POLÍTICA PARTIDARIA
Miranda lanzó dardos contra la oposición y los “autoconvocados” rurales.
Tem por certo que vai tener luta (sic)", gritó ayer Javier Miranda en la plaza Seregni en la conmemoración del primer acto de masas del Frente Amplio en 1971. La frase resume el apoyo al expresidente de Brasil Luiz Inácio "Lula" Da Silva, pero también la actitud que llamó a tomar a los dirigentes frenteamplistas para alcanzar un cuarto gobierno.
Todo el discurso que leyó ayer en la Plaza Seregni fue una arenga a los frenteamplistas a salir a la calle y a movilizarse en lo que reconoció como una situación "preocupante" a nivel nacional. "Necesitamos a los frenteamplistas preocupados y comprometidos. Hablando más con la gente, recorriendo, discutiendo y escuchando, levantado las banderas (...) Ya no sirve masticar malestares en casa; hay que convertirlos en acción frenteamplista", subrayó.
En la misma línea insistió en que el Frente "necesita sus militantes de a pie, trabajando en cada barrio". "Seguimos necesitando cada esfuerzo. Precisamos a nuestros dirigentes y referentes en cada rincón dialogando con la gente", dijo.
Lo escuchaban el expresidente José Mujica y la vicepresidenta Lucía Topolansky en segunda fila. También estaban el exvicepresidente Raúl Sendic, el intendente de Montevideo Daniel Martínez y varios ministros: Carolina Cosse (Industria), Eduardo Bonomi (Interior), Ernesto Murro (Trabajo), Danilo Astori (Economía) y Liliam Kechichian (Turismo).
Miranda reconoció que se perciben "las dudas y el malestar en algunos sectores de la población". "Nos duele la desconfianza en el sistema político", señaló. Pero advirtió: "No queremos que nos pongan a todos en la misma bolsa".
Repartió cuestionamientos para la oposición. "No se preocupan por la salud de la gente, sino que se dedican a desprestigiar a ASSE y al Sistema Nacional Integrado de Salud. No queremos volver a tener una salud pobre para los pobres y rica para los ricos", enfatizó. También los acusó de dar "manija" en los reclamos de seguridad para "capitalizar el descontento" de la población.
A su vez, fustigó al exdirector del Banco República por el Partido Nacional, Pablo García Pintos, quien admitió que hacía retiros de su tarjeta corporativa para financiar a su colectividad política. "Ese es el Uruguay que tuvimos durante décadas donde, para acceder a jubilaciones había que tener la recomendación de un político blanco o colorado", aseguró.
Después de condenar los atentados que se registraron en los últimos días en varios comités de base en todo el país, Miranda aseguró que desde el Frente "no se permitirá que la violencia se instale como forma de hacer política, como forma de desestabilizar para recuperar el poder político". De inmediato aclaró que no acusaba a los partidos políticos de la oposición. Así fue que alertó por "posibles desbordes de algunos nostálgicos que algunos podrían promover".
No solo a los políticos les tocó ayer ser cuestionados por el presidente del Frente. Hubo varias alusiones al movimiento de autoconvocados rurales "Un solo Uruguay". "No vamos a desfallecer frente a aquellos que promueven el descreimiento y la antipolítica", advirtió.
"Defendemos a la institucionalidad democrática frente a las voces que pregonan que son todos iguales. Que se vayan todos ¿Y después qué?", preguntó. Dijo que los mismos que cuestionan son los que proponen "el retroceso de los derechos laborales" y "la desarticulación de las políticas sociales".
Luego de solidarizarse con Lula, Miranda advirtió que "acá también quieren volver al Uruguay de la desprotección". "Ellos no son el cambio, son el volver atrás, hacen un discurso contra el Estado, pero también reclaman el mismo auxilio del Estado cuando pasa cualquier fenómeno que los afecta", agregó sobre los "autoconvocados".
"Sería bueno que propusieran achicar sus márgenes de renta y no pretender solo socializar las pérdidas", subrayó en referencia a los productores rurales que cuestionan la ineficiencia estatal. "Los uruguayos no queremos más discursos cínicos; no aceptamos que vendan gato por liebre con discursos de antipolítica", añadió y recibió un fuerte aplauso.
"La revolución".
A su turno, el diputado y presidente de la Departamental de Montevideo, Carlos Varela, alertó que "la derecha viene por todo, viene por el bienestar que hemos creado".
Luego de Varela, tomó el micrófono Tamara Andrade, la nueva vicepresidenta del Frente Amplio. "La tarea más revolucionaria es ganar las elecciones el año que viene y eso empieza hoy militando", concluyó.
Miranda señaló a los medios "de derecha"
"Andebu está con ellos", dijo Miranda y señaló a la asociación que nuclea a los canales de televisión y radiodifusión en el "bando" de "los partidos de la derecha". Andebu emitió una declaración apoyando a los productores autoconvocados en el acto en Durazno del 23 de enero pasado. Pero también enfatizó que está en contra "del circo mediático, y los linchamientos de ningún tipo". "Sí promovemos el periodismo de investigación, la crítica y los debates con argumentos", dijo. Antes la vicepresidenta Tamara Andrade dijo que su partido se diferencia de la oposición por no ser oligarca "ni tener bancos ni diario".
Para Miranda, en reclamos por la inseguridad hay manija reaccionaria
La seguridad es el principal problema para la ciudadanía, según las consultoras de opinión pública. El presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, dijo que si bien hay problemas de inseguridad en la sociedad, también hay mucha "manija" con el objetivo de atacar la institucionalidad.
"En los reclamos por la inseguridad hay manijas reaccionarias, operadores políticos que alientan el fantasma del miedo", enfatizó. "Sí que los hay, ¡claro que los hay!", gritó el dirigente oficialista. Señaló hechos preocupantes. "Hay hechos que nos golpean e interpelan a todos", como el caso del niño baleado en Casavalle, dijo Miranda.
"Queremos una sociedad sin violencia", remarcó y dijo que se puede. Incluso opinó que el Frente Amplio está en el camino correcto para lograrlo. Más adelante en el discurso, aclaró que no está acusando a los partidos políticos de reaccionarios.
"No estoy acusando a los partidos políticos de desestabilizadores, pero si algunos nostálgicos e irresponsables pretenden promover" inestabiidad, explicó. "Defendemos la institucionalidad democrática", agregó y volvió a insistir con apoyar la delicada situación que a su entender está viviendo la sociedad brasileña.