Elección polarizada en el Sindicato Médico del Uruguay

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Sindicato Médico del Uruguay. Foto: archivo El País.

LUCHA ELECTORAL

Las visiones de todos los candidatos sobre el rol del SMU y la pandemia del COVID-19 a menos de una semana de la votación.

Quizá en una de las etapas de mayor exposición y trabajo, el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) llevará a cabo unanueva jornada electoral el próximo miércoles en donde sus 8.000 socios deberán elegir qué agrupación estará al mando en el Comité Ejecutivo.

Gustavo Grecco, actual presidente por la agrupación Fosalba, termina así una gestión que será recordada por la irrupción de la pandemia del COVID-19. Esta generó varias tensiones entre el gobierno y el gremio de los médicos. Con pedidos de cuarentena obligatoria y alusiones a las “muertes evitables” o al “genocidio”, la polarización política en la ciencia se hizo más presente que nunca.

En esta oportunidad, Fosalba vuelve a ser el favorito con la intensivista Zaida Arteta a la cabeza, aunque hay una amenaza muy concreta: la candidata por Juntos, una agrupación nueva que surgió el año pasado a partir de la unión de tres corrientes, Verónica Pérez Papadopulos. La médica fue recibida por el presidente Lacalle Pou para discutir acerca de “la gestión de la pandemia”, algo que en la Fosalba vieron como un “acercamiento innecesario” en tiempos electorales y hoy se la identifica como la candidata del gobierno. Además, Gonzalo Ferreira de la agrupación Gremialismo Auténtico y Francisco Coppola por Médicos Trabajadores son los candidatos que buscan separarse de las grandes corrientes dentro del SMU.

Zaida Arteta: “Todo se postergó” a causa de la pandemia
Zaida Arteta. Foto: El País

-¿Cómo ve al Sindicato Médico hoy?

-Creo que es una institución que tiene un tamaño considerable que ha pasado por múltiples etapas y que en el último tiempo ha jugado un rol muy fundamental en el sistema de salud y en las organizaciones sociales. En el contexto de la pandemia del COVID-19 el SMU se hizo mucho más público en su funcionamiento, pasó a estar mucho más expuesto en todos los sentidos.

-¿Qué cambios hacen falta?

-De cara al futuro es un desafío enorme el trabajo que tenemos porque todo lo que habíamos planteado durante estos dos años se postergó. La pandemia impidió realizar una gran cantidad de cosas y se llevó gran parte de nuestra energía. Cuando el Ministerio de Salud Pública (MSP) nos decía que estaba trabajando en otras cosas o no podía atender los temas que queríamos plantear nosotros siempre lo entendimos porque es lógico que así sea. Hay muchos ejemplos de cómo la pandemia atrasó, no solo la salud de las personas, sino el progreso de mejoras tanto de los derechos laborales (de los médicos) como de la calidad de la atención. Hay muchas conquistas en los derechos que se frenaron mucho con esto, como por ejemplo la cantidad de profesionales que comenzaron a facturar como independientes y, por lo tanto, dejaron de tener muchos derechos básicos. Eso es algo que ya sucedía, pero empeoró en los últimos meses.

-¿Cómo evalúa la gestión de la pandemia de parte del gobierno?

-Tiene grandes aciertos como el la creación del GACH, la capacidad de testeo para todos y la estrategia de contención inicial que permitió que no tuviéramos casos en buena parte del 2020. También la campaña de vacunación y eso no es algo que lo decimos recién ahora. Sin embargo, hubo decisiones que creemos que de haber tomado otros caminos se podría haber disminuido el daño en mayor medida. Por ejemplo, teniendo un sistema más aceitado en ASSE para la telemedicina o bajando la movilidad de manera más profunda cuando comenzó la ola a comienzos de este año. En marzo ya era inminente que si no bajábamos la movilidad iban a morir muchas personas, lo cual sucedió. Entonces ahí creemos que se podrían haber salvado esas vidas, muchas de ellas. Después la discusión se politizó, pero Fosalba es una agrupación muy diversa con personas de muchas ideologías diferentes, hay gente más politizada o menos, es natural.

Verónica Pérez: “se ha desdibujado” el rol del sindicato
Verónica Pérez. Foto: El País

-¿Cómo ve al Sindicato Médico hoy?

-La verdad es que lo veo fragmentado, segmentado y por momentos incluso obnubilado porque creo que se perdió el horizonte. Se perdió el hilo conductor de la agremiación como tal. Cuando uno pierde la conexión con todo y se empiezan a trazar objetivos más personales pasa eso. A un gremio le hace muy mal que se defienda la política partidaria desde adentro. Creo que con la pandemia eso quedó clarísimo porque teníamos que entrar desde un lugar distinto, la pandemia detonó todo en ese sentido.

-¿Qué cambios hacen falta?

-Hay un gran porcentaje de médicos que en los últimos años dejaron de estar afiliados porque no se sienten representados. La afiliación ahora quedó teñida en lo político partidario y nosotros lo condenamos claramente. En las últimas generaciones se ha desdibujado más todavía. Yo me afilié siendo estudiante y antes, cuando estabas en Facultad y llegábamos a cuarto año, queríamos asociarnos porque con eso te sentías parte de los médicos por compartir la afiliación gremial. Llegó a haber 3.000 estudiantes en el SMU y ahora hay 300. Algo pasó. Yo hace años que no me siento representada en ese núcleo duro, pero me parece que es desde adentro que uno puede cambiarlo. Hay muchísimo para hacer, mejorar y modificar. Queremos construir un sindicato diferente que contemple a todos los médicos y no ir por la línea de los intereses personales de cada uno. Para mí es una responsabilidad importante encarar eso, pero igual esto es un trabajo en grupo.

