El embajador de Francia en Uruguay, de 54 años, que llegó al país en 2021, dio detalles sobre la decisión de su gobierno de financiar el estudio de viabilidad para instalar trenes de pasajeros a hidrógeno verde en las vías del Ferrocarril Central. Además, en entrevista con El País, contó sobre la posibilidad de que se instale una sede de la École Centrale en Montevideo. En el llamado para realizar el análisis de factibilidad se explica que existe desde hace casi 200 años, que cada año se diploman 3.000 ingenieros, que también se dan títulos de maestrías y doctorados, y que desde hace 15 años se han comprometido con una política de desarrollo internacional.

-Se anunció que la empresa francesa Setec realizará un estudio de viabilidad de servicio de trenes de pasajeros a hidrógeno sobre el Ferrocarril Central, ¿cómo se llegó a esa decisión?

-En Francia existe un fondo de apoyo que se llama Bpifrance, que es no reembolsable. La empresa Setec realizará el estudio a través de este mecanismo. Es del tesoro francés, y tiene como objetivo apoyar a empresas francesas para que desarrollen proyectos de infraestructura en otros países con un enfoque con tecnologías verdes o innovadoras. No es la primera vez que se firma un convenio así en Uruguay. Hace dos años se hizo con otra empresa para la instalación de alumbrado público con energía solar en parques de Canelones y Paysandú.

-¿Por qué Uruguay?

-El gobierno francés decidió apoyar este proyecto porque nos pareció que en Uruguay están reunidas las condiciones por tener un ecosistema favorable para el desarrollo de este tipo de proyectos. Por un lado, está el relanzamiento del ferrocarril, donde Francia participa en cierto modo porque la empresa francesa NGE es parte del consorcio Grupo Vía Central, a cargo de la construcción del Ferrocarril Central. Entonces, (con el estudio de viabilidad) se abre una nueva etapa de cooperación ferroviaria entre los dos países. Otro motivo es el fuerte compromiso de Uruguay a favor del desarrollo del hidrógeno verde.

-¿Cuál es el monto del apoyo no reembolsable que el gobierno francés le da a la empresa para hacer este estudio?

-Son 600.000 euros para realizar el estudio durante más o menos 12 meses. Vamos a ver cuánto tiempo necesitan para hacerlo.

-¿A Francia, más allá del estudio, le gustaría instalar trenes a hidrógeno verde?

-Claro. La idea es realizar una contribución a los esfuerzos de Uruguay de querer posicionarse como un hub de innovación en la región. Es una política de Estado, porque ahora se comenzará a hacer el estudio de viabilidad que tomará 12 meses, período en el que habrá elecciones. Entonces, cuando se presente el resultado, ya estará el próximo gobierno, el que deberá resolver si hacer un llamado a licitación. Y el estudio da una ventaja al gobierno uruguayo, porque le brinda el material para poder tomar una decisión.

-¿A Francia no le genera desconfianza el empezar el estudio de viabilidad ahora, sin saber qué gobierno lo va a recibir?

-No, porque nosotros trabajamos con el desarrollo de la cooperación con Uruguay. El pueblo uruguayo elige su gobierno. Nosotros no tenemos nada que ver. Siempre tuvimos muy buenas cooperaciones con todos los gobiernos de Uruguay, y este tipo de proyecto se debe ver a largo plazo.

-¿Hay algún otro proyecto que esté en las conversaciones entre Francia y Uruguay?

-Vamos a seguir empujando para tener más. Hay un proceso bastante dinámico de las inversiones francesas en Uruguay. Hemos visto, por ejemplo, en los dos últimos meses, la instalación de varias empresas francesas en el país. Se habló mucho de Decathlon pero hay otras tiendas del mismo grupo como Kiabi, la más reciente, así como también Naterial, de muebles de exterior. Además de que Saint-Gobain, líder mundial de los materiales de construcción, compró la marca Urumix. Estos son algunos de los ejemplos que me vienen a la mente.

-¿Por qué cree que eligen Uruguay?

-Hay empresas francesas que ven a Uruguay como un buen destino de inversión para después expandirse en la región. Los motivos son que hay confianza en el ambiente del business y la estabilidad en el país. Son ventajas bien conocidas que creo que tienen un peso importante. A veces las empresas, me lo dicen los responsables empresariales, eligen Uruguay para después ver un poco más allá, (ir a) otros países. Sucede que para una empresa que no tiene experiencia en la región, Uruguay es una toma de riesgo reducida, lo que es una ventaja.

-¿Francia tiene en carpeta algún otro proyecto vinculado a Uruguay?

-Otro estudio de factibilidad que se hará es para la implantación de una escuela de ingeniería muy específica de Francia, que es la École Centrale, que también está en China, India, Marruecos... Todavía no está presente en América Latina y han seleccionado a Uruguay como país para implantarse con una escuela de educación regional. Se hará el análisis que incluirá estudios de mercado para ver cómo atraer a estudiantes de Brasil y Argentina. En abril vendrá el director de la École Centrale y, aunque venimos desde hace dos años (con el tema), ahora conseguimos el presupuesto para hacer este estudio. Este va a permitir tener una base más sólida para considerar el futuro del proyecto, para el que también se debe ver a mediano y largo plazo.

-¿Qué tipos de cursos se brindan allí?

-La particularidad de la École Centrale es que forman a ingenieros managers. Es decir, muchos de ellos trabajan en empresas de infraestructuras, pero otros van a otros sectores como el business o finanzas. (Esta casa de estudios) tiene un enfoque muy amplio que destaca a estos estudiantes en el mercado laboral. Es de gran prestigio y su instalación en el país sería una fantástica oportunidad para desarrollar aún más las relaciones. Es un poco con el mismo sentido que cuando se creó el Institut Pasteur de Montevideo, hace 16 años, que generó un impulso muy fuerte en nuestra relación y en el ámbito científico sigue siendo muy importante la cooperación entre nuestros países.