El gobierno ya piensa en la próxima cumbre del Mercosur para jugar última carta aprovechando a Milei

La buena “sintonía” con Argentina, más allá del discurso contrapuesto al economista que dio el presidente Lacalle Pou en Buenos Aires, genera “expectativa” en Uruguay para este año.

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Javier Milei asegura que logrará sus objetivos económicos “a pesar de la política”
La canciller Mondino, el presidente Milei y Luis Lacalle Pou, durante la 'Cena de la Libertad'.
Foto: EFE

El presidente Luis Lacalle Pou había avisado a la organización de Fundación Libertad que el discurso que daría en la noche de este miércoles -y que a la postre generó una infinidad de reacciones en políticos y periodistas argentinos por el distanciamiento ideológico que terminó marcando con Javier Milei- iba a responder a su convencimiento político y que mostraría un posicionamiento que no está alineado con el anarcocapitalismo que defiende a ultranza el economista que dirige al país vecino.

Luego pasó lo que todos los titulares de los medios argentinos destacaron: el mandatario uruguayo hizo referencias enfáticas a la necesidad de tener un “Estado fuerte para que el individuo pueda gozar del ejercicio de la libertad” y se mantenga así la “cohesión social” que entiende que hay en Uruguay. Y fue un poco más: dijo que “es difícil gozar de la libertad individual si se vive en un rancho, si no se tiene acceso a buena salud y si los hijos no estudian y no tienen luz al final del camino para esforzarse”, cuando Milei había sostenido 24 horas antes y en cadena nacional que en Argentina “la era del supuesto Estado presente ha terminado”. También, y a diferencia de lo que representa Milei, que llegó como un outsider de la política, habló del rol clave de los partidos políticos para mantener una “democracia fuerte”.

Este contraste marcado en lo discursivo, sin embargo, no generó reproches al gobierno de Lacalle Pou o al Ministerio de Relaciones Exteriores que lidera el canciller Omar Paganini, según supo El País.

Por lo que, en definitiva y más allá de la anécdota, el buen curso de las recientes relaciones bilaterales que comenzó a dar frutos ni bien el libertario asumió el poder en Argentina -con el cambio de postura institucional respecto a la política portuaria, que permitió la habilitación a Uruguay a hacer el dragado a 14 metros del canal de acceso al puerto de Montevideo - sigue incambiado.

Y el gobierno ya proyecta la agenda bilateral esperada para este 2024, y la unión de fuerzas que pueda hacerse con Milei en el Mercosur, algo que genera “expectativa” por la coincidencia de miradas.

Lacalle Pou en evento de la Fundación Libertad
Lacalle Pou en evento de la Fundación Libertad
Foto: Captura

Dinamización

Antes de referirse a su concepción sobre el Estado, Lacalle Pou hizo mención directa a lo que en filas de su gobierno califican como buena “sintonía” con Buenos Aires -en función de “charlas” permanentes que se mantienen con los vecinos- al referirse al acuerdo por el dragado, primero, y luego a la postura unificada que puedan mostrar ambos países a la hora de reclamar por un Mercosur más abierto al mundo que la versión actual.

El uruguayo dijo así que, dadas las cosas, se permite “soñar” con defender una posición conjunta dentro del bloque, como lo había intentado con el exministro de Economía de Brasil Paulo Guedes durante la presidencia de Jair Bolsonaro (2019-2922), sin mayor éxito.

Esa posición sería cuestionar el “corset” que representa el Mercosur en la actualidad, “una zona que es la quinta más proteccionista del mundo”.

“Uruguay quiere jugar en la cancha grande; esperemos que el gobierno de Argentina, como lo dijo (Milei) en campaña, (y) estoy seguro de que va actuar en consecuencia, insista en un Mercosur que avance”, fue el mensaje que dejó Lacalle Pou este miércoles en Buenos Aires.

Y aunque faltan varias semanas para la próxima cumbre presidencial -de acuerdo al calendario del bloque, el encuentro entre jefes de Estado está previsto para el 16 de julio, en Asunción (Paraguay)-, en la Cancillería ya comenzó la planificación de ese momento, que será una de las últimas instancias de Lacalle Pou -que está culminando su último año de gestión- para intentar cambiar en algo el statu quo de esta alianza comercial.

