Representantes del Poder Ejecutivo y de los partidos que integran la coalición de gobierno comenzaron este martes a negociar los planteos que cada fuerza política tiene entre manos para modificar el proyecto de reforma del sistema previsional. Se trató de una primera puesta a punto para conocer de manera oficial las pretensiones de cada formación, con el objetivo de ir unificando posturas que permitan la aprobación de un proyecto cuyo destino sigue estando en duda.
Allí el mensaje del gobierno fue claro: no aceptará ningún cambio que ponga en riesgo la viabilidad y la sustentabilidad del sistema. En particular, en lo que refiere a las nuevas edades de jubilación propuestas y a la base de cálculo para definir las prestaciones que cobrarán los futuros jubilados. El ministro de Trabajo, Pablo Mieres, reafirmó un concepto clave: esos puntos "son la reforma" y si se modifican como se propone podrían incluso terminar empeorando la situación de déficit del sistema.
La advertencia estuvo dirigida claramente a una de las condiciones que Cabildo Abierto puso sobre la mesa para votar el proyecto: bajar de 25 a 15 los años el período para calcular la tasa de reemplazo que tendrán las futuras pasividades. Los cabildantes se mostraron inflexibles ante este reclamo, y en la reunión de este martes hicieron otro planteo que sorprendió a sus socios y que también generó un cortocircuito en su interna.
El diputado Álvaro Perrone puso sobre la mesa reducir la edad mínima propuesta para jubilarse. El proyecto la ubica en 65 años y él indicó que se baje a 63 años. Varios legisladores de todos los partidos presentes en la comisión confirmaron a El País que se trató de un planteo concreto, y que fue presentado por los cabildantes como otra de sus condiciones indispensables para apoyar el proyecto. El correligionario de Perrone, Martín Sodano, lo mencionó así en una rueda de prensa.
Sin embargo, horas después de ese planteo, este mismo martes, el líder partidario, Guido Manini Ríos, salió a desmarcarse rápidamente. En diálogo con el programa Dato y relato (Radio Universal), el senador habló de un cierto "teléfono descompuesto". Según explicó, esa fue una idea que había sido planteada en la interna partidaria, pero no constituye una propuesta orgánica que Cabildo esté pidiendo para "mejorar el proyecto" y así dar su voto.
"Es algo que se discutió, sí, pero no es una propuesta de Cabildo Abierto", remarcó el senador. Manini enfatizó los puntos centrales de sus reclamos: en particular, reducir de 25 a 15 años el período de cálculo para definir la tasa de reemplazo con la que se va a jubilar una persona, y eliminar del articulado la habilitación a que las administradoras privadas de fondos previsionales (AFAP) puedan invertir sus fondos fuera del país.
Consultado por El País el diputado Sodano ratificó que se trata de una idea que fue discutida en la interna y que, tal vez, "no fue bien expresada" ante la comisión. De todas formas, coincidió en la postura de sus correligionarios. "Cabildo Abierto está discutiendo el articulado con toda voluntad y buena fe", sostuvo. "Hoy, Cabildo no vota la reforma", acotó.
Sodano, por otra parte, le volvió a reclamar al gobierno un informe que demuestre, de manera clara, que no existirán pérdidas en ninguno de los deciles de las futuras jubilaciones una vez la reforma cobre vigencia.
Este miércoles la delegación del Poder Ejecutivo será recibida por la comisión especial que analiza el proyecto en la Cámara de Diputados. Para el lunes está programada una nueva reunión con la coalición de gobierno. Los blancos y el Partido Independiente se mantienen en votar el articulado antes que finalice el mes, Cabildo Abierto reclama más plazo y los colorados son afines a postergar la votación algunos días más. Eso se definirá el próximo miércoles, en una sesión especial de la cámara que también servirá para darle trámite parlamentario a las modificaciones que acepte el Poder Ejecutivo.