Por Joaquín Silva
En política suelen surgir con facilidad esas frases que por repetidas se las llama latiguillos, y que al ser introducidas en respuestas esperables suelen terminar construyendo lo que en la jerga se denomina “respuestas de cassette”. Hay muchos ejemplos, pero en la coalición de gobierno -que en 2019 se presentó como “coalición multicolor”- rápidamente se instalaron cinco palabras que se encuadran en esas definiciones: “La coalición llegó para quedarse”.
Se la escucha a dirigentes de toda clase y de todos los partidos, sobre todo cuando son consultados por las rispideces naturales de la alianza oficialista, y que se estiman se acrecentarán a medida que avanza el calendario hacia las próximas elecciones.
Porque nadie tiene dudas de que cada actor de la hoy alianza gobernante buscará la forma de marcar su impronta en la carrera hacia los comicios de octubre de 2024, instancia en la que si bien el Partido Nacional llegará con un favoritismo difícil de rebatir para el Partido Colorado, Cabildo Abierto y el Partido Independiente, todos intentarán potenciar sus candidatos con perfiles propios y con, en definitiva, distintos compromisos con la ciudadanía.
Lo que ocurre es que tampoco hay dudas de que, sin coalición, las chances de vencer al Frente Amplio en las urnas son prácticamente nulas, y por eso es que hay otro latiguillo también frecuente en declaraciones públicas -el nacionalista y probable precandidato blanco Álvaro Delgado suele pronunciarlo a menudo- que apunta a dejar en claro que “a nadie fuera de la coalición le irá bien si al gobierno le va mal”.
La posibilidad de que la alianza se rompiera siempre estuvo arriba de la mesa del oficialismo como un extremo a no descartar, pero lo cierto es que eso no ha ocurrido y que ahora, ya pasado más de la mitad del partido y con las conversaciones electorales iniciadas desde hace meses -sobre todo en lo que concierne a las candidaturas- lo que la coalición comenzó a analizar es la posibilidad de elaborar un acuerdo programático para antes de octubre del año que viene.
La idea, que comenzó a intercambiarse “informalmente” entre dirigentes de distintos partidos, surgió en filas coloradas, más precisamente de parte del senador Germán Coutinho, que entiende que la coalición debe empezar a tomar una dirección que lleve a este bloque hacia la forma organizativa que ya tiene la coalición de izquierda desde hace varios años.
“Entendemos que estos son los momentos para avanzar como coalición”, dijo en este sentido el ministro de Turismo, Tabaré Viera, que está en la misma sintonía que su correligionario, e incluso detalló los pasos que, a su criterio, deberían seguir los socios de aquí en más. “Tenemos que avanzar para llegar a los puntos en común, ni que hablar en materia programática, pero también para la institucionalización. Es algo que la coalición lo precisa, y sobre lo que venimos insistiendo desde hace tiempo”, señaló a El País el ministro colorado, que ejemplificó: “Habría que tener órganos de funcionamiento y ámbitos de debate, de discusión política, de análisis y de conducción, más allá de las coordinaciones que se pueden hacer a nivel parlamentario o del Ejecutivo, porque lo que hay que tener es una institucionalidad o reglas de funcionamiento institucionalizadas”.
Para esto último tal vez falte, pero respecto al acuerdo programático empieza a configurarse como consenso que “en la medida en que la coalición continúe, y todo indica que así será -razonó por su parte el ministro Pablo Mieres- se debería contar con una propuesta programática” conjunta.
“Cada partido va a tener sus iniciativas, pero independientemente de eso, si la coalición se proyecta hacia el 2024, que es algo muy posible, tiene que presentarse una especie de Compromiso por el País 2”, agregó el líder del Partido Independiente.
Domenech: “No hay que adelantar los tiempos”
Como ha ocurrido muchas otras veces y con diversos temas, Cabildo Abierto suele ser uno de los socios que más distancia marca con el oficialismo. En esta oportunidad no es que no se esté de acuerdo, pero en el partido liderado por Guido Manini Ríos consideran importante tener más información sobre la propuesta.
“La verdad es que no nos han planteado nada y dar una respuesta ahora sería algo improvisado”, indicó a El País el senador Guillermo Domenech, que no obstante agregó: “A nivel del partido, no se ha manejado esa posibilidad y me parece que entrar a tratar temas que tienen un corte electoral es adelantar los tiempos”.
El original Compromiso por el País, que es el acuerdo programático de referencia para el actual gobierno liderado por el Partido Nacional, fue un documento que suscribieron los referentes de los socios del oficialismo -entre los que se encontraban los hoy ausentes Ernesto Talvi (por los colorados) y Edgardo Novick (por el Partido de la Gente)- luego de la primera vuelta, en octubre de 2019, de cara al balotaje en el que Luis Lacalle Pou se impuso al frenteamplista Daniel Martínez.
La pregunta sería, pues, cuándo comenzar a trabajar en una nueva edición, algo que para el titular de Trabajo debería hacerse a mitad de este año o a principios del siguiente, que son los plazos que en todos los partidos de la coalición analizan para presentar sus precandidaturas.
En el Partido Nacional, en tanto, son algo más cautos con la iniciativa, en particular porque entienden que aún no ha trascendido los canales informales -al decir del presidente del directorio nacionalista, Pablo Iturralde- pero en cualquier caso la ven con buenos ojos.
“Será cuestión de estudiarla”, reconoció así el senador Gustavo Penadés, quien subrayó que tampoco puede perderse de vista “que durante la campaña electoral se plebiscitan las distintas propuestas” que presentan los partidos en competencia, aunque reconoció que la alianza tiene “como desafío” profundizar sus lazos “más allá de los enunciados” y usando a su favor “los cinco años de gobierno” que tendrá al terminar este período.
Por su lado, Iturralde se limitó a responder que se trata de una “interesante idea” pero que al igual que Penadés cree que debe ser “considerada con toda la atención” cuando haya formulaciones más formales.
Lo que sí es una realidad que en el oficialismo comienzan a aceptar, según han contado fuentes de diversos partidos, es que existe un sentido de pertenencia a la coalición de gobierno, que de alguna manera nace en la constatación -comunicada hace unos meses por Ignacio Zuasnabar, director de Equipos Consultores- de que la ciudadanía votante de algunos de los socios de esta alianza empiezan cada vez más a identificarse como elector de este bloque.
Ese es, entonces, el camino que hoy tiene trazado lo que comenzó llamándose como “coalición multicolor” y que algunos han intentado identificar como “coalición republicana”, siempre conscientes de que, todavía y tal vez por un tiempo más que prudencial, las fronteras partidarias seguirán marcadas con nitidez.
“Tenemos que coordinar la elección”
El senador colorado Germán Coutinho es un convencido de que a la coalición de gobierno hay que “afinarla mucho más” pensando en un proyecto de largo plazo. “Entramos en tiempo de militancia y de gestión de gobierno hasta el final, pero también de gestión política, y eso en estos tres años no lo hemos cultivado ni practicado mucho”, advirtió el legislador ayer lunes en entrevista con La Diaria, en donde agregó: “Si bien no es una coalición nucleada como el Frente Amplio, tenemos que coordinar la elección” de 2024.
Por eso es que señaló que el nuevo Compromiso por el País debería firmarse “antes de octubre”, como forma de fortalecerse ante “el FA (que) es un rival de fuste, al que le queda mejor la oposición que el gobierno”.
En diálogo con El País, Coutinho resaltó la importancia de que el nuevo acuerdo “no se firme a menos de 30 días del balotaje”.