LUTO

A los 73 años murió en la madrugada de hoy el exministro del Interior, Eduardo Bonomi. El senador, que estuvo 10 años (de 2010 a 2020) al frente de la cartera, durante los gobiernos frenteamplistas de José Mujica y Tabaré Vázquez, falleció de un paro cardiorrespiratorio, según informaron a El País fuentes de su sector político, el Movimiento de Participación Popular (MPP).

Bonomi asumió en Interior el 1° de marzo de 2010, cuando fue designado por el entonces presidente Mujica. Cinco años después fue ratificado en el cargo por Vázquez, y pese a las duras críticas que tuvo durante su gestión, sobre todo por parte de actores de la oposición política, se mantuvo en su puesto hasta terminado el último gobierno frenteamplista.

Pocos días antes de su salida del ministerio, en un evento con jefes de Policía de todo el país y funcionarios de la cartera, sostuvo: “Fueron 10 años de una maravillosa peripecia… Y la verdad que a mí me dejan marcado de aquí en adelante, hoy veo las cosas de una manera distinta, las vi distintas cuando salí del Ministerio de Trabajo, y las veo distintas ahora, ha sido un intercambio riquísimo en el trabajo y fuera del trabajo”.

Bonomi había sido ministro de Trabajo en el primer gobierno de Vázquez, de 2005 a 2009.

Bonomi fue a la escuela N° 81 y al liceo de Malvín. Empezó a cursar, a partir de 1969, la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República. Sus estudios quedaron inconclusos, ya que en 1972, poco antes del inicio de la dictadura militar, fue preso por pertenecer al Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros). Fue puesto en libertad recién en 1985, con la restauración de la democracia.

Bonomi estuvo 13 años preso, de 1972 a 1985, seis meses en el batallón 13 de infantería y el resto en Libertad. No fue uno de los “rehenes” del MLN pero estuvo recluido en las peores alas del Penal, un tiempo sin compañero de celda y otro tanto incomunicado. 

El histórico dirigente frenteamplista, conocido como “El Bicho”, una vez fuera de prisión trabajó como vendedor de libros y luego como empleado en la empresa pesquera Promopes, un emprendimiento que integraba el Centro Cooperativista Uruguayo (CCU). En ese 1985 el exministro tenía 36 años y empezó a desempeñarse como peón en la planta de procesado de pescado, pero luego ascendió y pasó a ocuparse del control de calidad.

A fines de los 80, en tanto, Bonomi fue uno de los fundadores del MPP, y participó del proceso que incorporó a antiguos miembros del MLN-Tupamaros a la estructura del Frente Amplio. 

Desde el comienzo del sector alcanzó altos puestos en la dirección. Ya en 1995, cuando fue suplente de Mujica en Diputados, se posicionaba como el hombre de mayor confianza de quien fue mandatario de Uruguay. 

En 2020 Bonomi publicó la novela Código 79 (Sudamericana), la primera y única que llegó a publicar. El trabajo se presentó como una investigación periodística que abordaba historias de marginalidad y delincuencia en el oeste de Montevideo.

En ese entonces, entrevistado por El País, sostuvo que el germen de la novela surgió en 2017, cuando ya llevaba siete años al frente del Ministerio del Interior, en un viaje oficial a China, con escalas y de casi 35 horas. “Mi gran tema de preocupación era no solo la situación de la delincuencia, sino cómo la sociedad, fuertemente influenciada por los medios masivos de comunicación, enfoca la delincuencia. De alguna manera hay gente que cree que criticándolos y demonizándolos, los achican y los harán cambiar de actitud, y es exactamente lo contrario”, relató el fallecido senador.

Durante los últimos años Bonomi se defendió de las críticas que se han hecho desde el gobierno actual a su gestión, e incluso señaló en varias oportunidades que las mejoras en las cifras de delitos que luce el actual Ministerio del Interior tienen que ver pura y exclusivamente con que se está en medio de una pandemia.

Ya en 2010, Bonomi sufría dolores de cabeza crónicos. Para esos dolores que solían aquejarlo en los momentos de mucha tensión tomaba analgésicos comunes, pero sus allegados controlaban que no le suba la presión.

—¿Mujica le explicó por qué lo quería a usted en este cargo?
—Porque era un desafío importante, una prioridad del gobierno, y bueno, se planteó esa posibilidad.

—¿Pero qué virtudes políticas suyas pue den haber llevado a esa decisión? ¿Por qué usted y no otro? Bonomi no alardea, mantiene su perfil bajo, y aunque no titubea ni se ruboriza al contestar, la pregunta lo pone incómodo.
—Y yo qué sé.

"Capaz por la experiencia en el Ministerio de Trabajo”, arriesgó en ese entonces, cuando tenía 61 años. “Capaz porque antes de eso había trabajado en el equipo de seguridad del Frente”, agrega. Y finalmente revela: “Habíamos hablado del tema alguna vez. Le he cambiado alguna idea y pensó que podía ser adecuado”.

Antes, cuando inició como ministro de Trabajo y Seguridad Social, en la Cámara de Empresarios comentaron “a este nos lo comemos crudo”. “Por su apariencia, porque no promete mucho, porque habla con esa dificultad en la expresión”, explica Marcelo Estefanell, compañero de facultad en Veterinaria, que agrega que el “problema en el paladar lo tiene desde que nació”. Al año, los empresarios se rectificaron: “cómo nos equivocamos...”.