Las empresas que están en el sector cannábico tienen una dificultad: no pueden operar con entidades bancarias uruguayas que están vinculadas con otras de Estados Unidos. En ese marco, “al menos diez o doce intentos de proyectos” llegaron al Banco Central del Uruguay (BCU). Se trata de “distintas alternativas” de “medios de pago” para que estas firmas puedan operar, pero todas “han fracasado”, indicó el presidente de la máxima autoridad financiera, Diego Labat, en una comparencia en comisión de Diputados.
Dentro de esos planteos estuvieron “operar con otro tipo de empresas que no fueran bancos, en algún caso con activos virtuales; y hubo algún planteo de las empresas cannábicas para instalar ellos mismos una institución financiera”. Al mismo tiempo, indicó que quienes propusieron crear un banco se dieron cuenta de que iban a “necesitar cuentas en el exterior”, las que les iban a “prohibir operar con empresas que trabajaran con cannabis”. Por lo tanto, no era una solución.
Por otra parte, reconoció que, “en la medidas que (las empresas que se dedican al cannabis) no están bancarizadas” hoy no hay “nada como para hacer” los controles que establece la ley de regulación de la droga.
La raíz del problema
“El problema de la bancarización de las empresas está vinculado principalmente a la legislación de EE.UU.”, aseguró el diputado Diego Reyes en la comisión de Lucha contra el Lavado de Activos. La normativa de ese país les prohíbe a los bancos trabajar con empresas que comercialicen marihuana. Por lo tanto, los bancos uruguayos que están sujetos a esas normas no pueden abrir cuentas.