El presidente electo Yamandú Orsi decidió suspender este martes la agenda que tenía prevista y trabajar desde su casa, en Salinas. Allí respondió llamados, contestó mensajes y "habló con mucha gente", según su entorno.
Este miércoles Orsi dará comienzo formal, con su reunión con Luis Lacalle Pou, a la transición de gobierno. Y lo hará con solo un nombre confirmado en los ministerios que, justamente, serán protagonistas centrales de esa traspaso de mando. Una situación que comenzó a incomodar a algunos sectores del Frente Amplio (FA).
En ese sentido, según supo El País, se procura a corto plazo anunciar a los futuros titulares de Interior, Relaciones Exteriores y Defensa, los ministerios que componen las funciones primarias del Estado. En el caso de Cancillería, tomando en cuenta la presencia de Orsi, en calidad de invitado, en la cumbre de presidentes del Mercosur que se llevará a cabo la semana que viene en Montevideo. Se espera que los tres sean encabezados por dirigentes del Movimiento de Participación Popular (MPP), el sector más votado de la izquierda y núcleo central del apoyo político a Orsi.
Por lo pronto, a casi cinco años de haberlo abandonado, la coalición izquierda comenzó a discutir definiciones sobre un tema que le generó no pocos dolores de cabeza en los gobiernos de Tabaré Vázquez y José Mujica: el relacionamiento entre la fuerza política y el Poder Ejecutivo.
A los efectos, se actualizará un documento que fue elaborado en 2004, meses antes de que la izquierda llegara por primer vez al poder, que entendía sobre el relacionamiento entre la fuerza política, el gobierno y las organizaciones sociales. Allí se planteaban tres orientaciones: autonomía relativa entre las partes, coordinación entre ellas, y asunción de responsabilidad de quienes tomen las decisiones. Entre los postulados, se destaca uno: la "imposibilidad de gobernar en asamblea permanente".
En esta nueva etapa su presidente, Fernando Pereira, consideró este lunes que el FA "deberá ser capaz de entender las demandas sociales y transmitírselas al gobierno". Habrá, dijo, una "comunicación permanente", pero con una fuerza política "sin tentaciones de gobernar".
En ese contexto, los nexos para el "vínculo aceitado" que se pretende serán el secretario político del FA, Daniel Mariño, y la persona que Orsi designe como secretario de la Presidencia que, todo parece indicar, será el senador Alejandro Sánchez.
En la oalición de izquierda se visualiza a Sánchez como el más apto para ese rol, tomando en cuenta su "capacidad de articulación", ya demostrada en el Parlamento.
Orsi se apresta a tomar contacto con todos los sectores del FA. El objetivo es recibir "sugerencias" para la conformación de su gabinete en el que - más allá de Gabriel Oddone en Economía y Finanzas - no hay nombres definidos ni comunicados al FA. La definición quedará en manos del presidente electo. Con todo, la intención es que las designaciones no "desarmen" al Senado.
La popularidad de Lacalle
Una de las actividades suspendidas por Orsi fue su participación en el Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio (FA), que sesionó este martes. En su lugar concurrió la vicepresidenta electa, Carolina Cosse, que se mostró muy emocionada por el triunfo del domingo. En el encuentro no se manejaron nombres, lo que comenzó a inquietar a varios sectores en la interna. "Esperamos enterarnos antes que la prensa", comentó a El País un integrante del Secretariado. La preocupación está, sobre todo, en la necesidad de evitar el "manoseo" de dirigentes.
El FA comenzó realizó este martes un primer análisis del resultado electoral que, lógicamente, resultó positivo. La fuerza política creció en todo el país y triunfó con una diferencia importante. "Al final, la moneda no estaba en el aire", comentó Pereira, apelando a uno de los últimos análisis que el FA recibió antes del balotaje.
Pereira destacó que el triunfo se dio sobre una campaña en la que estuvieron involucrados "ministros y el presidente de la República, muchas veces violando la Constitución". En su visión, el resultado del domingo significó "el gran revés" de Luis Lacalle Pou, que "no pudo trasladar su popularidad a votos" para Álvaro Delgado y para la coalición de gobierno.
La otra campaña
El viernes 13 de diciembre el Frente Amplio (FA) emprenderá una nueva recorrida por todo el país, con un doble objetivo. Por un lado, agradecer a la militancia. Ese día senadores y diputados se repartirán el territorio nacional y visitarán más de 100 localidades. La recorrida surgió a iniciativa de Cosse, que encabezará algunas visitas. "Me gustaría ir a un par de lugares y agradecer físicamente" dijo este martes la vicepresidenta electa, que se prepara para realizar su propia transición junto a Beatriz Argimón.
El otro objetivo, aunque no declarado, es dar el primer puntapié de la campaña hacia las elecciones departamentales de mayo de 2025, donde intentará confirmar los buenos resultados obtenidos en lo que va del proceso electoral.
Será, comentó Pereira, una "campaña nacional con énfasis departamentales". Por lo
pronto, la prioridad estará en los departamentos en los que el FA visualiza que tiene más chance de triunfo, con la premisa de por lo menos duplicar las tres jefaturas departamentales que hoy ostenta. Los resultados del pasado domingo marcaron el triunfo de la izquierda en sus bastiones de Montevideo y Canelones, y una mayoría en Salto, Paysandú y San José.
En Montevideo, es un hecho que el MPP - luego de su aplastante mayoría a nivel nacional - no pugnará por la jefatura comunal. Tampoco en Canelones. Allí el sector impulsará la postulación del actual secretario general, Francisco Legnani, reeditando el acuerdo electoral que formó con Seregnistas a nivel nacional. En ambos casos, se espera una puja interna con el Partido Comunista.