SE VOTA

Sí, hay muchos que no quieren saber nada con estas elecciones. Y hay que votar igual porque, por más que hace unos días se presentó un proyecto de ley para eliminar la obligatoriedad -esta vez lo hizo el diputado del Partido Independiente Iván Posada, pero otros años lo han hecho otros-, el sistema político sigue sin decidirse a liberar a los más de 1.800.000 que hoy están convocados a las urnas, so pena de tener que pagar una multa de $ 1.200 o de $ 2.400 si se es funcionario público o profesional universitario.

Son muchos los que no quieren saber nada -el 52% no sabía ni cuándo es la fecha de los comicios, según una encuesta de Factum divulgada la semana pasada-, situación de la que son conscientes los siete candidatos a ocupar los cargos de directores sociales en representación de los tres órdenes -afiliados activos, jubilados y pensionistas, y empresas contribuyentes. Hay uno que, por ejemplo, lo dejó en claro en un tramo de una “carta a los electores” publicada el jueves: “Quizás hoy parezca tedioso tener la obligación de elegir, pero de tu voto depende que no sea solo el gobierno de turno el que resuelva sobre tus aportes, tu trabajo, tus derechos, sobre las asignaciones familiares, los subsidios o seguros, la edad de retiro o las pensiones”, escribió Ramón Ruiz, el postulante por el Pit-Cnt en el orden de los trabajadores dependientes.

La ignorancia fue algo que también palparon directamente los tres postulantes por el joven movimiento Un Solo Uruguay -que son el único grupo organizado que intentará un cargo en los tres sistemas-, cuando encargaron una encuesta cuyo resultado fue similar a la realizada por Factum. “Quisimos saber dónde estaba parada la cosa, y lo que vimos era que había un gran desconocimiento”, dice a El País José Pereyra, candidato por los empresarios.

Su competidor, Marcelo Ríos -que no tiene apoyo de un grupo político o social pero sí el de la mayoría de las cámaras empresariales y centros comerciales- no solo coincide con el diagnóstico -que es unánime-, sino que lo asume como un desafío a futuro del BPS en caso de obtener el cargo, ocupado hoy por la lista que representa. “El desconocimiento es general; hay que preparar bien las cosas, con más tiempo, para las próximas elecciones”, reconoce. “Tenemos que revertir esto, y que la población esté más informada”, insiste.

Héctor Morales, candidato en el orden de los jubilados y pensionistas que se jacta de no tener el apoyo de ningún grupo político, señala que en algunos casos el asunto es grave. “Hasta esta semana encontrábamos gente que ni siquiera sabía que si no iban a votar tenían que pagar una multa, cuando en muchos casos, en los que se cobran jubilaciones miserables de $ 15.000, pagar $ 1.200 es tener menos plata para comer”, lamenta.

Y todos saben, también, que el desinterés -que, está claro, no es de hoy sino de siempre-, más la obligatoriedad, se traduce luego en un alto porcentaje de votos en blanco y anulados, y un relevante nivel de abstenciones. De hecho, en las elecciones de 2016, un 37,5% votó en blanco o anulado, y si se analiza por orden en el caso de los activos y los empresarios, los que eligieron no votar o anular su voto fueron más que los que optaron por los candidatos. E incluso, en el sector empresarial, la gente que votó en blanco o anulado fue más de la mitad (51%).

En estas elecciones, como suele ocurrir en los comicios que no son nacionales o departamentales, no hay encuestas previas que permitan tener una proyección de votos, por lo que todos los candidatos repiten que se tienen fe, que son optimistas, que no ganar no es una opción.

Pero hay antecedentes.

Ruiz, por ejemplo, ya compitió contra Luis Lisboa en las elecciones pasadas. En aquella ocasión, el candidato respaldado por el Pit-Cnt obtuvo el 39,2% de los votos emitidos, mientras que Lisboa -que en aquel momento no contó con el respaldo del movimiento Un Solo Uruguay sencillamente porque todavía no existía- logró el apoyo de un 18,9%. “Esta vez se generó toda una movilización que no había ocurrido en otras elecciones, y creo que con el respaldo de Un Solo Uruguay se generó una expectativa y un mayor interés en la gente”, dice ahora Lisboa esperanzado, mientras que Ruiz, consultado al respecto, se remite a su carta dirigida a los electores. En ese texto, entre otras cosas, dice que su rival es representado por una “gremial agropecuaria”, mientras que su bando es el de los “trabajadores y trabajadoras”, y el que apunta a “una seguridad social más universal, justa y humana”.

