POLÍTICA
Miranda aseguró que “no es hora de radicalizar el discurso” enfrentándose al gobierno, ya que consideró esto sería un “error táctico”.
En los últimos días, el Frente Amplio dio un giro político en su accionar y se mostró más conciliador con el gobierno, pero surgieron ruidos entre la conducción central y la bancada. El tema fue analizado el pasado jueves en el Secretariado, donde quedaron en evidencia las diferencias internas acerca de cómo pararse en el relacionamiento con el Poder Ejecutivo.
Según supo El País, el presidente de la coalición de izquierda Javier Miranda analizó el contenido de lareunión que mantuvo esta semana con el primer mandatario Luis Lacalle Pou, donde se le entregó un conjunto de propuestas para enfrentar la crisis derivada del coronavirus.
Las fuentes indicaron que Miranda defendió lo actuado y aseguró que “no es hora de radicalizar el discurso” enfrentándose al gobierno, ya que consideró esto sería un “error táctico”.
En la reunión sectores como Asamblea Uruguay y el Movimiento de Participación Popular plantearon su malestar con la forma en que se resolvió la integración de la delegación que acompañó a Miranda. La misma fue compuesta por el secretario general del Partido Comunista Juan Castillo y los senadores Mario Bergara (Fuerza Renovadora) y Daniel Olesker (Partido Socialista). A última hora se comunicó que no sería parte de la misma el exsubsecretario de Economía Pablo Ferreri y la senadora del MPP Sandra Lazo no concurrió.
A esas diferencias se suman las discrepancias de criterio entre el Frente Amplio central y la bancada, que decidió presentar en el Senado un proyecto de ley para hacer permanente el descuento del 20% a los sueldos de los cargos políticos. A eso se agrega un proyecto del diputado comunista Gerardo Núñez para suspender despidos, que tampoco cuenta con el aval de toda la izquierda.