El nuevo gobierno y los desafíos en política exterior: una región expectante por Trump y la crisis venezolana

El futuro del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea es uno de los grandes temas pendientes. El nuevo gobierno asumirá en medio de gestiones para la paz en Gaza y Ucrania.

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Cumbre del Mercosur
Presidentes: José Raúl Mulino de Panamá, Santiago Peña de Paraguay, Lula da Silva de Brasil, Lacalle Pou, Luis Arce de Bolivia
Foto: Mercosur

Uruguay fue ayer uno de los últimos en votar en la temporada de elecciones 2024 en el mundo, donde casi la mitad de la población del globo concurrió a las urnas en al menos 70 países.

El nuevo gobierno asumirá el 1° de marzo, expectante por un segundo mandato de Donald Trump en Estados Unidos, luego de un primero en el que el republicano miró poco hacia el sur de América Latina. Trump tomará posesión el próximo 20 de enero, casi un mes y medio antes de que Luis Lacalle Pou le pase la posta al presidente electo.

En su primer mandato (2017-2021) la gestión de Trump hacia América Latina estuvo muy concentrada en frenar la migración ilegal hacia Estados Unidos -incluido el inicio de la construcción del muro en la frontera con México-, y la presión hacia lo que su gobierno denominó la troika de las dictaduras en la región: Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Este segundo mandato pinta muy parecido, salvo que Trump pondrá al frente de la política exterior a un latino: Marco Rubio, senador republicano nacido en Miami pero de origen cubano, será el secretario de Estado.

Rubio es fuertemente crítico de los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Está preocupado por la influencia china en la región latinoamericana, apoya fervientemente a Israel y si bien criticó la invasión rusa a Ucrania entiende que este país debe acceder a entablar conversaciones de paz con Vladimir Putin.

Como senador, Rubio ha hablado de estrechar la relación con Uruguay. En 2022 escribió una columna en la que señaló que “mientras el 35% de los productos uruguayos van actualmente a China, y mientras el Partido Comunista de China -el mayor adversario geopolítico de Estados Unidos- corteja al gobierno uruguayo con un potencial acuerdo de libre comercio, Uruguay permanece accesible a equilibrar su comercio realizando más exportaciones hacia Europa y Estados Unidos”.

“El fortalecimiento de nuestra relación bilateral con Uruguay no solo fortalecería a la coalición democrática en el hemisferio occidental, sino que también minimizaría la influencia antiestadounidense de Pekín en nuestra región”, agregó Rubio.

“Estados Unidos debe ampliar la cooperación con Uruguay en temas de seguridad, espaciales y en la lucha antidrogas”, especificó.

Carmen Porteiro, presidenta de la UEU
Carmen Porteiro, presidenta de la Unión de Exportadores.
Foto: Leonardo Mainé

Los exportadores uruguayos esperan los primeros pasos de la nueva administración Trump. “Estamos expectantes acerca de la agenda del futuro presidente de Estados Unidos en materia comercial. Hay cuestiones que en su gobierno anterior se anunciaron y no llevó a la práctica; la cuestión es que en este período tendrá otro respaldo en el Congreso, que quizás le permita llevar adelante medidas más radicales. Veremos qué ocurre en materia de aranceles, algo que es preocupante, pero también con la política monetaria. Lo que ocurra con la tasa de interés es muy importante, nos puede impactar en la estructura de costos, pero también en el endeudamiento a nivel país y como consecuencia, en las finanzas públicas. Un fortalecimiento del dólar también influye en el precio de las materias primas, allí puede haber un factor de preocupación también”, dijo al suplemento Economía & Mercado la presidenta de la Unión de Exportadores, Carmen Porteiro.

El interés de la administración Trump en América Latina probablemente sea “bastante acotado” y se focalizará en México y Cuba y “cada vez menos” en Venezuela, ha opinado por su parte Ignacio Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales. Bartesaghi comentó que tanto Trump como Rubio han mostrado interés en el “fenómeno (Javier) Milei”, pero que no está claro si más allá de los “halagos”, Argentina se beneficiaría de alguna manera concreta de que la administración Trump vea con buenos ojos al presidente argentino. A juicio de Bartesaghi, la política exterior de Trump “no tendrá tanta retórica y sí bastante acción”. El presidente republicano se manejará “con una lógica de pragmatismo”, valoró.

La consolidación de las dictaduras en Nicaragua y Venezuela está preocupando cada vez más en la región. Nicolás Maduro iniciará el 10 de enero un nuevo mandato tras las elecciones fraudulentas de julio pasado, y sin reconocimiento de la comunidad internacional, salvo algunos aliados políticos (Cuba, Nicaragua, Rusia, Irán, China).

