Se escuchan disparos incesantemente. “Así arrancamos la mañana acá”, dice un soldado de bigote y casco azul que se filma con su celular. Gira la pantalla, le comenta algo a su camarada, que luce una bandera uruguaya en el brazo y le responde levantando el pulgar: “Arriba”. Entonces, el que graba dice: “Bo, que no se caguen los relevos, que vengan, que vengan que está divino esto”. El video de 17 segundos fue subido a TikTok y se viralizó. Un informativo de televisión informó en la noche del jueves que el Ejército de Uruguay analiza sanción por la divulgación de video en medio de balacera en el Congo, pero el vocero de la fuerza, el coronel Fernando Botti, lo niega. Además, informó a El País que tras enterarse de la noticia el comandante en jefe del Ejército, Mario Stevenazzi, llamó al jefe de batallón en Goma, el coronel Martín Álvarez, y le dijo que le comunicara al soldado que difundió el video que le manda “un abrazo y que se cuide”.
“Tenemos que contextualizar en el escenario que las cosas se desarrollan. Hay un soldado que está bajo fuego, porque vos escuchás claramente los tiros detrás, y está con la moral alta, en su posición y dándole para adelante. Eso no es sancionable. Existen las directivas, los reglamentos, las disposiciones, pero ese tipo de cosas también tienen una cuenta de flexibilidad. En el Ejército no es todo en ese aspecto blanco y negro. La determinación de sancionar no es automática, sino que lleva un proceso en el cual la falta se analiza, se analiza en el contexto en el cual se cometió, si contravino órdenes”, explicó Botti, y aclaró: “Si la situación fuera otra, y capaz que sí, que habría que tomar algún otro tipo de medida previo a una evaluación”.
El vocero del Ejército sostuvo que “el mensaje del comandante es de apoyo al personal que está desplegado”, y que “a partir de que el comandante toma una posición respecto a algo, de ahí para abajo nadie puede tomar ninguna medida”.
“Tenemos que velar por la salud mental de nuestras tropas que están en el terreno. Vivieron momentos muy, muy difíciles”, agregó Botti. Se refiere a la ofensiva del fin de semana pasado del M23, el grupo rebelde que, con apoyo de milicias de Ruanda, asumió el control de la ciudad de Goma, donde vivían más de 2 millones de personas, y de su aeropuerto, que está a 100 metros de la base Siempre Presente del Batallón Uruguay IV, donde hay unos 400 cascos azules uruguayos y entre 1.000 y 1.200 soldados congoleños que entregaron sus armas en los últimos días.
Para el ministro de Defensa Nacional, Armando Castaingdebat, la principal preocupación es el millar de congoleños que están en la base de Goma. “Le estamos pidiendo a ONU por favor por estos mil y picos de congoleses —algunos han fallecidos, hay otros heridos—, porque no están en condición de higiene, ni de convivencia ni de nada”, dijo Castaingdebat en canal 12.
El sábado 25 de noviembre, el ataque con mortero dirigido a un vehículo de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (Monusco, por sus siglas en inglés) provocó la muerte del soldado uruguayo Rodolfo Álvarez y heridas graves en el sargento Adrián Fernández, que permanece estable pero en estado crítico.
Dos psicólogos atienden al contingente uruguayo desplegado en tres bases de Congo: la de Goma, otra a 17 kilómetros, en la localidad de Rusayo, y la tercera en la base logística RVA de Naciones Unidas. Sin embargo, familiares de los uruguayos pidieron este en Torre Ejecutivo apoyo al presidente de la República, Luis Lacalle Pou, para que se concrete el postergado relevo de la tropa. “Los soldados están devastados psicológicamente, hay gente muy agotada y ya terminaron la misión; tendrían que haber vuelto el 26 de enero. Queremos soluciones”, reclamó Félix Palavecino, padre de uno de los soldados, en diálogo con Telemundo.
No está en los planes del gobierno que el contingente uruguayo retorne. El canciller Omar Paganini, Castaindebat y el comandante en jefe del Ejército han insistido en que Uruguay forma parte de una misión de Monusco, cuya finalización no está prevista en el corto plazo. “Todo indica que Uruguay en Congo va a estar más de un año”, dijo el ministro de Defensa. De la misión, participan integrantes de las tres Fuerzas Armadas.
