Encuestadoras dentro del margen de error: anticiparon que habría balotaje, pero le daban al FA dos puntos más

Una hora después del cierre de las mesas de votación, la reflexión más espontánea y unánime de los especialistas con presencia en los canales de televisión abierta fue que no hubo sorpresas:

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Elecciones Nacionales
Los resultados oficiales confirmaban en líneas generales las proyecciones de las encuestas.
Foto: Estefanía Leal

Redacción El País
En Uruguay hace mucho que los partidos políticos no esperan los resultados oficiales de la Corte Electoral para festejar o reconocer la derrota. Una hora después del cierre de las mesas de votación, las empresas encuestadoras presentan sus proyecciones, y a partir de ahí corren lágrimas y abrazos, según correspondan.

En las elecciones de ayer domingo no fue la excepción.

Ya desde las primeras tendencias, la reflexión más espontánea y unánime de los especialistas con presencia en los canales de televisión abierta fue que no hubo sorpresas: habría balotaje entre el candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, y el del Partido Nacional, Álvaro Delgado. Esto se fue confirmando a medida que avanzaba el escrutinio oficial.

A las 20.30, Canal 12 divulgó la proyección de la consultora Cifra: 44% para el Frente Amplio, 27% para el Partido Nacional, 16% al Partido Colorado, 2% a Cabildo Abierto, 2% al Partido Independiente, 2% a Identidad Soberana.

Poco después Cifra actualizó sus proyecciones: 43,1% al Frente Amplio, 27,3% al Partido Nacional y 16,2% al Partido Colorado, 2,4% a Cabildo Abierto, 2,4% a Identidad Soberana y el 1,9% al Partido Independiente. Con estas proyecciones, en principio, la coalición de gobierno obtuvo una votación mayor que el Frente Amplio: 47,8% contra 43,1%.

Por su parte, Opción proyectó en Canal 4 el 42,3% para el Frente Amplio, el 27,8% para el Partido Nacional, y el 16,6% al Partido Colorado.

La consultora Equipos proyectó en Canal 10 un 43,2% para el Frente Amplio, 28% para el Partido Nacional, 15,5% al Partido Colorado, 2,7% a Cabildo Abierto, 2,3% a Identidad Soberana, 1,8% al Partido Independiente.

Las principales consultoras habían asignado, de acuerdo a las proyecciones de sus encuestas antes de las elecciones de ayer domingo, entre el 45 y 46% para el Frente Amplio y entre 45 y 46,8% para la coalición republicana.

En todas las encuestas, el Partido Nacional encabezaba las preferencias en la coalición. Se preveía que rondaría el 25% y terminó alrededor del 27,3%.

“Estamos en una situación inédita porque el Frente Amplio es nuevamente el partido más votado como desde 1999, pero en base a desempeños anteriores no se pueden sacar conclusiones para una segunda vuelta”, fue una de los primeros análisis de la politóloga Fernanda Boidi en Canal 10.

Dentro de la interna de la coalición de gobierno, las encuestas daban entre el 15 y el 17,7% a la candidatura de Andrés Ojeda en el Partido Colorado. En ese sentido, el politólogo Adolfo Garcé concluyó en Canal 12 que lo que llamó el “Experimento Ojeda” funcionó aunque “un poco peor de lo que imaginaba” el candidato colorado y “un poco mejor de lo que yo pensaba”.

Las encuestadoras también habían marcado la pronunciada caída de Cabildo Abierto que se concretó. Se preveía que el partido del senador Guido Manini Ríos tuviera un máximo de 4% de adhesiones pero finalmente terminó rondando el 2,5% y con grandes posibilidades de perder sus tres senadores.

