Redacción El País
En octubre de 2024, Pablo Mieres competirá por quinta vez como candidato a la Presidencia de la República. Lo hará de nuevo con el Partido Independiente, fuerza política que fundó en 2002 y que consecutivamente ha confiado en él como único postulante al máximo cargo ejecutivo.

Después de haber logrado su mejor votación en 2014 -que le permitió conquistar una banca en el Senado y tres en Diputados- las elecciones de 2019 fueron un revés para el Partido Independiente, que apenas retuvo una de las bancas en la Cámara de Representantes.

No obstante, casi cinco años después, el mal trago quedó atrás para Mieres y sus socios, que buscarán jugar una carta a su favor al pedirle apoyo a la ciudadanía: la gestión de sus dirigentes en el gobierno de coalición, liderado por Luis Lacalle Pou.

“Históricamente, el partido era un partido parlamentario, que pedía el voto para aumentar sus bancas en el Parlamento. Ahora somos un partido de cogobierno y además mostramos que gestionamos bien en los cargos donde nos hemos desempeñado, y eso es reconocido. Tenemos allí una posibilidad de recoger apoyos que es mucho mayor que la de antes”, indicó Mieres a El País.

Esta fue una de las claves de la Convención Nacional del Partido Independiente, que se celebró el 2 de diciembre. Allí se repasaron los “logros” de Mieres como ministro de Trabajo y Seguridad Social; de Daniel Radío como presidente de la Junta Nacional de Drogas; de Conrado Ramos, al frente de la Oficina Nacional del Servicio Civil; y de Mónica Bottero como presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres; entre otros dirigentes que ocupan cargos ejecutivos.

A su vez, esa instancia fue el primer gran mojón hacia la campaña que se avecina, pues allí se aprobó el programa de gobierno, diseñado por más de 100 técnicos que se organizaron en unidades temáticas.

Según dijo, Mieres tiene decidido mantenerse en el rol de ministro hasta marzo y -después de acordar la fecha con Lacalle Pou- renunciar para poder recorrer el país con este documento en la mano.

Las ideas son varias, pero el candidato destacó la importancia de “continuar y profundizar” la llamada transformación educativa, una reforma que puso en marcha el actual gobierno. Según Mieres, después de que el Frente Amplio la rechazara en distintas oportunidades e incluso en declaraciones formales, “este es uno de los grandes asuntos que marcarán la diferencia entre que la coalición renueve un mandato o gane la oposición”.

“No tengo ninguna duda de que (esta reforma) se frenará si ganan, porque además lo han dicho. Nosotros creemos que no está terminada, que le faltan obviamente muchos más pasos y que la clave del próximo período es que haya una aceleración de la transformación educativa”, apuntó Mieres.

Como se verá, esta meta se sustenta en ideas diseñadas por Javier Lasida, el actual presidente del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, la doctora en Educación Denise Vaillant y Juan Pedro Mir, el exdirector nacional de Educación, que después de décadas de militancia en filas frenteamplistas se sumó al Partido Independiente semanas atrás.

Sin embargo, hay otras ideas que para el Partido Independiente son vitales. Por ejemplo, la reducción de la pobreza infantil, traducida en compromisos a corto y largo plazo. “Hace décadas que en Uruguay, con gobiernos de todo tipo, la pobreza infantil duplica el porcentaje de pobreza de la población en general. (Revertirlo) implica focalizar transferencias, fortalecerlas en las familias que tienen niños chicos. Con el agregado de que la tasa de natalidad ha caído y es bajo el número de nacimientos, el objetivo a largo plazo es ‘pobreza infantil cero’. Pero en el próximo período se puede reducir a la mitad, y eso está analizado y estudiado por nuestros técnicos de manera seria y con fundamentos”, afirmó el secretario de Estado.

El programa se complementa con propuestas en materia económica e incluso contempla la posibilidad de crear dos ministerios.

Mieres reconoció que la llegada a los votantes más jóvenes es un “desafío”, al igual que lograr “una mayor participación” militante, aunque aseguró que en el partido ya están trabajando para superar esos potenciales obstáculos.

¿Qué perfil tienen los votantes de esta fuerza política en las mediciones hechas para 2024? El director ejecutivo de la consultora Factum, Eduardo Bottinelli, señaló que como el número aún es chico, “no es posible sacar conclusiones” tajantes. No obstante, precisó que “no aparecen sesgos por edad ni por sexo, ni tampoco es tan marcado por clase social. Lo único que aparece es que es un perfil que se autoidentifica al centro del espectro ideológico y con un interés medio a alto en política”. El Partido Independiente confía en que superará con creces la marca de 2019, cuando fue votado por 23.580 ciudadanos. Por ejemplo, en la última encuesta de Factum, 3% de la muestra aseguró que votaría este lema si las elecciones nacionales fueran el próximo domingo. Ese porcentaje es el mismo que obtuvo en 2014, cuando mejor le fue al partido.

El objetivo de continuar y profundizar la reforma educativa se expresa, por ejemplo, “en la necesidad de extender el tiempo pedagógico en los quintiles 1, 2 y 3, para que todos tengan posibilidad de tener escuelas de tiempo completo”, explicó Mir.

Asimismo, desde el Partido Independiente proponen “llevar la transformación educativa concretamente a territorio, donde -según el exjerarca- todavía hay cierta fragmentación de las propuestas educativas”.

El programa de gobierno plantea que se desplieguen 25 espacios donde articulen Primaria, Secundaria, la Universidad del Trabajo, el Ministerio de Desarrollo Social y el Sistema Nacional Integrado de Salud, atendiendo con mayor precisión las necesidades específicas de cada región.

Otro punto fundamental es acompañar a los 800.000 uruguayos que no han terminado la educación media superior y tienen entre 20 y 50 años, generando instancias específicas de acompañamiento y acreditación de saberes.

Por último, Mir señaló uno de los “déficits” de la transformación educativa. En su opinión consiste en que no fue acompasada por una transformación del Estatuto del Funcionario Docente, por ejemplo, previendo instancias de reconocimiento de las trayectorias profesionales.