El canciller Francisco Bustillo deberá concurrir a corto plazo al Parlamento a explicar lo que desde filas opositoras consideran como “fracaso” de las gestiones del gobierno en torno a la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China. El término “fracaso” lo usó el Frente Amplio para describir las últimas novedades sobre esas negociaciones, que reclamará la presencia del ministro de Relaciones Exteriores ante el Poder Legislativo para explicar lo sucedido.
Así será luego que El País informara este miércoles que en la reciente visita de Bustillo a ese país, los chinos le confirmaron su “interés” de firmar eventualmente ese acuerdo, pero también le aclararon que prefieren no generar un conflicto con el Mercosur, en especial con Brasil. La opción de China, entonces, es avanzar en la firma de un TLC pero no solo con Uruguay, sino en forma conjunta con todo el bloque regional. Más allá de que el gobierno uruguayo lo siga interpretando como una buena señal, China le sugirió a Uruguay que “no insista” en su esfuerzo por firmar cuanto antes el tratado en solitario.
Los detalles de la convocatoria serán definidos en la próxima reunión de la bancada frenteamplista, confirmó a El País el senador Daniel Caggiani (MPP). El legislador dijo que las novedades en torno al acuerdo confirman el posicionamiento que la oposición venía manteniendo sobre el tema, en torno a la necesidad de ir avanzando de manera gradual y, sobre todo, en conjunto con el resto del Mercosur.
“Lacalle Pou jugó a doble o nada y se terminó tirando a una piscina que no tenía agua”, señaló Caggiani ayer en rueda de prensa. A su juicio, la dirección que tomó el gobierno en este tema terminó por perjudicar los intereses del país.
El senador consideró que en política exterior se debe ir con más cautela, a paso más tranquilo y firme. Sobre todo, expresó, si se trata de China, uno de los países más importantes del mundo y de los principales importadores de productos uruguayos. Allí Caggiani cuestionó que el gobierno haya despertado demasiadas expectativas en el sector productivo con respecto a un posible TLC con el gigante asiático, que finalmente no se terminaron consolidando.
Caggiani consideró interesante que, en el caso de China, el Mercosur pueda aplicar el mecanismo que se usó en su momento para firmar un TLC con India.
En el gobierno, y en forma particular en la Cancillería, de todos modos mantienen el optimismo en la dirección que ha tomado las negociaciones con el gigante asiático. En primer término, porque entienden que con la visita del ministro días atrás a Beijing se ratificó la “tremendamente rica” relación entre los Estados, tanto en aspectos comerciales como políticos, y que quedó el camino allanado para una muy probable visita del presidente Luis Lacalle Pou, que tiene la decisión de viajar a China antes de que termine su período de gobierno.
El entusiasmo se sustenta en la cargada agenda que tuvo el canciller en la misión oficial que encabezó la semana pasada -en donde fue recibido, entre varios otros, por el vicepresidente Han Zheng, el canciller Qin Gang y el representante internacional de Comercio, Wang Shouwen- y que en términos generales, o “en todos los términos”, fue “muy buena”, valoran por estas horas en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El vínculo entre ambos países, de hecho, están en el mejor momento desde que se restablecieron las relaciones diplomáticas en el año 1988, según entienden en el Ministerio de Relaciones Exteriores, en gran parte porque el gobierno ha sido la administración que “mejor trabajó” el acercamiento con la potencia asiática, tal como indicaron desde la Cancillería a El País.
El FA vuelve a apuntar al canciller
El Frente Amplio, sobre todo a través del senador Daniel Caggiani, ha cargado en varias otras oportunidades contra Bustillo, que ya ha comparecido al Parlamento en los últimos meses. Lo ha hecho por este mismo tema, ante la falta de avances sustantivos con China en procura del TLC, pero también por la entrega que hizo esta administración de un pasaporte al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, cuando estaba preso en Dubái.