Redacción El País
El Poder Ejecutivo decretó en las últimas horas la emergencia nacional vial. Esta medida, que se da luego de registrarse fuertes lluvias e inundaciones en varias zonas del país, se aplicó para poder recuperar rápidamente caminería rural que quedó destrozada y que impide la salida de camiones con cosechas.
Ahora el eje está puesto en que pueda salir de los campos la cosecha de soja, que entrará en zafra.
El ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero, explicó la resolución. "Fue una solicitud del Congreso de Intendentes que es razonable producto del alto volumen de lluvia que se ha ocasionado en los últimos meses y que ha afectado sensiblemente la red de caminería rural", señaló.
En diálogo con Telemundo, dijo que ante la proximidad de la cosecha de soja "existe una preocupación entendible".
Ahora quedó activada "la posibilidad de que el Ministerio de Economía y Finanzas pueda hacer un aporte extraordinario a las intendencias".
La idea es hacer una "tarea en conjunto". Este fin de semana las comunas harán un relevamiento de los caminos que necesiten reparar más rápidamente para que salga la cosecha y, a partir de la semana que viene, comenzarán los arreglos.
"Que por lo menos podamos salir con la producción", expresó Falero.
Días atrás el intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, se había mostrado molesto porque, en medio de las lluvias, camiones de gran porte estaban transitando por caminos de tierra cargados con madera, lo que podría provocar la rotura de las calles.
El dirigente del Partido Nacional apuntó directamente contra UPM, asegurando que los camiones trabajaban para la empresa finlandesa.
"Los señores de UPM pensarán que somos un país bananero y pueden hacer lo que quieran. En plena emergencia vial, cero respeto a las normas, a las autoridades, a los vecinos. Cero sensibilidad. Se agotó la paciencia con estos atrevidos", escribió en su cuenta de X.