Un día después de que el Plenario Nacional avalara sus postulaciones, los cuatro precandidatos presidenciales del Frente Amplio dejaron inaugurada, en los hechos, la campaña por intentar que la izquierda retorne al gobierno en 2024.
Lo hicieron con el primer acto conjunto en el que, como en un guión previamente ensayado, hubo un rol para cada uno sin apenas distorsiones. Fue en un clima pactado de unidad en la que se fueron turnando para criticar al gobierno de Luis Lacalle Pou.
Le tocó romper el hielo al intendente canario Yamandú Orsi, quien viene encabezando todas las encuestas de intención de voto y que en su discurso apeló a la mística frenteamplista, al mencionar la historia de éxitos y fracasos de la coalición de izquierdas desde 1989 en los que, reparó, estuvo presente.
Orsi aseguró que llega a esta instancia con el compromiso de hacerse cargo. La razón: “No podemos fallar”. Ni a la militancia, ni a la historia, ni a un futuro “donde infancia y pobreza no serán sinónimos”. No se le puede fallar, dijo, “al Uruguay que está por venir”.
Orsi dejó un mensaje claro: apostar a construir, sin soberbia, un proyecto nacional para lo que habrá que salir a buscar votos fuera del Frente Amplio. “El Uruguay que está por venir precisa al Frente Amplio en el gobierno”, aseguró.
A su turno, Carolina Cosse insistió -tal como lo había hecho el viernes, al “aceptar” su postulación- en que Uruguay vive una crisis de valores. Entre ellos el respeto, del que señaló es un vínculo relacional. “También hay que hacerse respetar”, expresó. Allí abrió munición contra el gobierno: “Este es un gobierno que no hace, pero dice que hace”.
Frente a eso, apuntó, hay que anteponer un Frente Amplio que siempre ha pensado en el presente, la mañana siguiente y el futuro. Allí coincidió con Orsi: para asegurar ese futuro es necesaria una participación colectiva. Cosse llamó a la militancia a soñar, con la responsabilidad de que por más difícil que parezca ese sueño, puede hacerse “realidad”. “Como ya lo hemos hecho”, dijo. Hay que soñar “con valentía”, pidió a la militancia, que un mundo mejor es posible. Al final de su discurso, insistió en el concepto del respeto. “Al final del día, todos los uruguayos honestos queremos lo mismo”, dijo y prometió: “Volverá a amanecer”.
Luego le tocó subir al estrado a Andrés Lima, cuya postulación parece más que nada testimonial en la interna. Fue, con todo, el que tuvo un discurso más duro. Comenzó advirtiendo que si es gobierno, el Frente Amplio enfrentará en 2025 enormes desafíos. Uno de ellos, generar empleo. Sobre todo, dijo, en los jóvenes. Allí recordó que la desocupación llega al 23%. “Ese es el Uruguay de los mejores cinco años”, ironizó. “Tenemos que remontarnos muchos años en el pasado para encontrar un desempleo tan alto”, dijo. Lima llamó también a poner el foco en las unidades productivas familiares en el interior y una mejora en los salarios.
Lima se refirió luego directamente al presidente Luis Lacalle Pou. “O está ausente o nunca sabe lo que sucede en este país”, volvió ironizar. “Ni sobre Astesiano, ni sobre Marset, ni sobre los acomodos de Albisu”, siguió. “Dice que miró a los ojos a Penadés y le creyó”. Lima arrancó el aplauso de la militancia al asegurar que “este es el gobierno con más actos de corrupción que ha tenido este país”. “Logró algo que pensábamos que jamás iba a suceder: que iba a superar al padre”, en referencia a Luis Lacalle Herrera.
El acto lo cerró Mario Bergara, quien apostó a que en 2025 vuelva el “gobierno de las grandes mayorías, y no el de los malla oro”. También apeló a la ironía al celebrar que cientos de militantes “pasaron a la saludar”, en referencia a la participación de Lacalle Pou en una reunión clave del caso Marset en Torre Ejecutiva en noviembre de 2022.
Bergara ensayó las razones de por qué El FA debe volver al gobierno. “Necesitamos un gobierno que mire al pueblo a la cara y que se haga cargo”. No hay “soluciones mágicas”, dijo, pero aseguró que el país que su partido dejó en 2019 era “mucho mejor y con más igualdad” que el actual”.
Para Bergara, se necesita que todos los frenteamplistas “salgan a hablar” con el la ciudadanía y se preguntó si el FA dejó de lado la soberbia. El senador coincidió en que el FA es el gobierno que el país necesita. “La tarea es de cada uno”, dijo. “No hay fórmulas mágicas”, insistió. “En esta tarea, van todos los uruguayos”, concluyó. “Vamos a a estar a la altura”. De allí, otra vez la exhortación, con otra ironía dedicada a Lacalle Pou. “Pasemos a saludar a cada vecino, a cada compañero”, pidió. El objetivo: que el próximo gobierno “no sea de los malla oro”.
La mención al “diálogo” del 2 de marzo
En una parte de su discurso Mario Bergara insistió en que, si llega al gobierno, el 2 de marzo de 2025 el Frente Amplio llamará sin dudar a un “gran diálogo de verdad” para impulsar una reforma “justa” del sistema de jubilaciones. “No como la actual”, dijo, que “solo la pagan los trabajadores”. Se trató de una mención un tanto sorpresiva. Si bien el “diálogo social” con esos fines es una decisión avalada por el Frente Amplio, varios sectores impulsan la vía constitucional promovida por el PIT-CNT con ese mismo fin. El tema genera diferencias en la interna de la oposición, que acordó no hacer referencia a ello en los actos organizados por la fuerza política. Bergara es in firme opositor a la campaña de firmas para reformar la constitución, lo mismo que Orsi. Andrés Lima, en tanto, ya estampó su firma y se pronunció a favor del mecanismo planteado por la central sindical. La única sin definición sigue siendo Carolina Cosse, que ha eludido hasta el momento un pronunciamiento. La base de su apoyo electoral -los partidos Socialistas y Comunista- recolectan firmas en apoyo a una reforma del sistema previsional a través de la Constitución, y esperan una definición de su parte a corto plazo.
Lima dejará el cargo en marzo
Andrés Lima piensa dedicarse a tiempo completo a la campaña electoral y en marzo dejará la Intendencia de Salto, según lo confirmó este domingo a El País. Ese mismo mes hará lo propio Cosse en Montevideo, que solicitará licencia a su cargo, por lo menos hasta que celebren las elecciones internas en junio. Orsi, en tanto, piensa dejar de conducir la Intendencia de Canelones entre diciembre y enero. Será cuando el Congreso del Frente Amplio ratifique a los precandidatos.