Para el politólogo Oscar Bottinelli, de la consultora Factum, las encuestas previas ya daban esos puntos de caída a Cabildo Abierto y de ahí se explicarían tres puntos del crecimiento del Frente Amplio y el incremento para la Identidad Soberana de Gustavo Salle, que pasó del 0,8% en 2019 a rondar el 2,5% en la elección de ayer. El resto de los votos de Salle podría venir, dijo Bottinelli, desde dentro de la propio coalición. “El factor novedad desapareció para Cabildo Abierto”, dijo Garcé en Canal 12 y definió a ese sector como “la piedra en el zapato de la coalición”. El propio Manini Ríos luego responsabilizaría la caída en la votación de su partido a errores políticos propios. Para Bottinelli, el desempeño del Partido Independiente, el cuarto socio de la coalición de gobierno, se puede leer de dos maneras completamente opuestas: “horrible porque no entró al Senado, pero bien porque duplicó la votación de la vez pasada”.

Sin embargo, dice, a pesar de estar mejor, está debajo de sus expectativas porque, “el Partido Independiente necesitaba llegar al Senado tras su papel en el gobierno”.

La politóloga Mariana Pomiés, de Cifra, explicó en Canal 12 que, de cara el balotaje del 24 de noviembre, los candidatos del Frente Amplio y del Partido Nacional “tienen que arriesgar un poquito más”. “Hay que evitar las fugas en la coalición y hay que activar a los militantes y eso es algo que el Frente Amplio más o menos conoce”, dijo el historiador Gerardo Caetano en Canal 10. “La coalición tiene que activar a militantes de otros partidos”, agregó Caetano.

“Lo que dejó la elección es que más o menos el escenario es como se podía ver en las encuestas, en que hay segunda vuelta”, le dijo a El País el politólogo Eduardo Bottinelli, de la consultora Factum.

“El conjunto de la coalición votó un poco mejor que el Frente Amplio, pero a pesar de haber votado mejor, para la distribución de las bancas al Senado hay que esperar la confirmación, pero el Frente Amplio tiene quince senadores seguros, queda la duda si alcanza el senador dieciséis, y con eso, de alguna forma, cambia el panorama de cara a una segunda vuelta”

“Lo mismo pasa con la distribución de diputados”, agregó Bottinelli. “Una cosa es si la coalición llega a tener 50 diputados o no. Parece que es poco probable, pero hay que esperar bien los resultados finales. Y con eso, se abre una segunda vuelta, competitiva, como también esperaba, pero un poco la contraposición va a ser justamente cómo termine el Senado este para lo que se viene”. Para Bottinelli, “lo otro es que muestra una coalición más chica que la vez anterior con un Frente Amplio mejor posicionado. La coalición que es más chica pero más compacta -dos partidos mayoritarios, dos partidos minoritarios-, ahora se suma el apoyo de Lust, y eso abre una interrogante sobre qué pérdida de voto puede llegar a tener la suma de coalición y cuánto puede captar el Frente Amplio de eso porque al ser más compacta probablemente las pérdidas primero no sean comparables con 2019”

Una mujer coloca el sobre con su votación en la urna de un circuito electoral.
Una mujer coloca el sobre con su votación en la urna de un circuito electoral.
Foto: Estefanía Leal.

“Al ser más compacta probablemente las pérdidas primero no sean comparables con 2019, claramente hay que ver cuánto se acerca o no a lo que ha pasado en 2009, 2014, donde la suma de los partidos de la coalición estuvo 2.5 de lo que en aquel momento era el Partido Nacional y el Partido Colorado, 2.5 menos que lo que fue en segunda vuelta. Ahora el escenario cambia un poco y es la gran incógnita que se abre a partir de ahora”, explicó Bottinelli.

“La diferencia en favor de la coalición es exigua, que exige una campaña milimétrica porque es imposible que vaya a fidelizar a todos los votantes del resto de la coalición”, dijo por su parte el politólogo Rafael Porzecanski en Canal 4. “Pero eso es lo que tiene que intentar mantener al que votó al bloque y se le pide un paso más”.

El votante del Partido Colorado, dijo Porzecansky, ha tenido siempre una tendencia a votar al Partido Nacional en un balotaje, aunque no descartó la posibilidad de algún pase el 24 de noviembre.

“Van a tener que negociar, qué lindo”, concluyó Garcé.

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