-¿Cómo evalúa la gestión de la pandemia de parte del gobierno?

-Ha sido una gestión que nos ha permitido salir en cierta manera y llegar a donde estamos ahora. Nunca hubo un colapso severo del sistema, nunca falta de equipo de protección personal. Yo tampoco soy la candidata del gobierno, que eso quede claro. Nosotros le pedimos una entrevista al presidente entendiendo que éramos un grupo de médicos que queríamos conversar de primera mano el tema de la pandemia. No fuimos a que nos diera ningún aval ni tampoco a hablar de las elecciones del SMU, eso trascendió y no sé por qué. Hablamos de la gestión de pandemia y también para dejar claro que no todos (en el SMU) estábamos de acuerdo con los términos de genocidio o muerte evitable que se manejaron y fuimos para dejar claro eso.

Gonzalo Ferreira: “Luchar” contra la “intervención política”
Gonzalo Ferreira. Foto: El País

-¿Cómo ve al Sindicato Médico hoy?

-El SMU es uno de los sindicatos más influyentes del país. Hoy lo veo como una herramienta necesaria para los médicos que tenemos que seguir intentando salvaguardar independientemente de los manejos políticos que hay. Lo vemos bien y además desde la coconducción por tener la vicepresidencia nos hemos enfrentado a un hecho histórico como es la pandemia. Lo hemos hecho como médicos que influyen mucho en una población. Estuvo muy presente la responsabilidad de hacer y decir lo que a uno le parece correcto, independientemente de las presiones que puede haber por otros lados.

-¿Qué cambios hacen falta?

-La gran mayoría de los sindicatos tienen cierta intervención política partidaria y esa es una cosa contra la que queremos luchar, contra la injerencia del gobierno de turno. No hablo específicamente de este, pero sí de gobiernos anteriores, siempre intentan intervenir en los sindicatos porque son una herramienta de hacer política. Nosotros estamos intentando dirigir el barco hacia los intereses de los médicos como médicos. Fundamentalmente falta participación de los socios y también compromiso de las autoridades. Es muy importante para nosotros seguir formando estructura desde el SMU, nos nutrimos mucho de los núcleos de base y eso es difícil que se logre espontáneamente, hay que generarlos. Además, la mayoría de los compañeros que estamos en la lista somos un equipo que venimos trabajando desde la Facultad de Medicina. No somos ningunos paracaidistas que vinimos y dijimos ‘quiero ser presidente del SMU’. El valor está en el capital que tenemos acumulado.

-¿Cómo evalúa la gestión de la pandemia de parte del gobierno?

-Creo que el gobierno ha tenido grandes aciertos y algunas equivocaciones que parten de datos objetivos que se han visto en otros lugares. Los grandes aciertos están en la vacunación, por ejemplo, porque hoy somos uno de los países que mayor vacunación por habitante tiene y eso es un logro de muy buena parte del gobierno. El desacierto principal es que se podría haber llegado mejor a la disminución de la movilidad. Aunque entiendo que no es una decisión únicamente médica y se ponen en la balanza otras cosas.

Francisco Coppola: falta “representación genuina” en el SMU
Francisco Coppola

-¿Cómo ve al Sindicato Médico hoy?

-Es importante dejar claro que la visión del SMU en general está determinada por el hecho de que representa a un sector de médicos, pero no a todos. Hay que destacar el hecho de que existe un sector de médicos que no está sindicalizado, especialmente los más precarios y los tercerizados, o sea, los más vulnerables. Por lo tanto, es acertado decir que en realidad el sindicato no tiene una representación genuina. Incluso estas reivindicaciones del trabajo precario no están reflejadas en ninguna actividad que el sindicato haya hecho en los últimos años.

-¿Qué cambios hacen falta?

-Últimamente ha aumentado mucho el trabajo precario en medicina y los trabajadores tercerizados están totalmente excluidos. Además, no tienen ganas de ser parte del SMU por la falta de políticas dirigidas hacia ellos, sumado a que la cuota cara que tienen que pagar. Sin derechos laborales, están en una situación grave y el sindicato tendría que haber tomado las medidas necesarias en su momento.

-¿Cómo evalúa la gestión de la pandemia de parte del gobierno?

-Esa es una discusión secundaria y particular. Yo, personalmente, estaba más por el lado de que había que aumentar el confinamiento, pero no es el centro de nuestro punto de vista, el foco es las repercusiones en los trabajadores ha tenido esta situación. Nadie está en desacuerdo con el plan de vacunación en Uruguay, lo que se discutió fue el grado de confinamiento, no es el centro del debate. Lo que sí hay que tener en cuenta es que hay una agrupación que representa al gobierno y va a estar en la dirección del SMU. Sin dudas es un espejo de la coalición que hoy está en el gobierno. Los trabajadores quedan, por lo tanto, expuestos a la posibilidad de una rebaja salarial como vemos que está ocurriendo en el Estado o con una reforma jubilatoria. En general, compartimos los preceptos generales que manifestó del sindicato sobre la pandemia. En el pico de la crisis sanitaria los países han optado por el confinamiento para proteger a la población de tantas hospitalizaciones y muertes. En la medida en que el gobierno optó por el camino de no hacer un confinamiento ni bajar la movilidad, eso se paga en vidas.

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