Redacción El País
Se viven horas clave dentro de la cúpula del gobierno tras el escándalo por la difusión de chats sobre el caso Marset que comprometen a jerarcas. Las repercusiones que tendrá lo que pasó y las decisiones que tome el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, serán claves tanto para el espectro político como para la imagen del país en el exterior.
El politólogo y presidente de la consultora Factum, Oscar Bottinelli, remarcó este viernes que es importante diferenciar entre el impacto de este escándalo en la gente y la conmoción dentro del medio político.
“Muchas veces ocurre que grandes acontecimientos impactan al otro día y a veces hay una sucesión de hechos. Pasó en el caso de (Raúl) Sendic, al final termina detonando por una cosa no tan grave, pero había ocurrido una acumulación. Este es un acontecimiento importante, ruidoso, porque está afectando a un hombre clave en la presidencia de la República, ministros y viceministros”, detalló Bottinelli en diálogo con Arriba Gente (Canal 10).
En tanto, el escándalo “ha creado una conmoción en el medio político y lo que lo rodea, los medios de comunicación” en forma inmediata.
¿Se puede hablar de crisis institucional? “No. Crisis institucional es cuando quiebran las instituciones. Acá puede haber una afectación de la forma de manejo. Esto parte de una interpelación en la Cámara de Senadores, toma acción la Fiscalía… Se canaliza todo dentro de las instituciones. Hay sí una crisis política y es un hecho que en principio golpea al presidente de la República”, explicó el politólogo.
Esta sucesión de hechos afecta directamente a hombres “de confianza política” de Luis Lacalle Pou: el ministro del Interior, Luis Alberto Heber; y el ministro de Relaciones Exteriores, designado personalmente cuando renunció Ernesto Talvi, Francisco Bustillo. También implica a Guillermo Maciel, hombre de confianza del ala herrerista, lo que constituye que se afecte “el cerno del presidente”.
Capítulo aparte es el caso del asesor de comunicación presidencial, Roberto Lafluf, a quien Bottinelli describió como “uno de los hombres más importantes de este gobierno, el alter ego del presidente”.
“Es el hombre que participa en las reuniones del Consejo de Ministros, con senadores y diputados de la coalición, quien dice qué hay que hacer y cuál es la estrategia. Es un estratega comunicacional”, detalló el politólogo.
“No hay ninguna iniciativa de ley, decreto, resolución o decisión del presidente de la República que no haya sido acordado con Lafluf y al revés, decisiones que él frena por recomendación de Lafluf. Es un rol en la penumbra, que ejerce poder con cierto silencio, es un hombre brillante que le da al presidente un sostén importantísimo”, remarcó y agregó que Lafluf y Lacalle “funcionan de una manera muy armónica”, “piensan parecido y se entienden muy bien”. “Él es un hombre más técnico y Lacalle un político de acción”.
Consultado por si Lafluf podría haber convocado de motu propio a los vicecancilleres para recomendarles eliminar información clave, sin conocimiento de Lacalle, Bottinelli explicó que es posible “porque el presidente le da tácitamente plenos poderes, eso es normal”. En tanto, si Lacalle sabía o no lo que estaba pasando “lo tiene que determinar la Fiscalía”.
El silencio de Lacalle y la imagen del escándalo a nivel internacional
Consultado por la repercusión internacional de este escándalo, Bottinelli resaltó que hoy la prensa mundial enlaza la difusión de los audios con algo más grande.
"El relato vincula inmediatamente esto que ocurre acá con Paraguay, con Cartes con Marset acusado del asesinato del fiscal Marcelo Pesci… La prensa internacional está haciendo un mix que es bastante complicado como afectación de imagen del Uruguay y no se ve como una crisis interna sino que trasciende fronteras", opinó.
Además, el politólogo resaltó que llama la atención el silencio que mantiene el presidente de la República tras la difusión de los chats y la consecuente renuncia de Francisco Bustillo.
"Este silencio del presidente y su mano derecha (Roberto Lafluf) por un lado puede ser una estrategia, tomarse tiempo para ver qué hacen, apelar a que ya pasó otras veces que el ruido cae solo. No habló con todos los líderes de la Coalición, ni hubo una respuesta pública. En pleno siglo XXI, no es que espere que llegue el Yalta… Podría ser un mensaje de 10 minutos en un Zoom y dar una mínima explicación. Salió ayer y habla sobre la bondad de Uruguay en un foro, en el momento que está renunciando el canciller", resaltó Bottinelli y recordó que el plan original de Bustillo para este viernes era declarar en Fiscalía e "irse inmediatamente a EE. UU." a tener reuniones junto al presidente, algo que ya no va a ocurrir.
La postura de la oposición
Bottinelli destacó que desde algunos integrantes del Frente Amplio hubo "algún desafine" al mencionar un "juicio político al presidente". "Un ministro cualquiera puede caer por razones políticas o de confianza. Un juicio político al presidente es por delitos gravísimos. La Constitución hablaba específicamente de traición a la patria o cosas que diríamos “sobornos”, no por un chat. El único juicio fue hecho por Diputados a Jorge Pacheco Areco", enfatizó.
Sin embargo, resaltó que el FA, como coalición, "ha jugado en una combinación bastante afinada de firmeza y prudencia".
Las posibles destituciones
Finalmente, sobre las posibles destituciones que pueden darse en las próximas horas dentro de la cúpula del gobierno, Bottinelli manifestó que destituciones de ministros solo se han registrado tres: Santiago Vázquez en el siglo XIX; Enrique Erro en 1960 y Jorge Peirano Facio en 1969. "Lo normal es que pidan la renuncia". En ese sentido, en que tiene más cartas para hacerlo es el ministro del Interior. "Heber viene bastante golpeado, está muy en la cuerda floja y cuestionado", apuntó el director de Factum.
"El caso de Roberto Lafluf, si es un contrato privado, no es destituible y no se puede impedir que vaya a reunirse con Lacalle en Suárez o el apartamento que tiene al lado", sentenció.