro el presidente del FA, Fernando Pereira. "Muchas veces, las acciones más duras son las que más gente convoca, no las que más duras suenan", apuntó.

Pereira justificó este accionar -que algunos en la izquierda comenzaron a cuestionar como "indefinición" con una serie de argumentos. "No se trata de cuchillo, se trata de democracia, de convivencia. De construir una esperanza para el pueblo uruguayo", afirmó, "La mejor forma de cambiar esto es cambiar al gobierno", dijo. "Esa es la acción más dura y democrática", añadió.

Ante una mención a la posibilidad de recurrir a ese mecanismo, Pereira descartó que la izquierda pueda entablar un proceso de juicio político al presidente. "Requiere la configuración de un delito grave", explicó. "Hemos encontrado un conjunto de irregularidades que dañan la institucionalidad", agregó.

Sobre la mesa sigue estando el planteodel Partido Comunista de que el FA convoque, por todos estos temas, a una movilización popular "a favor del respeto y defensa de la democracia". Al respecto, Pereira expresó: "Es posible que se haga, pero es poco probable que sea antes de la elección interna.

"Claramente hay hostigamiento y espionaje a dirigentes políticos y sociales", dijo el presidente del FA. "Escuchamos hoy a la doctora (Gabriela) Fossati decir que el presidente aceptó la responsabilidad administrativa del caso, y eso supone que se le dieron facultades a Astesiano por encima de las que debía tener un jefe de la custodia presidencial", señaló. No tarea de él dar seguimiento de inteligencia a ningún uruguayo", apuntó. "Si esto le pasó al presidente del PIT-CNT, qué puede esperar un ciudadano común".

Consultado, Pererira aventuró cuál debería haber sido la reacción de Lacalle cuando Astesiano le entregó información sobre los movimientos de Abdala. "No es 'perfecto', es 'pará con eso'. En el Uruguay no se pueden hacer pesquisas sin una orden judicial, que estaba pedida para investigar a una boca de venta de pasta base, no a Marcelo Abdala".

Pereira dijo que, políticamente, el FA por sí solo no podrá llegar a la verdad. Por eso, expresó, no innovará a nivel judicial y dejará que el caso siga allí el proceso correspondiente. "Hay que dejar trabajar a la fiscalía en paz, cosa que hasta ahora el gobierno no ha hecho", dijo.

El Secretariado Ejecutivo había comenzado a analizar el tema el pasado viernes. Allí Pereira había considerado que "los únicos que saben toda la verdad son dos personas: Astesiano y el presidente Lacalle".

"Institucionalmente es el presidente el que le tiene que decir a todos los uruguayos qué pasó, por qué se vulneraron los derechos sindicales de una persona, por qué se hizo espionaje a un dirigente sindical y por qué de nuevo volvieron los espionajes en democracia", agregó.