Redacción El País
Durante la edición de ayer del programa Santo y Seña, se mostró una entrevista realizada por la periodista Patricia Martín, en la que el narcotraficante Sebastián Marset contó su versión de los múltiples casos en los que se ha visto involucrado, incluido cuando le fue otorgado un pasaporte uruguayo estando preso en Dubái.

Una de las preguntas que surgieron al momento de hacerse pública la entrevista fue cuáles eran las intenciones de Marset al hablar con la prensa uruguaya. Parte de esta pregunta fue respondida en el correr del programa cuando el narco dijo que su deseo es que su familia pueda entregarse en Uruguay si es que existen garantías para que no sean extraditados.

“Si mi familia tuviera garantías para entregarse en Uruguay lo harían”, dijo completando con que quiere “que se haga justicia” porque a ellos “no los mezcló” con sus negocios y asegura que “nunca tuvieron nada que ver”.

El abogado de la familia, Santiago Moratorio, explicó que se han llevado a cabo reuniones con la Fiscal Mónica Ferrero y también con autoridades del Ministerio del Interior con las intenciones de plantearles esta situación aunque aseguran no haber recibido respuestas por el momento.

“Si les quieren poner tobillera electrónica y un policía las veinticuatro horas hasta que termine la investigación me parece bien”, dijo Marset. Su intención es que no sean extraditados a Paraguay, donde se está investigando por distintos delitos tanto a su esposa como a su hermano y cuñado.

Desde la Policía uruguaya se notificó en los últimos días que Interpol Paraguay había dado de baja en setiembre la alerta roja correspondiente a estas tres personas. Por este hecho están siendo investigados actualmente 17 funcionarios policiales de Paraguay.

Con respecto a este episodio dijo no haber gastado “ni un solo dólar” ya que asegura haber estado amparado por la ley. “Si hubiese tenido que poner plata lo hacía, pero no fue necesario”, dijo durante la entrevista. Se refirió al hecho que generó tanto revuelo en Uruguay diciendo que “fue polémico porque eso quisieron los políticos”, haciendo referencia a los mensajes que provocaron la renuncia de dos ministros, dos subsecretarios y el asesor de presidencia.

Según el relato de Marset, quien se encargó de tramitar el pasaporte con la ex cónsul en Abu Dabi, Fiorella Prado, fue su esposa Gianina García debido a que él se encontraba preso. Además, asegura que no se trató de un trámite exprés sino que duró algunos meses. “Sentí que en Uruguay no me quisieron ayudar con nada”, dijo.

“Hay muchos países en los que los narcos financian campañas políticas y que viven del dinero del narcotráfico”, dijo luego de que Martín le pregunte sobre si tenía conocimiento de estas situaciones.

Al ser consultado por Uruguay, aseguró que “dentro de Latinoamérica es el país menos corrupto, aunque algunas personas hay”, y complementó con que de su parte “nunca fue dinero para ningún político de Uruguay”.

Foto: Santo y Seña (canal 4)/Captura

Con respecto a su escape de Bolivia durante una operación que tenía como objetivo su captura, confirmó que alguien le había dado aviso. “Agarré algunas valijas con ropa y nos fuimos rápido, si dicen que no encontraron nada es porque se lo quedaron ellos”, dijo apuntando contra el gobierno y la Policía boliviana.

Aprovechó para dejar algunos mensajes como que “el narcotráfico no solo vive de los narcos”, haciendo referencia a que desde altos cargos políticos y policiales existe ayuda.

Uno de los altos cargos que salió contra Marset en las últimas semanas fue el ministro de Gobierno boliviano, Eduardo del Castillo, quien lo trató de mentiroso. En respuesta a esto, el narco dijo que “procesaron gente inocente” y que “a Tío Rico lo tienen incomunicado porque puede contar muchas verdades de políticos corruptos” de Bolivia.

A partir del surgimiento del “caso Marset”, varios jerarcas han estado en la lupa de la opinión pública debido a cuestionamientos sobre posibles responsabilidades en la entrega del pasaporte que permitió a Marset -que antes había intentado utilizar un pasaporte paraguayo falso- escapar de Dubái, donde había sido detenido.

En diciembre de 2022 renunció la vicecanciller, Carolina Ache, debido a polémicas por esta entrega.

Recientemente, luego de la publicación de audios y capturas que provocaron la renuncia de otros integrantes del gobierno, Ache expresó que su renuncia fue debido a “no haber estado dispuesta a ocultarle comunicaciones a la Justicia” y por haberse “negado a cometer un delito”.

Su declaración en Fiscalía, junto con audios y capturas de pantallas, derivó en primera instancia en la renuncia del entonces ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, quien según Ache intentó ocultar información e interferir en la investigación judicial.

En un comunicado que entregó a la prensa luego de declarar en Fiscalía, Bustillo la acusó de actuar con “mala fe” y dijo que “aunque las cosas no son como se las ha mostrado”, sí eran “lo suficientemente sensibles como para haberle presentado la inmediata renuncia al señor presidente”.

A raíz de ese episodio, también comenzaron a temblar los nombres de los entonces ministro del Interior, Luis Alberto Heber, del subsecretario del Interior, Guillermo Maciel, y del asesor presidencial Roberto Lafluf.

En el caso de este último, las pruebas presentadas a Fiscalía dejarían ver que pidió a Ache y a Maciel que borraran chats en los que se advertía la peligrosidad de Sebastián Marset.

Foto: Canal 4/Captura

De los audios se desprende que el ex asesor presidencial citó “a pedido del presidente” tanto a Ache como a Maciel a una reunión en Torre Ejecutiva, donde realizó el pedido. Sumado a esto, Ache declaró que Lafluf habría “destruido” un protocolo, por lo que le pidió que lo volviera a entregar.

Tras tomar estado público el tema, el presidente Luis Lacalle Pou dio una conferencia de prensa el 4 de noviembre para anunciar que aceptaba las renuncias de los jerarcas mencionados. De igual manera, dijo tener la convicción de que ellos “no tienen ninguna responsabilidad legal”.

Por parte del exministro Luis Alberto Heber, la renuncia no se debió a una implicancia directa con el caso, sino que se trató de “circunstancias políticas”, según dijo en conferencia el exsecretario de Estado, en la que también defendió su gestión y agradeció al presidente por su confianza. Por último, la de Guillermo Maciel se basó en que también fue implicado en el ocultamiento de información con respecto a su comunicación con Ache.