"El problema del Partido Colorado es que no tiene liderazgo", dijo Silva, que será precandidato tras renunciar a ANEP

En entrevista con El País, el impulsor de la transformación educativa habló de cómo observa a su partido y dio detalles de su nuevo proyecto político.

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Robert Silva, precandidato por el Partido Colorado.
Robert Silva, precandidato por el Partido Colorado.
Foto: Leonardo Mainé/El País

A pocos días de su lanzamiento oficial y de su renuncia a la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva recibió a El País en su casa de la Comercial. Tomando mate, junto a su perra Sasha, habló de la decisión de aterrizar en la arena política, de cómo observa a su partido, las políticas que buscará impulsar, así como respondió a las críticas contra la transformación educativa que gestó.

-¿Cómo afectan las denuncias realizadas en las últimas horas por la exvicecanciller Carolina Ache?

-Es una situación compleja, grave, por eso el sector Ciudadanos se manifestó esperando que regrese el presidente de la República y esperó su pronunciamiento. Los hechos que acontecieron se deben esclarecer, sobre todo ante la opinión pública.

-En el filo del plazo constitucional, dio un paso al costado en la ANEP. ¿Fue la decisión más difícil que tomó?

-De mi trayectoria profesional, sí, porque me llevó un largo proceso de reflexión. Primero, por el rol que estaba cumpliendo en ANEP, y segundo por lo que implicó familiarmente luego de algunas cuestiones vividas. Renunciar implicaba no solo trabajar por la educación desde afuera, sino también una situación familiar que debió ser conversada.

-¿Qué lo llevó a tomar la decisión de ser precandidato?

-Lo que hubo fue primero una visión y convicción de que logramos hacer cosas muy buenas en educación y que esa transformación educativa tiene que continuar. Luego, también, el pedido de mucha gente, compañeros de partido y en general. Sobre todo porque creo que el país no puede volver a pasar, como en 2006, que fue en la educación una paralización y un retroceso en todo un proceso de cambio que venía gestándose desde la reforma de (Germán) Rama. Cuando unos te dicen que podés ser un elemento importante a jugar para que haya cinco años más de gobierno de coalición, te lleva a la reflexión.

-¿Antes de tomar la decisión, lo habló con Pedro Bordaberry, quien no confirmó aún si será o no también precandidato?

-No.

-¿Qué cree que puede ocurrir si el exsenador vuelve a la política?

-Siempre creo que las personas tienen un espacio, y más aquellas valiosas como Pedro Bordaberry, en el partido de la libertad, que es el Partido Colorado. Todo aquel que esté motivado, que tenga ganas y algo para aportar en un proceso de reconstrucción partidaria y de proyección de políticas públicas a futuro en un nuevo gobierno, creo que todo partido, y más el colorado con su tradición, le tiene que dar la bienvenida.

-El martes que viene lanzará formalmente su precandidatura. ¿Cuándo comenzó a pensar en esta opción?

-Hace mucho tiempo que está el tema sobrevolando, que siempre digo, escapa a lo que uno puede pretender, porque cuando la gente empieza a hablar el tema se te va de control y a mí me lo preguntaron durante mucho tiempo en la prensa. Hará unos dos o tres meses que empecé seriamente a pensar la posibilidad, y se tomó la decisión.

-¿Qué puede adelantar acerca de su próximo lanzamiento?

-No va a ser un acto político tradicional, sino un evento con mucha participación de gente que se está sumando al proyecto con algo distintivo. Vamos a sorprender con algunos acompañamientos que no están estrechamente ligados a la política. La campaña nuestra será abierta, inclusiva. Queremos que invite, que enamore, porque las cosas en la vida hay que hacerlas con pasión.

-¿Cuáles son las líneas fundamentales de su propuesta?

-En la canción que vamos a poner el martes lo sintetizamos en cuatro cosas: somos manos con tierra, corazón con cicatrices, visión con esperanza y futuro con raíces. Eso es muy importante porque marca la posibilidad de generar un proyecto que tiene antecedentes, que se proyecta a partir de un pasado que reconoce, de tradiciones que valora, pero que sabe que el gran desafío está por venir.

-¿En qué áreas, por ejemplo, busca poner el foco?

-Hay que tener una sintonía muy importante entre educación y trabajo. Es sustantivo e implica tecnología, innovación, ciencia, dar el salto al desarrollo. De lo que llaman la economía del conocimiento. Hoy más que nunca tenemos que trabajar por ello.

-¿Le preocupa cómo vienen mostrando las encuestas a su partido?

-El Partido Colorado tiene una tradición de que aparece en las encuestas de determinada manera, siempre a la baja, pero luego repunta. El problema del partido es que no tiene liderazgo. Tuvo la grave situación con Ernesto Talvi que se fue a meses del gobierno, y tuvo la situación incluso con Pedro (Bordaberry), que se retiró, siguió siendo senador, pero dijo que no iba a hacer más política dos años antes de las últimas elecciones. El partido tiene una situación compleja y si venimos a la política es para liderar el Partido Colorado y fortalecerlo desde sus bases, sus raíces.

-¿Cómo ve el papel de su partido dentro de la coalición?, ¿debería ser más crítico?

-Sigue la herencia maravillosa de José Batlle y Ordóñez, que nos enseñó a todos que primero está la República. Esa ha sido la trayectoria del partido. Ha tenido hombres y mujeres en el gobierno que han trabajado muchísimo por generar un espacio de respeto a la institucionalidad y sobre todas las cosas, algo que me parece es bien importante: destacándose. Alejandro Stipanicic, Gabriel Gurméndez, Isaac Alfie; y equipos en varias áreas, que estuvieron en los ministerios de Ganadería, Ambiente y Turismo. Hay gente que trabaja muy bien, con mucho compromiso y lealtad al gobierno. Eso creo que a veces son cosas que faltan.