Ignacio Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales. Foto: Gianni Schiaffarino
Ignacio Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales.
Foto: Gianni Schiaffarino

En Nicaragua, el dictador Daniel Ortega está reformando la Constitución para concentrar todo el poder junto a su esposa y futura “copresidenta” Rosario Murillo. Tal poder acumularán Ortega y Murillo que la nueva Constitución le hace honor a una frase de Mussolini de hace un siglo: “Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado”.

El nuevo gobierno uruguayo convivirá con los dos últimos años de gestión en Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva, y con los tres años que le quedan a Javier Milei en Argentina. Dos vecinos cuyos presidentes no tienen buena relación. De hecho, apenas la institucional. La frialdad con que se trataron en la reciente cumbre del G20 en Río de Janeiro lo demostró. Situación que se repetirá en la cumbre del Mercosur de la próxima semana en Montevideo.

El Mercosur tiene un gran tema en la agenda que el presidente electo deberá abordar con sus socios regionales: la oposición de Francia y otros países europeos a ratificar el acuerdo Mercosur-Unión Europea.

“Dije de manera muy sincera y muy clara al presidente argentino que Francia no firmará a día de hoy este tratado con el Mercosur en su forma actual”, aseguró el presidente francés Emmanuel Macron, en el marco de su visita a Argentina luego del G20 en Río. “Y el propio presidente Milei me ha dicho que él tampoco estaba satisfecho con este acuerdo ni con el funcionamiento actual del Mercosur”, agregó Macron.

Argentina tiene elecciones legislativas en 2025, que pueden condicionar los próximos dos años de Milei en función de los apoyos que conserve en el Congreso, y en cómo siguen sus reformas económicas y sus efectos en Uruguay.

Fuera de la región, el nuevo gobierno asumirá cumplidos tres años de la guerra en Ucrania que comenzó el 22 de febrero de 2023 con la invasión rusa, y a un año y medio de la guerra en Gaza que inició la organización terrorista Hamás con su ataque del 7 de octubre de 2023.

En ambos conflictos se puede dar un giro coincidiendo con la nueva administración en Uruguay a partir de las gestiones que ya inició Trump para acuerdos de paz. De ser así, dos problemas menos.


El presidente Vladimir Putin y los participantes de la cumbre BRICS asisten a una cena informal en Kazán
El presidente Vladimir Putin y los participantes de la cumbre BRICS asisten a una cena informal en Kazán
Foto: AFP
Frente Amplio

Integración regional y alianza con los BRICS

Las Bases Programáticas del Frente Amplio para el período 2025-2030 reiteran la histórica posición de la izquierda uruguaya contra el “imperialismo” de Estados Unido, y propone sumarse a bloques económicos como los BRICS, donde están Rusia, China y Brasil.

“El mundo actual se caracteriza por cambios relevantes en las relaciones de poder mundial, lo que genera importantes inestabilidades e incertidumbres. Estados Unidos y sus aliados se resisten a perder su hegemonía a nivel global, ante el avance de potencias emergentes”, dice el FA. Y agrega que “en este escenario internacional, tampoco América Latina escapa a dicha serie de cambios vertiginosos a partir de una nueva ofensiva imperialista y surgimiento de sectores de ultraderecha”.

“Vivimos en un mundo en donde el imperialismo norteamericano y sus aliados de la OTAN ponen en riesgo la supervivencia del planeta”, dice.

El FA insiste en denunciar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), “por ser hijo de la guerra fría y su concepción de que nuestros países son el patio trasero de Estados Unidos”.

También señala que Uruguay debe “prestar atención y estudiar la pertinencia de apoyar iniciativas que desafían el orden unipolar por el que se han regido las relaciones internacionales y el comercio mundial en las últimas décadas, tales como el foro de los BRICS, su nuevo banco de desarrollo, y la iniciativa de la franja y la ruta”.

“A su vez -agrega-, nos seguiremos oponiendo a la militarización de la región a través de la instalación de bases de EE.UU., de la OTAN y de cualquier otra potencia con pretensiones hegemónicas”.

Bajo el subtítulo “Un Uruguay abierto a integrado con la región y el mundo”, el FA sostiene que “es momento de avanzar en la unidad” de América Latina y el Caribe. “El mundo se encamina hacia la conformación de una nueva multipolaridad en la que países, organismos internacionales como los BRICS, asociaciones de países y otros, definen nuevas relaciones económicas, comerciales, financieras, monetarias y hasta en materia energética, reagrupándose e intensificando la cooperación entre ellos. En este contexto cobra mayor vigencia al integración regional”.

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