SALINAS DURANTE LA INTERPELACIÓN
El ministro de Salud defendió su gestión con vehemencia y seguridad, pero en ocasiones desconociendo el reglamento del Parlamento.
Mientras hablaba Daniel Olesker, el ministro parecía aburrido. Se mostraba ensimismado, inmerso en sus pensamientos, se recostaba contra el respaldo, miraba las placas que exhibía el senador interpelante y a veces también el techo del Senado.
Pero cuando le tocó hablar y responder las preguntas de Olesker –que habló de “muertes evitables” y aumento de la pobreza y desigualdad–, Salinas se enojó y por momentos levantó la voz; generó coros de aprobación entre los legisladores de la coalición, que lo animaron tras afirmaciones contundentes; recibió observaciones por desconocer el reglamento de la cámara, y risas de todo el Senado al cometer un error o referirse al origen del cine.
Sobre los temas de fondo, Salinas se llevó tempranamente comentarios del Frente Amplio en las redes sociales, en particular por afirmar que “la restricción de la movilidad hubiera influido en un 15% la reducción de la mortalidad” de personas con diagnóstico de COVID-19, según estudios en poder del ministro.
“Pero la introducción de la variante P1 influyó en un 85%. Estos son datos científicos que tengo, y son preprint de materiales que se van a dar más adelante”, acotó, y se ganó el cuestionamiento de, entre otros, el senador Charles Carrera, que en Twitter lo tomó como una “confesión de parte” de que “hablar de muertes evitables no era caranchear”, como dijo en su momento el presidente Luis Lacalle Pou.
Hechos, no palabras
Horas antes de esa declaración, Salinas también había sorprendido al usar la frase que popularizó el excandidato a presidente por el Frente Amplio Daniel Martínez, en la campaña de 2019 –“hechos y no palabras”–, luego de celebrar que Uruguay tuviera “la mejor tasa de mortalidad” por coronavirus entre los integrantes del Mercosur.
El entusiasmo en su discurso fue creciendo desde entonces, y uno de los clímax lo alcanzó cuando habló del aumento de la cantidad de tests que se dio desde fines del año pasado, y las dudas sobre los cálculos de la positividad de los diagnósticos al incluirse los test antígeno en el número global. “¿Por qué la capacidad de testeo aumentó? ¿Acaso se le ocurrió al ministro aumentarla? ¡Teníamos dificultades, señor… señor senador, con los PCR!”, exclamó el secretario de Estado, con una vehemencia que, sumada al desconocimiento protocolar del Parlamento, casi le hizo olvidar que Olesker es un señor pero también legislador.
“Este es un hecho, y la OPS/OMS nos ofreció los tests antígenos en diciembre. Fueron analizados, randomizados, testeados contra muestras de PCR del laboratorio de Salud Pública, y se demostraron su altísima sensibilidad”, volvió a exclamar.
El error, las disculpas
“¡No se preocupe que estamos trabajando para usted!”. Salinas todavía no golpeaba la mesa al concluir sus elucubraciones, pero casi. La frase, dirigida a Olesker, vino luego de informar que la cartera, en conjunto con la ciencia, se encontraba estudiando lasecuenciación del virus en 49 personas con COVID-19 para analizar si portaban la peligrosa cepa Delta.
Dirigirse al senador interpelante está mal porque, como dicta el reglamento, el interlocutor debe ser el presidente de la cámara –hoy Beatriz Argimón–, y el senador comunista Óscar Andrade reclamó eso en voz alta, lo cual generó una breve interrupción: la senadora nacionalista Graciela Bianchi se molestó con Andrade y le espetó: “¡Siempre lo mismo, qué cosa!”. Más tarde, en diálogo con El País, Bianchi explicó que lo dijo porque entendía que Andrade llamó la atención “por no tener argumentos”.
Pero de todas formas Salinas reconoció el error a Argimón –que de buen humor se lo hizo notar–, y pidió perdón: “Disculpe la vehemencia. A veces uno sufre con estas cosas en el sentido humano de compartir las circunstancias”, dijo, y siguió.
La referencia a Muñoz y la reincidencia
Minutos después, al hablar de la pérdida del hilo epidemiológico, Salinas fue enfático para rechazar que las autoridades no dejaron de lado la estrategia de rastreo, testeo y aislamiento (llamada Tetris). “Nunca, nunca, nunca, nunca se abandonó el Tetris”, dijo, aunque reconoció que el foco de la política actual son los eventuales brotes en grupos y no los casos individuales.