“En el medio del combate, Naciones Unidas (ONU) nos pide a los uruguayos que por favor defendamos el aeropuerto, a lo que Uruguay le dijo que no es el cometido de la misión de paz de Uruguay”, expresó el ministro.
Castaindebat informó además que el gobierno tampoco prevé retirar tropas de Altos del Golán, sino que estaba previsto para el 15 de octubre pero tuvo que postergarlo para la semana próxima debido a que esos recambios se hacían usualmente por Siria y pasarán a hacerse por Jordania.
Atención a las familias
“Hay que velar por darle para adelante a nuestros soldados, porque están viviendo situaciones muy difíciles a las que no estamos acostumbrados; por más que nosotros seamos militares, profesionales de las armas, no es fácil estar casi 100 horas de combate, bajo fuego”, planteó Botti, en alusión a la ofensiva del M23.
En Congo está el cuerpo de Álvarez, que será repatriado. El Ejército informó este viernes que Fernández sigue internado en un CTI de Uganda, “en estado crítico, pero estable”, que hay otros ocho soldados heridos, y uno fue dado de alta. La fuerza está en contacto con los familiares de los heridos para mantenerlos informados, pero además tiene una línea de emergencia para atención a familiares de quienes están en misiones operativas de paz: 0800 8353.
“En situaciones normales, esa línea funciona desde las 8 de la mañana a las 18 horas. A raíz de esta situación, está funcionando las 24 horas del día. La línea es atendida por dos psicólogos, dos asistentes sociales y una abogada”, informó Botti, quien destacó que “el objetivo es que la familia no se sienta desprotegida” y que el Ejército cuenta con un despliegue territorial de unidades con asistentes sociales y psicólogos. En la última semana, han trabajado en una veintena de casos.
Los soldados tienen wi-fi en las bases para comunicarse con sus familiares y amigos. Este jueves el Ejército informó en un comunicado que “por problemas técnicos, la base del Batallón Uruguay IV se encuentra momentáneamente sin acceso a internet”, y que “las comunicaciones con el Comando General del Ejército se desarrollan con normalidad”. Este viernes se recuperó el acceso a excepción de la base de Rusayo, donde hay 180 efectivos uruguayos.
Botti dijo que el Ejército espera que “se logre la normalidad lo más pronto posible, o sea, que se generen las condiciones de seguridad como para que puedan aterrizar vuelos en Goma y se pueda realizar cuanto antes el relevo”.
Reclamo en Torre Ejecutiva
Sobre el mediodía de este viernes, un grupo de familiares del contingente que está en Congo se concentraron frente a Torre Ejecutiva en reclamo de mejores condiciones de los efectivos y de respuestas por parte de las autoridades. Familiares de dos soldados, ambos de Rivera, uno que se encuentra en Goma y otro en Rusayo, llegaron desde la frontera temprano junto con niños que se divirtieron como pudieron en la plaza céntrica. Reclaman que el retorno, pero que mientras tanto puedan accedan a un apoyo psicológico frente a las “crudas” imágenes que ven desde que el 23 de enero.
La hermana de Álvarez, el soldado asesinado, “se enteró de la noticia a través de las redes y fue al cuartel para ver si era real la noticia”, contó Flavia, cuñada de un soldado en Rusayo. “En el cuartel “le empezaron a decir ‘mis pésames’”. Y ella respondió “¿Cómo? ¿El jefe del cuartel dónde está para llamar a la familia?”, acotó Gabriela, suegra del soldado en Rusayo.
“Vinimos desde muy temprano” a la Plaza Independencia, contó Flavia, que viajó desde Rivera con su familia, aunque la convocatoria a Torre Ejecutiva no fue “mucha”, coincidieron todos. Isamar, su hermana, lamentó: “No nos dejaron ni siquiera llegar cerca de la puerta de Torre Ejecutiva”.
Flavia y Néstor, cuñado del soldado de Rusayo, destacaron que cuando intentaron hablar con el presidente “ni estaba” en Torre Ejecutiva. Desde Presidencia les dijeron que se iban a comunicar con ellos “dentro de 24 horas”.
“Te pensás que se va a tomar su tiempo un fin de semana para llamarnos, para decirnos: ‘Miren, el lunes vengan que quiero hablar con ustedes´? No”, respondió Isamar. “Y no pedimos nada, solo que mientras estén allá les den estabilidad. Sabemos que la situación está complicada para volver, pero al menos que le brinden apoyo psicológico”, agregó.
