El presidente Luis Lacalle Pou y otras autoridades inauguraron ayer el Hospital del Cerro tras una inversión que superó los US$ 16 millones. La nueva obra plasmó un deseo que comenzó con el reclamo de vecinos, décadas atrás, atravesó varios gobiernos y derivó en el moderno hospital, que fusiona al contiguo e incorpora una base de ambulancias y oficinas públicas.

El mandatario habló en un estrado ubicado en las calles Carlos María Ramírez y Santín Carlos Rossi, donde se enclava el hospital. Desde allí, Lacalle Pou destacó que lleva recorriendo el barrio y la zona por los últimos 25 años y “lo que no se solucionaba y la gente pedía como prioridad era el Hospital del Cerro”.

Hace unos 10 años realizó su promesa electoral. Ayer cortó la cinta oficial del “merecido” centro de salud de cuatro pisos con dos quirófanos y decenas de camas de internación. Lacalle Pou recordó que a los “dos o tres días de asumir” anotó en un pizarrón de su despacho las obras que consideraba “importantes para el país”, entre las cuales estaba este hospital, que a su vez tiene una historia que le es cercana.

En 1994, su padre, el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera inauguró el Centro de Salud del Cerro en el mismo predio, mientras que en 2014, el exmandatario José Mujica cortó la cinta de una planta física del servicio de urgencia.

Pese a destacar la “satisfacción” de inaugurar las instalaciones, remarcó: “Tampoco es para andar festejando y poniéndose cosas que no son de uno; porque al fin y al cabo, nosotros administramos la plata de ustedes y tenemos que ser justos, eso es lo que tenemos que hacer, abrazar la vocación del servicio”.

“Este ha sido un gobierno con un fuerte componente social, lo que pasa que no hacemos gárgaras con el desarrollo social y la asistencia de los que más necesitan”, enfatizó Lacalle Pou, visiblemente emocionado en el estrado.

Foto: Juan Manuel Ramos

En esa línea, el mandatario contó que a poco de bajarse de su camioneta para llegar al hospital de segundo nivel, que implica cirugías e internación médica, se acercó una mujer, que le dijo: “Soy del Frente Amplio, pero la verdad, esto te lo tengo que agradecer porque es para toda la barriada del Cerro”.

Devolvió el agradecimiento a los vecinos que “lucharon” por la concreción de esta obra durante décadas. “De todos los partidos políticos, dicho sea de paso, lo que pasa que algunos le dieron más bolilla que otros”, agregó.

Al hablar, Lacalle Pou convivió entre los cánticos permanentes, ruido de bombos y pancartas contra su gobierno, y el aplauso persistente ante cada palabra, al grito “¡presidente!”, de sus simpatizantes.

Pese a las críticas que tenía de frente, estimó que “en el fondo” todos están contentos de la nueva sede de Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), porque “van a ir los hijos de los que están más acá, y los hijos de los que trajeron los carteles, y los van a atender como merecen, porque es para todos”.

El presidente pidió que el centro se “cuide” porque es de “todos”, destacando que surgió del pago de impuestos de “todos”. Remató su mensaje “agradeciendo” a los trabajadores que van a estar “amparando a los vecinos de esta barriada”.

También ovacionado y abucheado, el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, comenzó saludando a los usuarios de ASSE y recordando que ya en 1951 un artículo de prensa hacía mención al pedido de vecinos de contar con un hospital.

La inversión de la obra prevista en un comienzo era de unos US$ 8.5 millones, sin embargo, se amplió a US$ 16 millones, conformados por unos US$ 15 millones de obra y US$ 1.050.000 en equipamiento

Consultado por El País, Cipriani puntualizó que la inversión original incluía solo la planta del hospital, que terminó costando “unos US$ 9 millones y algo”, a lo que se le sumó luego el equipamiento nuevo para las instalaciones (ver aparte).

El resto del dinero, indicó, fue para otras obras en el predio. Por ejemplo, para dejar en “excelentes condiciones” a “todo” el centro inaugurado hace casi 30 años, que “estuvo muchos años sin mantenimiento” y no era “digno”. “No podíamos dejar este hospital al lado de un centro de salud que estaba en muy mala condición edilicia”, acotó.

Parte de ese dinero también se utilizó para “aumentar” y “mejorar” las bases de salida de las ambulancias del servicio de emergencia de ASSE (SAME 105), para que los vecinos tengan un “servicio más rápido”, al mismo tiempo que facilita los traslados especializados a otro centro, agregó Cipriani.

En este predio, bautizado como Polo de Salud del Cerro, se van a incorporar dos servicios. Por un lado, se sumará una oficina con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) para que los vecinos puedan “coordinar” programas dentro del hospital.

Además, el Ministerio del Interior instalará allí una oficina de Identificación Civil para que los pacientes accedan a la cédula de identidad, en un contexto en que 20% de usuarios no tienen el documento.

Cipriani destacó que al asumir, Lacalle Pou fue hasta la sede del prestador y le transmitió: “Tenemos que trabajar para hacer el Hospital del Cerro porque la gente lo necesita”. Y luego, enfatizó: “¡Señoras y señores, el hospital está hecho, este gobierno cumple!”.

Foto: Juan Manuel Ramos

Fuentes de ASSE consultadas por El País confirmaron que el hospital no tiene la habilitación del Ministerio de Salud Pública (MSP). El centro de 2.471 metros cuadrados, pensado para descomprimir al Hospital Maciel, obtuvo este fin de semana la potencia eléctrica requerida. Tras hacer un “chequeo” de todos los equipos, se va a solicitar la habilitación, dijeron las fuentes. El centro de segundo nivel, tiene 30 camas, dos block quirúrgicos para cirugías, cableado de fibra óptica “inteligente”, calefacción central, un laboratorio y un centro de hemoterapia.