En el comando y el círculo más próximo de Martín Lema, candidato a intendente de Montevideo por la Coalición Republicana, ganó el optimismo en los últimos días a raíz del resultado de las últimas encuestas. Porque aunque hay algunas que, como ocurre desde hace décadas, muestran a la oposición departamental a una distancia considerable del Frente Amplio (FA), otras han arrojado un escenario ligeramente distinto —como la de Opción, que mostró una brecha menor a los 10 puntos porcentuales entre la izquierda y el bloque opositor— o una evaluación crítica sobre la gestión de la Intendencia de Montevideo (IMM), como la divulgada este mismo miércoles por Factum —que encontró que hay un 55% que desaprueba la administración oficialista y que hay un 21% que votaría al FA que está insatisfecho.

Por eso el cambio de ánimo y la afirmación que hizo ayer Lema, en el lanzamiento de su campaña en la sede recién inaugurada —una amplia casona en Bulevar España y Pablo de María— en donde afirmó que para la elección del 11 de mayo no hay "margen para achicado". Entre mosquitos y un pesado calor de humedad, y los principales dirigentes del Partido Nacional sentados o parados incómodos en primera fila por la falta de lugar que generó la concurrencia en el estacionamiento del predio, Lema dijo que la respuesta que ha dado a las dudas recibidas por el nuevo favoritismo de la izquierda es que "el objetivo es ganar la elección". Y que "el que no esté para ganar, que no esté".

El discurso del nacionalista, que esta semana recibió el respaldo directo del presidente Luis Lacalle Pou, se centró en esta primera etapa de campaña en explotar lo que el diagnóstico de informes y estudios contratados por su equipo han concluido: que hay una suerte de "cansancio" general en ciertos sectores de la ciudadanía montevideana con la gestión del oficialismo, resumido en los ejes del primer spot electoral difundido en las últimas horas: tránsito lento, veredas, paradas y calles rotas, falta de iluminación en la vía pública, problemas en la gestión de residuos, pérdidas económicas en el casino municipal y una burocracia excesiva, entre otros aspectos.

Foto: Ignacio Sánchez

Como corolario de todo lo anterior, es que entra a jugar el lema de campaña —que forma parte del estribillo del jingle— "Ya está", que el candidato introdujo al final de varios enunciados de su discurso, que duró algo más de 25 minutos, y en el que se comprometió a revertir el actual "estado de situación" de la ciudad y la administración departamental, siempre y cuando los electores le den "la oportunidad", remarcó sobre el final.

Como concepto general, la comunicación política de la campaña de Lema —según se desprende de lo formulado este miércoles—, apuntará a transmitir que la finalidad es recuperar los "derechos" que se entienden "vulnerados" por los errores de gestión del Frente Amplio y en ganar la "calidad de vida" que se ha perdido por eso mismo.

"La ausencia del gobierno departamental no es una ausencia formal: vulnera derechos y provoca pérdida en la calidad de vida de los montevideanos", dijo el exministro, que fue escuchado atentamente por gran parte del gabinete del anterior gobierno —además del excandidato Álvaro Delgado, estaban presentes, entre otros, la exvicepresidenta Beatriz Argimón y los exministros Azucena Arbeleche, Nicolás Martinelli, Javier García y Pablo Mieres— e incluso por el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera, que intervenía desde su silla con las tradicionales exclamaciones de aprobación ("¡Muy bien!") en determinados pasajes de la exposición del candidato.

En caso de ganar, prometió el blanco, sus oficinas van a estar "en las calles", y en "el primer año" de gestión ya habrá "resultados" visibles en la limpieza de la ciudad. "Y el que acepte estar en el equipo tiene que aceptar que si en el primer año no hay resultados, hay un cambio, pero los resultados van a estar", advirtió.

Prometió también "aumentar el barrido" y "agua y jabón" en las veredas —que dijo que, si gana, la IMM arreglará y no lo dejará en manos de los vecinos— para que "luzca la belleza" de la ciudad. Prometió agilizar el tránsito y los trámites ante la comuna, poner tótems de seguridad en varias paradas de ómnibus, aportar a la seguridad pública con tecnología, aplicar la ley de faltas cuando haya gente que acampe en la vía pública, terminar con los graffitis en las paradas y duplicar las inversiones en infraestructura.

"Hay que avisarles que ya incumplieron", dijo dirigiéndose a los tres candidatos frenteamplistas. "Que son más de lo mismo, que ya está, que nos tiene que tocar a nosotros", concluyó.