La familiar planteó que muchos familiares y amigos de los militares no participaron de la concentración por temor a que sus soldados sean sancionados, un temor que aumentó tras la noticia de que el Ejército evaluaba sancionar al uniformado que difundió un video. “Vino muy poca gente. Como que tienen miedo”, comentó Gabriela.
Familiares están agrupados en grupos de WhatsApp, en los que intercambian información. Flavia, que fue en representación de su hermana, la esposa del soldado que no pudo viajar a Montevideo, contó que se reunieron para apoyarse “unos a otros, ya que desde el gobierno, desde el Estado, nunca hubo una preocupación para saber” sobre ellos, “y la información de lo que sucede allá es como corta”. Además, destacó que la pacífica manifestación fue “más que nada” para pedir que las autoridades sean “transparentes” con las familias. “No hay diálogo”, dijo, puntualizando que desde el cuartel de cada soldado que viajó al Congo “jamás hubo una comunicación” con las familias.
La asistencia psicológica para familiares fue otro reclamo. “Las líneas nunca funcionan, nunca. Mucha gente llamó y no pudo contactarse con nadie. Tanto que hay gente que está pagando psicólogo de su bolsillo”, lamentó la mujer. El episodio no solo ha dejado secuelas psicológicas, sino que ha escalado. La madre de un efectivo “tuvo un paro cardíaco y está internada” actualmente. “Es una situación que es muy emocional y estamos todos muy preocupados”, remarcó Flavia.
La mujer pintó el escenario en el que están los cascos azules uruguayos: “Los que están en Goma están viviendo entre tapabocas y guantes, porque tienen más de 1.000 refugiados ahí dentro. Y los refugiados hacen sus desechos ahí. Hay cuerpos afuera de personas muertas, que también están ahí, y sube olor, así como genera enfermedades también”.
Crímenes
El Ejército informó que este viernes se complementó “con éxito” el abastecimiento logístico, de agua, alimentos y medicamentos, en la base de Rusayo, al igual que había sucedido en Goma, donde se les da agua y alimentos a los soldados congoleños que permanecen allí.
De todas maneras, la situación de la ciudad de Goma, la capital de Kivu del Norte, tras el conflicto es devastadora. “Los alimentos se están agotando. El agua escasea. Los hospitales están desbordados. Desplazados y desarraigados por el conflicto, una vez más, las familias se desplazan sin saber dónde están a salvo”, alertó el jueves el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Los soldados uruguayos dejaron de patrullar la ciudad desde el sábado y el vocero del Ejército no puede responder cuándo volverán a hacerlo. “Salimos de una situación de conflicto. Se busca la vuelta a la normalidad para poder restablecer todas las actividades inherentes al batallón”, insistió.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos afirmó este viernes que tras la toma de Goma los rebeldes se dirigen hacia Kivu del Sur, en dirección a la ciudad minera de Nyabibwe. Hubo “al menos 12 ejecuciones sumarias a manos del M23 entre el 26 y el 28 de enero”, constató ONU, y las bombas han alcanzado al menos dos asentamientos de desplazados, causando víctimas civiles. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que hay más de 2.000 heridos.
Las autoridades congoleñas anunciaron que al menos 165 mujeres fueron violadas por algunos de los 4.000 reclusos que se fugaron de la prisión de Muzenze en Goma el 27 de enero, cuando el M23 inició su asalto a la ciudad. Además, la oficina de ONU está verificando informes que denuncian que 52 mujeres fueron violadas por tropas congoleñas en Kivu del Sur, incluidos supuestos informes de violaciones en grupo cometidas por integrantes de las Fuerzas Armadas Congoleñas (FARDC) y combatientes aliados de Wazalendo (la Fuerza del Despertar Patriótico para la Liberación del Congo) en el territorio de Kalehe.
La vocera de la Oficina Regional de Unicef para África Occidental y Central, Jean-Jacques Simon, declaró Noticias ONU que han “alertas e informes de que varios niños han sido víctimas de graves violaciones”, como “la muerte de algunos de ellos, así como a violaciones, secuestros y utilización de niños en combate o como mano de obra para ciertas partes en conflicto”.
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