Otro que conoce esta elección es el candidato del movimiento sindical para el sistema de jubilados, Sixto Amaro, que procurará una segunda reelección, pues también ganó en 2011. Su pronóstico es que lo volverá a lograr. “Desde el comienzo pensamos que íbamos a ganar, así que vamos a esta elección con toda la expectativa de seguir en el directorio”, dice Amaro, que es el otro candidato del Pit-Cnt, en representación de la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay.

En las elecciones pasadas ganó su lista al obtener un 48,8%, y vencer a la lista 2 -que entonces fue encabezada por Carlos Sarthou, postulante que perdió al obtener el 29,2%.

En el tercer lugar de aquella lista 2, que responde a la Coordinadora de Jubilados y Pensionistas del Uruguay, figuraba Morales, actual candidato, el que se jacta de no tener a ningún movimiento político respaldándolo explícitamente. “La expectativa que tenemos -cuenta a El País- es que la gente nos conoce, sabe quiénes somos, y que dedicamos toda la vida a la militancia”.

Morales apunta luego contra la candidata Virginia Vaz, pues no debe olvidarse que aquí también está la presencia de Un Solo Uruguay, y que por ende este orden -a diferencia del resto- cuenta con tres postulantes, algo que molesta especialmente a Morales. “Tenemos mucha bronca, porque parece que este movimiento quiere copar el BPS; son gente muy poderosa económicamente: pobre de nosotros si llegan a ingresar”, dice.

Vaz, por su parte, señala a El País que “la idea” es que los tres candidatos de Un Solo Uruguay trabajen “juntos” en caso de acceder al poder, y que confía, sobre todo, en terminar con la reelección de Amaro. Su compañero de sector, José Pereyra, que pelea por un lugar en el orden de las empresas contribuyentes, dice también que la propuesta colectiva del movimiento rural es algo que “no se esconde” y que, más allá del resultado, hay conformidad con los esfuerzos invertidos. Y eso, en su opinión -que también es la de sus compañeros- generó que estos comicios sean competitivos como no lo fueron “en los últimos 29 años”.

“Creo que colaboramos con el hecho de discutir el BPS, y que para las próximas elecciones van a tener que acostumbrarse y reconocer que la tendrán que pelear, porque si zafan en está, en la que viene no tendrán tanta suerte”, asegura.

Pereyra habla en plural en nombre del colectivo que lo respalda y en referencia a sus contrincantes, pero en el orden empresarial compite contra un solo candidato. Se trata de Ríos, la figura de un grupo está integrado por más de 100 cámaras empresariales y agrupaciones monotributistas, y representa de alguna manera la continuidad, porque este sector ocupa el directorio -aunque con diferentes nombres-desde hace 15 años

“Estamos tranquilos, porque hemos trabajado mucho e hicimos nuestro mejor esfuerzo para intentar que la representatividad de las cámaras empresariales y todo el sector empresarial quede justamente en manos de los empresarios”, dice Ríos, y agrega que su optimismo le permitirá “esperar con tranquilidad los resultados” de estas elecciones.

EMPRESARIOS

Marcelo Ríos (Lista 22):

“No tenemos vínculo con ningún otro sector, ni con ninguna línea política, y nos proponemos, con capacidad y conocimiento, estar cerca de los empresarios, con quienes tenemos un vínculo de cercanía”.

José Pereyra (Lista 26):

“El organismo está en muy malas condiciones, en una situación financiera compleja y que paga jubilaciones de hambre: esto se explica por una gestión deficiente”.

ACTIVOS

Ramón Ruiz (Lista 11):

“Nos gustaría que todos los candidatos nos dijeran dónde estuvieron estos cinco años. Aparecen solo cuando hay elecciones. Nosotros sacamos adelante la lucha por los cincuentones, que terminó con una ley que presentamos nosotros”.

Luis Lisboa (Lista 16):

“Nuestra idea es cambiar radicalmente los representantes sociales. Consideramos que fracasaron y cumplieron su ciclo; la gente además no los conoce”.

JUBILADOS

Sixto Amaro (Lista 1):

“Nuestra preocupación principal es la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados, cosa que no queremos que siga ocurriendo”.

Héctor Morales (Lista 2):

“Estamos en contra de las Afaps, de la reforma previsional y de las exoneraciones a grandes empresas”:

Virgina Vaz (Lista 6):

“Nos comprometemos a recorrer el país y escuchar los problemas de la gente”.