La actitud cabizbaja y las caras largas en la sede del Movimiento de Participación Popular (MPP) hacían presagiar malas noticias. El domingo, el expresidente José Mujica había convocado a una conferencia de prensa para hacer un anuncio que, se supo después, era de índole personal. Las caras largas se transformaron en ojos llorosos cuando dirigentes y militantes tomaron conocimiento de algo que solo unos pocos sabían, y otros sospechaban luego de que el sábado suspendiera su presencia prevista en un acto político en Tala.

“Necesito informarles que el pasado viernes concurrí a hacerme un chequeo”, comenzó a relatar ayer Mujica, para describir luego el diagnóstico. “Se descubrió que tengo un tumor en el esófago”, afirmó. Y los ojos llorosos pasaron, en algunos casos, a un llanto ahogado, cuando el expresidente avanzó en su descripción. La enfermedad inmunológica que padece desde hace dos décadas hace muy compleja las posibilidades de someterse a cirugía o quimioterapia.

“Más de una vez en mi vida la parca anduvo rondando el catre” recordó, fiel a su estilo, directo y sencillo. “Esta vez, me parece que viene con la guadaña en ristre. Veremos lo que pasa”, dijo.

Con más entereza que la que demostraban algunos de sus compañeros presentes, Mujica, que cumplirá 89 años el mes que viene, adelantó que, mientras pueda, seguirá militando y trabajando la tierra, “entre verduras y gallinas”.

Mujica dijo desconocer qué le deparará el futuro a corto plazo. “Cuándo se apaga la luz, no sé”, dijo y agregó: “al fin y al cabo, que me quiten lo bailando”.

El exmandatario también pretendió dejar un mensaje a las futuras generaciones. “A las pibas y pibes de este país, transmitirles que la vida es hermosa, pero se gasta y se va”, advirtió. “El quid de la cuestión de triunfar en la vida -les dijo- es volver a empezar cada vez que uno cae”.

El mensaje que procuró transmitir, dijo, es que no tiene sentido gastar la vida en “estupideces”, sino en una causa que se crea justa. “Peleen por la vida, defiéndala”, les pidió, para también recordarles que “nadie en la vida se salva solo”.

La noticia sobre la salud de Mujica cayó como un baldazo de agua fría en la mayor parte de los dirigentes del Movimiento de Participación Popular (MPP), para quienes el diagnóstico fue un cimbronazo.

El expresidente -y su esposa, Lucía Topolansky, a punto de cumplir 80 años- siguen siendo los líderes naturales y principales referentes de un sector que, a su impulso, ha sido el más votado en el Frente Amplio en los últimos 20 años.

Fundado en 1989, la evolución del sector no se puede explicar sin Mujica. Desde sus primeras apariciones haciendo propaganda como “hombre sandwich” a bordo de los ómnibus hasta, 15 años después, ponerse la banda presidencial tras ganar las elecciones nacionales en 2009.

No en vano, Mujica y Topolansky volverían en junio a encabezar a nivel nacional la histórica lista 609.

“Hay que pelear, es la vida”, dijo Topolansky a El País, en referencia al anuncio de su esposo, con un similar grado de pragmatismo. “Uno tiene que asumir con tranquilidad estas cosas, y que la vida transcurra de la mejor manera”, agregó.

En la dirigencia se intentó demostrar tranquilidad, pero fue difícil. “Hay que asimilar esto, nos va a costar”, dijo ayer el precandidato Yamandú Orsi -y señalado como el elegido de Topolansky y Mujica- luego de escuchar al expresidente, que dejó en la sala un silencio atronador tras culminar su intervención. Luego, el exintendente de Canelones definió a Mujica como “un guía desde todo punto de vista”.

El expresidente venía siendo también un gran “llamador”, simplemente haciendo presencia en los actos en favor del candidato. Por lejos, seguía siendo el más reverenciado, el más saludado y el más fotografiado.

Foto: Leonardo Mainé

Para Orsi, la intención de Mujica de seguir participando -mientras la salud se lo permita- en la militancia le aporta una suerte de “impulso” a la campaña. “Nos ayuda a tomar aire para seguir hacia la meta”, indicó.

Pese a que en los últimos años había bajado el ritmo, tras un liderazgo tan consolidado y abrumador como el que generó Mujica, fue difícil que surgieran dirigentes de similar respaldo.

Uno de los principales articuladores en el sector en los últimos tiempos fue y es el senador Alejandro Sánchez, que dijo haber atravesado la jornada de ayer con sensaciones encontradas de angustia y alegría. “Pepe es nuestro referente, y ahora dará una nueva pelea por la vida. Sabemos que seguirá peleando y que estará cerca de nosotros”, sostuvo.

Sánchez optó por valorar el gesto de Mujica de, en un momento límite como este, seguir pensando en los jóvenes y en el futuro. “Nos deja una enseñanza más”, aseguró.

Consultado sobre cómo actuará el MPP a partir del diagnóstico anunciado por Mujica, Sánchez explicó que el sector irá tomando decisiones paso a paso y con serenidad. “Pepe es y será genio y figura hasta la sepultura”, concluyó.

Otros dirigentes del MPP también resaltaron el mensaje que Mujica procuró dejar a la juventud. “Mucha fuerza Viejo querido”, le deseó el senador Daniel Caggiani, para quien el expresidente representa un “ejemplo de vida y compromiso”. Caggiani hizo suyo al mensaje del exmandatario, al afirmar que “la vida es tener una causa por la que vivir”.

Foto: Leonardo Mainé/El País.

En la misma línea fue su colega Charles Carrera, a quien Mujica dejó ayer con “un nudo en la garganta” pero también con un “mensaje de esperanza” dirigido a la juventud. “Que la vida es preciosa y no se termina si hay quien tome la posta y levante tus banderas”, aseguró el senador.

El presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, optó por dejarle un simple mensaje a Mujica: “te quiero, querido compañero”.