POLÉMICA
"¿Se quedan con mi celular y quién me garantiza que solamente van a buscar el video y quién me lo mandó, que igual es un atropello?", indicó el conductor de La Pecera (Azul FM).
El periodista Ignacio Álvarez se refirió este lunes de mañana en su programa radial La Pecera a las órdenes de allanamiento en la radio Azul FM y su domicilio, las que calificó de "mamarrachos" al punto que generaron un "escándalo público". Además, desmintió a la fiscal Mariana Alfaro sobre el objetivo de dichas órdenes.
"Va más allá de Nacho Álvarez, es algo que a todos en alguna medida nos quitó el velo, y nos hizo abrir los ojos de lo peligrosa que es la situación en la que estamos. Me refiero a todo. Tres o cuatro guachos que están en cana hoy, acusados de una supuesta violación grupal, donde los propios audios que emitimos hacen dudar muchísimo de que se haya empleado la violencia. Aún cuando sea válida una formalización, con prisión ¿era necesario?", comenzó indicando el comunicador en su espacio radial esta mañana.
Álvarez apuntó contra "la falta de ecuanimidad, imparcialidad, objetividad y de sentido común de algunos magistrados en Uruguay". Esto, dijo, está sumado al "fanatismo, embanderándose con causas que pueden ser loables en sí, pero en manos de un magistrado, en el corazón y cerebro de una fiscal o jueza, son un peligro para todos los ciudadanos".
Contó que se enteró del allanamiento de la radio una vez estaba en su casa por almorzar. El coconductor de Azul PM, Pablo Londinsky, le envió un mensaje diciéndole que estaba la Policía en la radio, y que la orden también incluía ir a su domicilio. Finalmente no pudieron ir a la vivienda del comunicador porque contaban con su dirección anterior. "Capaz que va la Policía, no te pongas nervioso", indicó que le contó a su hijo de 18 años tras tomar conocimiento de la resolución judicial. "Vos simplemente decí que yo no vivo ahí", dijo que le expresó a su hijo.
Tras analizar la situación con su abogado Andrés Ojeda, contó que llegó a la siguiente conclusión: "El celular no lo entrego". Remarcó que "el objetivo fundamental del allanamiento era hacerse de mi celular", donde tiene mensajes que intercambió "bajo reserva, porque lo pidió" con la fuente de los audios que emitió al aire hace casi una semana, así como "denuncias contra la propia fiscal Alfaro".
"Yo me negué, pero yo tenía que ir a la Policía porque así se me ordenó a entregar mi celular para que entraran a la información que tenía allí. Yo dije 'no'. Ponele que me detengan y me lleven preso. Así se lo dije a mi abogado: 'Que me lleven preso, yo el celular no lo entrego'. No solo porque sé que estoy amparado en la ley, sino porque va contra mi ética, la esencia de mi forma de ser, la confianza que depositaron en mí tantas personas. Antes muerto, hermano, yo no te doy el celular".
"¿Qué pasó con eso? Marcha atrás", dijo el periodista considerando que "se dieron cuenta de la barbaridad en la que habían incurrido".
"¿Le voy a dar un celular a la fiscal para que pueda enterarse de quién de sus colegas me está dando información sobre ella? Obviamente que es de locos y cae por su propio peso", subrayó en esa línea. Además, dijo que desde la Policía le indicaron que se enviaba su celular a las autoridades se lo iban a dar hoy o mañana.
"¿Se quedan con mi celular y quién me garantiza que solamente van a buscar el video y quién me lo mandó, que igual es un atropello?", expresó Álvarez, puntualizando que le "aseguró" al informante que iba a "mantener bajo reserva su identidad. Es un pecado mortal divulgarlo, un periodista no puede traicionar a su fuente".
Por otro lado, Álvarez apuntó contra lo que declaró la fiscal Álfaro a 25siete, portal de Noticias. La representante del Ministerio Público expresó que la orden judicial era si se "negaba" a brindar los datos solicitados, a lo que el comunicador respondió: "Nunca me pidió la información. Lo que debe haber hecho la fiscal, en todo caso, es haberme citado como se hace habitualmente. 'Dígame, me puede decir quién fue la persona que le mandó los videos', y yo le voy a decir 'no', y me puedo amparar en la ley", señaló ante el "secreto profesional" del periodista.
"Solo se solicitó la orden judicial de allanamiento para obtener el dispositivo -es decir, el celular de Ignacio Álvarez-, pero no para incautar el resto de las computadoras y materiales de la radio", había declarado la fiscal al portal de noticias.
Ante esto, Álvarez señaló que "como dice una cosa, dice la otra" y leyó que en la orden de allanamiento tanto para la radio como para su domicilio, indicaba que era "a fin de proceder a la incautación y registro de dispositivos electrónicos (celulares, tablet, computadoras y soportes de almacenamiento, por ejemplo pendrives y discos) propiedad o detentados por el señor Ignacio Álvarez de uso personal o de la producción del programa con el fin de constatar el contenido del material audiovisual en cuestión, comunicaciones en las que se reciba o ceda material reservado con contenido íntimo o sexual sin consentimiento de los involucrados".
"O sea que claramente la fiscal está mintiendo, y quedó desmentida por sí misma. Ella misma es la que en la orden de allanamiento solicitada hablada de distintos dispositivos, no solo el celular", enfatizó.
Sobre el punto de haber cedidos los videos a terceros, remarcó: "No tengo nada para esconder". Recordó que se lo envió a dos peritos para no contar solo con su opinión en dichos videos "donde no parece haber claramente signos de una violación, de violencia ni de abuso".
"Estaba confesando públicamente que se lo mandé a dos personas. Quería mi celular para ver a qué dos personas se los había enviado? Uno es el semiólogo Washington Silveira y otro es un perito forense cuyo nombre no quise dar porque él me pidió mantener la reserva y su anonimato", añadió.
"Lo que quería la fiscal era saber quién era ese perito, así como la mujer que mandó audios en relación a la supuesta víctima", dijo Álvarez, que implicaría "vulnerar el secreto de la fuente".
Sobre el cuarto audio, dijo que "no decía nada" y no fue divulgado por un asunto "técnico". Contó que un integrante de la producción lo "copió mal", pero que fue pasado al aire el miércoles de la semana pasada.
"La fiscal se hace toda una película y habla de que no se emitió y se apunta a conocer dónde derivó. Lo pasamos al aire. Más allá de todo el radicalismo, el descalabro y la ilegalidad de lo que quiso hacer, evidentemente tampoco trabaja mucho", apuntó.