-Buscó generar dentro de su partido un paraguas más grande. ¿Qué apoyos está construyendo?

-Mi candidatura se gesta desde Ciudadanos y tiene el apoyo casi unánime de todo el sector. Tenemos que dar cabida bajo un paraguas a nuevos sectores y agrupaciones. De hecho, el viernes en Rocha una agrupación de Batllistas ya se pronunció públicamente que apoya mi precandidatura, y lo mismo va a pasar en varios departamentos del país. Pero tenemos que trascender las fronteras del Partido Colorado y salir en la búsqueda de aquel ciudadano que más allá del partido, vota al proyecto y la persona que lo lidera.

-¿Su proyecto político es similar al de Talvi?

-No. Tiene una base, sin duda, de lo que fue un muy buen programa de gobierno. Nosotros queremos seguir la línea de presentarle a la ciudadanía un proyecto de país y ya hemos constituido los equipos técnicos que comenzaron a trabajar, pero apunta también a la atención específica de algunos temas trascendentes para la sociedad.

-Usted ha dedicado su vida a la educación, ¿en qué otras transformaciones se enfocará?

-Hay que trabajar fuertemente por el mundo del trabajo y generar mayores oportunidades en una sociedad que está en permanente cambio. Conjuntamente con ello, también trabajar en la infantilización de la pobreza. Uruguay tiene 20% de pobreza infantil, que se agudizó en algunos aspectos con la pandemia, pero que ya tenía. Hay que hacer un conjunto de políticas sociales focalizadas donde juega un rol estratégico la articulación de los organismos que tienen responsabilidad social.

-¿Quiénes son los principales asesores en materia de seguridad, economía y política exterior?

-Estamos conversando con muchas personas que nos parece significativo que nos ayuden, permitiéndonos hacer público su apoyo. En políticas sociales, tenemos un equipo formidable liderado por Antonio Manzi -que hoy trabaja en el Mides-, y en seguridad se están incorporando, pero está Diego Sanjurjo -ya en el Ministerio del Interior-; en otras áreas tenemos distintos nombres. Hay 20 o 25 coordinadores temáticos. Hemos puesto públicamente la inscripción y tenemos cientos de personas que se han sumado a través de un formulario Google. Quiero tener la certeza de que los nombres los puedo dar, hay gente muy potente que se ha sumado. Incluso gente que viene por fuera del Partido Colorado, pero lo vamos a anunciar oportunamente.

-Se fue de ANEP con una reforma educativa en curso. ¿No faltó más tiempo de discusión? Hubo críticas de que se salió a las apuradas y sin un plan piloto...

-En agosto de 2020 presentamos al Parlamento el plan de desarrollo educativo y dimos un cronograma. Quien dice que todo se adelantó por las elecciones, no leyó el plan. También hubo más participación que en cualquier proceso de reforma anterior. Quien tenga evidencia de lo contrario que venga y lo presente. Lo que sí hubo, que algunos no estaban acostumbrados, fue la adopción de decisiones, asumiendo el costo y la responsabilidad. Muchos querían permanecer en el estado de asamblea permanente, lo que caracterizó a la educación en los últimos tiempos. Si la enorme mayoría de los docentes no estuviera de acuerdo con lo que hemos propuesto, no se estaría haciendo y sin embargo se está desarrollando.

-El País informó semanas atrás que la Asamblea Nacional de ATD marcó en su informe que dos de 240 ATD de Secundaria estaban a favor de la reforma en bachillerato que usted impulsó...

-Ese dato es falso. La ATD nacional de Secundaria nos dio a conocer sendas y buenas recomendaciones que muchos liceos ponen en sus informes de cómo mejorar. Pero además, no es cierto que solo dos se pronunciaron a favor, fueron casi 30, con matices y sugerencias.

-¿No es poco 30 de 240?

-En contra no es el resto, porque hay 92 liceos que no se pronunciaron. Como todo en la vida, hay matices. Yo me preocupé y me ocupé de pedir los informes de los liceos, y de leerlos. Y digo, lo que salió públicamente y se dijo de que 240 estaban en contra, yo lo considero una mentira.

-Entre los cuestionamientos a su plan es que en realidad prepara a los alumnos para el mundo laboral, perdiendo espíritu crítico y que se busca subir el porcentaje de egreso. ¿Qué perfil de alumnos van a salir de los liceos a partir de la reforma?

-Hace más de 40 o 30 años que estamos escuchando el mismo discurso filosófico y ortodoxo, igual. Mientras seguimos discutiendo ortodoxia, pura y dura, son miles los que abandonan el sistema educativo, que no tienen comprensión lectora y no mejoran sus aprendizajes en general. (Ahora) va a ser un perfil en donde el estudiante va a tener un conjunto de competencias, aptitudes, destrezas, para poder insertarse mejor en la sociedad y construir su proyecto de vida.

-¿Por qué invitó a debatir a Yamandú Orsi en los últimos días?

-Leí que dijo que la transformación es una improvisación tras otra. Es una grave ofensa a miles de docentes que están trabajando en ella. No hay que tirar cañitas voladoras. Nos pone en evidencia que estamos ante el peligro inminente de que nos pase en 2025 o 2026 lo que ocurrió en 2006. Veinte años después del gran retroceso que la educación pública tuvo, estamos ante un riesgo inminente porque el candidato Orsi adelantó que no va a atender la voluntad de la ciudadanía que estableció una nueva forma de gobernanza de la educación y va a volver a los consejos. En buen romance, dijo que va a volver al estado de asamblea permanente. ¿Vamos a volver al pasado como propone Orsi o vamos a proyectar futuro?

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