Y fue entonces que hizo la comparación con una decisión tomada en 2009 por la exministra de Salud María Julia Muñoz. “Recuerdo muy claramente que en 2009, ante 2.500 casos de la gripe H1 N1, acá se dijo: ‘Vamos a abandonar el conteo de casos y vamos a estudiar solamente los brotes”, dijo el ministro, ante el “muy bien” de algunos senadores de la coalición.
Luego, motivado por las celebraciones de los suyos y al mostrar una gráfica que estudiaba la correlación entre la movilidad de los ciudadanos y el aumento de casos, se refirió a un momento –a fines de marzo– en que esas variables no coincidieron. “Son curvas inversas que se cruzan en el entorno del 26 de marzo, donde claramente la movilidad disminuyó”, afirmó con la intención de desacreditar al menos en parte la relevancia que le ha dado el Frente Amplio a la movilidad como disparador de casos.
“¿Por qué? ¡Porque hablamos de biología, señor senador!”, gritó Salinas, y se corrigió enseguida: “Digo, señora presidenta”. Todos rieron.
La referencia a la historia del cine y a la “vergüenza”
Aunque en un momento aclaró que no estaba “para sacarle el cuerpo a la jeringa”, Salinas destacó que en 2020 –cuando la pandemia estuvo relativamente controlada en Uruguay– se registraron 2.167 muertes menos que en 2019, sin coronavirus. Por eso consideró importante que se analizara la película entera, y así se acordó sorpresivamente de los hermanos Lumière, inventores de la cinematografía a fines del siglo XIX.
“Acá no podemos ver la foto, señor Lumière, si estuviera en la sala, sino que tenemos que ver la sucesión de fotos que generó el cine; veamos desde el inicio de la pandemia hasta que la pandemia se termine, y ni siquiera es ahora el corte, y ni siquiera será al final de 2021 porque no sabemos cuándo se va a terminar”, sostuvo.
Y después respondió a la alusión de Olesker a los “gráficos de la vergüenza”, aquellos que según expuso el interpelante mostraban que Uruguay es uno de los países del mundo que menos ha gastado para compensar los daños económicos generados por la emergencia sanitaria.
Salinas mostró por su parte el “ranking mundial de 25 países con mayor mortalidad”. “¿Y dónde está Uruguay ahí, señora presidenta?”, preguntó dirigiéndose a Argimón, ahora sí correctamente. “¿Cuál es el gráfico de la vergüenza?”.
El golpe a la mesa.
Otro pasaje en el que Salinas levantó la voz fue cuando mencionó el rol del gobierno en el desarrollo de la “capacidad de diagnóstico” nacional del coronavirus, con tecnología fabricada en el país.
“Acá no hubo un Estado que se borró de la pandemia. Aquí hubo un Estado presente. Se fortaleció la capacidad diagnóstica, promovimos el convenio con el (Institut) Pasteur y la Udelar, y es muy anecdótica la forma en que lo hicimos, que no lo pudieron hacer por ejemplo con el dengue en administraciones anteriores porque no les daban las muestras de sangre”, sostuvo el jerarca, y ahora sí gritando: “Rompimos las chacras”.
Ya concluyendo su primera parte, Salinas resaltó “algo de lo que no se habla”, y que reforzó con un golpe de mesa teatral: “¡Gestionamos los fármacos críticos, más de dos millones de ampollas de midazolam, atracurio, diazepam, norepinefrina, adrenalina, que permitió que ningún uruguayo quedara sin medicamentos!”.
"No es de recibo hablar de muertes evitables", dijo Salinas
El ministro de Salud, Daniel Salinas, destacó este martes de noche que respondió todas las preguntas que hizo el miembro interpelante, Daniel Olesker, y consideró que "no es de recibo hablar de muertes evitables", tal como lo planteó el Frente Amplio en la sesión en el Senado que comenzó a las 10:00 horas.
"La muerte evitable depende de un conjunto de factores, entre ellos acciones sanitarias y de prevención, con lo cual habla de las conductas personales de cada uno", destacó el secretario de Estado.
"En países que hubieron medidas de restricción la movilidad fue igual que en Uruguay sin medida de restricción", añadió.
Salinas también destacó que en la interpelación "quedó demostrado que hubo una respuesta por parte del Estado, oportuna, adecuada, eficaz y humanitaria", que fue "equilibrada y sostenible a lo largo del tiempo".