La interna del Partido Nacional entró ya en esa etapa en que cada encuesta se festeja o se sufre como un gol, y en la que la euforia o la desazón inmediata luego deja paso al análisis frío, para ajustar estrategias o profundizar el camino elegido.
Lo que va quedando cada vez más en evidencia -en algunas encuestas es más claro que en otras- es que, como suele ocurrir, la batalla que los blancos ya están librando con el norte puesto en junio de 2024 tendrá dos contendientes: el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y la dirigente Laura Raffo. El jerarca de gobierno está primero, cómodo o incómodo -depende de la medición reciente que se tome-, y la economista segunda, con posibilidades de ser competitiva o todavía encarando un repecho -también según la encuesta que se mire.
La semana comenzó con un rumor entre los nacionalistas de que arriba de la mesa se pondrían datos que darían una sorpresa nada despreciable, y eso se confirmó el lunes por la noche, cuando se conocieron los números de la última consulta de Equipos. Estos números arrojaron -de acuerdo al análisis interno en el movimiento Sumar- una “tendencia” de crecimiento de la precandidata, algo que se desprende de la observación de las últimas dos mediciones -desde junio a la fecha.
Las cifras de Equipos Consultores motivaron así “entusiasmo” en el entorno de Raffo, en donde destacaron la estrategia seguida hasta entonces, que entienden diferente a la que lleva adelante el equipo de Delgado: trabajar y convencer “a través de la gente”, y no enfocarse tanto en la estructura partidaria de Sumar, que es de un tamaño menor a la que ha cosechado el rival -pues Delgado cuenta con la gran mayoría de los intendentes blancos y una columna como la que ofrece el grupo D Centro.
“Había que tener paciencia y no dejarse llevar por la ansiedad”, comentaron a El País allegados a Raffo, que entre todas las placas elaboradas por Equipos destacan aquella en que los consultados responden por las tres precandidaturas instaladas. Aquí es que queda evidencia la “polarización” nacionalista sobre la cual se habla desde hace tiempo: aparece Delgado primero con el 46%, luego Raffo con 38% y en tercer lugar el senador Jorge Gandini, con 7%.
“El crecimiento en las encuestas representa un respaldo de la gente al trabajo realizado por Sumar y su candidata en los pasados meses”, dijo en este sentido el diputado Sebastián Andújar.
Otro fue el escenario marcado por el informe difundido ayer por la consultora Cifra. Allí, en respuestas espontáneas, se mostró una estabilidad de Delgado desde junio a la actualidad -una mínima variación del 31% al 30%- y en cambio -aunque dentro del margen de error- una caída de Raffo del 15% al 10%, con lo cual la distancia entre ambos subió a 21 puntos porcentuales.
Por eso en el comando de la mano derecha de Luis Lacalle Pou lo que predomina es la “tranquilidad” y la seguridad con el trabajo realizado. No pierden de vista que si bien cuentan con el beneficio de estar en el gobierno y ser la encarnación viva del concepto de “continuidad” de Lacalle Pou que ambos precandidatos buscan comunicar, formalmente Delgado no está en campaña como sí lo está Raffo desde hace varios meses.
Asimismo, en el equipo de Delgado valoran también otro tipo de señales, como el colmado auditorio que hubo ayer en la disertación que hizo el jerarca ante un nuevo desayuno de la Asociación de Dirigentes de Marketing. Estuvo presente el gabinete en pleno del gobierno, incluyendo a la vicepresidenta Beatriz Argimón. Eso, más un discurso cargado de referencias político-electorales, dio un marco a Delgado para que pudiera mostrarse como un candidato “de talla presidencial”, según analizaron en diálogo con El País dirigentes cercanos al secretario de Presidencia.
Al mismo tiempo, Delgado ocupó ayer titulares de prensa al adelantar que en el congreso que hará este sábado aceptará la formalidad de ser precandidato. Fuentes nacionalistas señalaron que una posibilidad firme es que sea en respuesta al pedido público que le trasladará el ministro Martín Lema, el segundo referente activo que tiene hoy este sector.
Delgado va por baja del costo de vida
En su discurso de ayer, quedó claro que Álvaro Delgado comenzó, poco a poco, a deslizar conceptos de campaña o de un eventual programa de gobierno de 2024. “Creo que en la próxima instancia -dijo el secretario de la Presidencia-, parte de la coalición de gobierno va a tener que poner arriba de la mesa algunos temas vinculados a la pro-competitividad, modernizar las relaciones laborales, acceso a mercados, hasta temas como un plan nacional de riesgo que se mire a largo plazo”.
Delgado habló también -como ya lo ha hecho Laura Raffo hace algunas semanas- de la necesidad de tener un “Estado más simple, con menos burocracia”, pero a su vez “incorporando el concepto de inteligencia artificial”. Y a continuación apuntó a un “Uruguay más barato, donde el Estado y la pro-competitividad” necesaria tengan como directa consecuencia una baja del “costo de vida” que enfrentan los uruguayos.
Por último, aseguró que un futuro gobierno del Partido Nacional debe desarrollar “un modelo de protección social con más énfasis en la primera infancia, en la pobreza infantil, en la promoción de la natalidad, (y) en la inmigración”.