Algunas claves ya se identificaron. Por ejemplo, fuentes diplomáticas indicaron a El País que si bien el discurso de Lacalle Pou ha hecho, en estos años, particular énfasis en el concepto de “flexibilización” -aludiendo a que la normativa debería habilitar a que, entre otras cosas, los Estados parte negocien acuerdos con terceros países sin necesitar del aval de sus socios- hay otro término que parece tener más aceptación: “Dinamización”.

Esa palabra, a diferencia de la otra, hace referencia explícita a la necesidad de abrir mercados para mejorar el intercambio comercial, sin entrar en las disquisiciones sobre la normativa, y permite dejar bien en claro que Uruguay quiere “arrancar” a firmar nuevos acuerdos, sin esperar el ritmo de los demás, como dijo Lacalle Pou en la cena.

“Vemos que la palabra flexibilidad está quedando obsoleta, no está gustando”, reconocieron las fuentes consultadas. “Lo que queremos es avanzar y que el Mercosur se acompase a los nuevos tiempos”, agregaron.

La escena internacional, de todos modos, no es sencilla para Uruguay ni para la postura del actual gobierno de ir en busca de nuevos mercados.

Sus grandes intentos han sido un Tratado de Libre Comercio con China, que ya comunicó que prefiere que el acuerdo sea con todo el bloque y no solamente con Uruguay, en parte gracias al lobby que hizo en este sentido el expresidente argentino Alberto Fernández. Y el ingreso al Acuerdo Transpacífico, para lo cual Uruguay se encuentra en la lista de espera -y necesita antes cumplir con algunos requisitos, como adherirse al Tratado de Cooperación en Materia de Patentes, algo para lo cual hoy no cuenta con votos en el Parlamento.

Luego está el capítulo de las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea -estancado hace 25 años-, por cuya celeridad este gobierno ha reclamado.

Javier Milei, presidente de Argentina.
Javier Milei, presidente de Argentina.
Foto: AFP.

Agenda conjunta

En lo que queda de este mandato, Lacalle Pou buscará, aprovechando la coyuntura positiva, que otros temas de la agenda bilateral se concreten, como ocurrió con el dragado del puerto.

Así, en el horizonte está la posibilidad de dragar el canal Martín García, así como el Río Uruguay entre Paysandú y Fray Bentos (Río Negro), porque la postura del gobierno es que todo canal fluvial que pueda mejorar sus condiciones y aumentar el tráfico regional lo haga.

Asimismo, se tiene la voluntad de concretar el puente binacional en el norte del país, para unir las ciudades Bella Unión y Monte Caseros, una obra estimada en más de US$ 100 millones.

La "afinidad"

Al otro día de ganar las elecciones, el 20 de noviembre, Javier Milei contó en una entrevista radial que una de las primeras llamadas que tuvo como presidente electo fue con Luis Lacalle Pou, quien lo invitó entonces a comer un “asado” y ponerse al día con la agenda bilateral. “Tenemos mucha afinidad”, dijo entonces el argentino.

El uruguayo asistió luego a la asunción presidencial del país vecino, pero los intercambios entre ambos por ahora se limitaron a las breves instancias de cordialidad protocolar.

PUERTO DE MONTEVIDEO

Definen la forma de dragar

Tras el acuerdo entre Uruguay y Argentina para dragar el canal de acceso al puerto de Montevideo a 14 metros -y que semanas atrás fue ratificado por la Comisión Administradora del Río de la Plata-, el gobierno analiza la forma de llevar adelante esta obra.

El presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Juan Curbelo, dijo a El País que esto comenzará a definirse la próxima semana, pero que ya hay alguna idea en desarrollo. La obra, dijo el jerarca en este sentido, puede realizarse en forma “mixta” entre el Estado y un privado, ya que la ANP posee un grupo de dragas -embarcaciones que se utilizan para hacer el dragado- pero pueden no ser suficientes como para asumir todo el trabajo.

El presidente Luis Lacalle Pou hizo referencia este miércoles en la cena de Fundación Libertad a este acuerdo entre ambos Estados, que tanto debate dio en los últimos años por la resistencia que habían opuesto a este tema los distintos gobiernos argentinos.

“Fíjense el cambio de gobierno en Argentina lo que generó en mi país”, dijo sobre esto el mandatario uruguayo. “Asume este gobierno (en referencia a Javier Milei) y a los dos o tres meses Uruguay, como debió ser hace mucho tiempo, se beneficia de poder dragar el canal de acceso” a su terminal portuaria.

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