Elogios, suspicacias y críticas. Todo eso generó Carolina Cosse al anunciar que firmará para convocar un plebiscito que permita reformar a través de la Constitución el sistema de seguridad social. Lo hizo sin pronunciarse sobre el fondo de la propuesta, pero le bastó con ese hecho concreto para concentrar la agenda política.

“Lo vimos muy bien”, dijo El País Juan Castillo, secretario general del Partido Comunista (PCU), uno de los sectores que respalda la campaña de firmas iniciativa del Pit-Cnt. “Para esta etapa, se ha expresado correctamente ahora estamos con las firmas”, agregó, al resumir una visión común entre los grupos que apoyan la postulación de la intendenta de Montevideo: se está en el “primer tiempo”, que durará hasta abril de 2024 y que consiste en lograr las firmas necesarias para que la ciudadanía se exprese.

Castillo consideró que la línea argumental expresada por Cosse es defender el plebiscito como una herramienta democrática. “Lo malo no es lo que diga Carolina, lo malo es esta ley, que le arruina la vida a los trabajadores”, dijo el comunista y remarcó que en su partido no se presionó a la intendenta para que se definiera, aunque esperaban que se produjera de esta manera.

Castillo recordó lo que le había dicho a El País a inicios de noviembre. “Que va a firmar, va a firmar”, había comentado, en referencia a Cosse.

“Ella entiende que hay un segundo tiempo, vinculado a los contenidos”, remarcó por su parte, el secretario general del Partido Socialista. Gonzalo Civila dijo a En Perspectiva que “esa es otra discusión”.

Para Civila, la intendenta simplemente impulsó la reapertura de un necesario debate y garantiza que el tema esté a consideración de la ciudadanía. El diputado socialista reafirma su idea de que el resultado de la consulta “marcará” los términos del diálogo social que promoverá el Frente Amplio si llega al gobierno en 2025.

“Si se logra que se hable del tema, para la propuesta es positivo”, dijo a El País la presidenta de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS), Karina Sosa. Ese sindicato, recordó, fue uno de los impulsores del plebiscito por la seguridad social.

En un sentido similar se expresó el secretario general de Fucvam, Gustavo González, quien resaltó que la decisión de Cosse “coloca en la agenda el problema de la reforma jubilatoria”.

En su visión, el pronunciamiento -al que tiene “todo el derecho”- ayuda al debate y le “vendrá muy bien” a la campaña de firmas.

Con todo, a nivel sindical hay escepticismo con respecto al planteo de Cosse, sobre que si las firmas se logran el tema “retorne” al Parlamento y de allí emane un proyecto alternativo. Eso debería darse con la actual configuración parlamentaria, la misma que aprobó la ley vigente que se quiere modificar, razonan.

“No creo que se pueda, pero en política todo puede darse”, señaló González. Sosa, en tanto, consideró muy poco viable que esa posibilidad suceda. “No está en nuestro esquema”, aseguró la dirigente sindical.

De todas formas, todos ratificaron que el objetivo es lograr las firmas, convocar al plebiscito y lograr colocar en la Constitución los tres puntos de la propuesta: fijar en 60 años la edad mínima para jubilarse, atar las jubilaciones mínimas al salario mínimo nacional y eliminar el sistema de ahorro previsional privado. “De eso no nos apartamos”, dijo Sosa.

El antecedente directo del mecanismo propuesto por Cosse es el marco constitucional hoy vigente. “La Constitución de 1967 es un proyecto sustitutivo de una iniciativa popular”, recordó el catedrático Martín Risso. Fue implementada a través de la “reforma naranja” plebiscitada tras ser propuesta por la Asamblea General en agosto de 1966.