Este martes 18 de Julio se conmemora el día en que, en 1830, se juró la primera Constitución. Se trata de un feriado inamovible, o sea, que se celebra en el día en que caiga y no puede cambiarse para formar un fin de semana largo con fines turísticos. Pero, precisamente, la movilidad de otros feriados ha sido motivo de debate en los últimos años en Uruguay, producto de que varios dirigentes políticos, entre ellos el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, se manifestaron en contra de cambiar las fechas de celebración.

El planteo de Lacalle Pou de que los feriados no tienen su origen en un fin turístico llegó a transformarse en un proyecto de ley que envió al Parlamento en 2021. Es que la normativa vigente dice que si los feriados cayeran sábado, domingo o lunes, ese será el día libre para la mayoría de los ciudadanos. Pero si cayeran martes o miércoles, se fijan para el lunes inmediato anterior, y si cayeran jueves o viernes, para el lunes inmediato siguiente.

De este régimen de movilidad están exceptuados tanto los los feriados de Carnaval y Semana de Turismo como los correspondientes al 1º y 6 de enero; 1º de mayo; 19 de junio; 18 de julio; 25 de agosto; 2 de noviembre y 25 de diciembre. Pero, entonces, tanto el 19 de abril, que se conmemora el Desembarco de los Treinta y Tres Orientales, como el 18 de mayo, de la Batalla de Las Piedras, y el 12 de octubre, día en que se conmemora la llegada de Cristóbal Colón al continente americano (y que en Uruguay también sirve para recordar la Batalla de Sarandí), pueden cambiarse.

En el proyecto presentado por Lacalle Pou se expresa que “los feriados son fechas de celebración de festividades” y “nos recuerdan acontecimientos patrios propios de la gesta libertadora de nuestro país así como hechos de repercusión universal, cuya importancia hace que para honrar nuestra historia, los mismos sean celebrados en la fecha que recuerda su ocurrencia”.

Pero ya pasaron dos años desde que el texto se envió al Palacio Legislativo y los diputados de la comisión de Constitución, Códigos, Legislación General y Administración no le dan andamiaje. Según pudo saber El País en diálogo con varios de los diputados integrantes de la comisión, son principalmente los representantes de departamentos del interior los que ven beneficios económicos para sus regiones con la posibilidad de que los feriados puedan moverse para generar fines de semana largos.

Y como la discusión no avanza, el diputado del Partido Nacional por Canelones Sebastián Andújar elevó otro proyecto de ley con menores pretensiones: que se declare inamovible el que conmemora la Batalla de las Piedras. Pero desde su presentación ya pasó casi un año, y tampoco avanzó.

La comisión pidió algunos informes, por ejemplo al Ministerio de Turismo, que respondió con dos textos, ambos favorables a mantener la normativa tal cual está, y a los que accedió El País. Uno de los informes dice que “los fines de semana largos son un incentivo importante para que los residentes uruguayos se desplacen por motivos turísticos, fomentando la actividad, fundamentalmente en el interior del país”, e indica con datos estadísticos que en algunos departamentos las variaciones de visitantes de un fin de semana común a uno largo "pueden llegar al entorno del 300%”. El otro informe detalla que “en nuestro país el turismo interno es un potente redistribuidor de los recursos económicos desde la capital a los departamentos y generan empleo, inclusión y permite revalorizar nuestra identidad nacional”.

También la Cámara Uruguaya de Turismo envió una nota a los diputados para que “tengan a bien mantener la actual legislación en materia de corrimiento de los feriados, generando feriados o fines de semana llamados ‘largos’”, porque estos “benefician al turismo interno en Uruguay, contribuyendo a la recuperación de la demanda de un sector muy golpeado durante la pandemia y que ha aportado un 7,5% al PBI en promedio del 2016 al 2019 y generado más de 120.000 empleos turísticos”.

El diputado del Partido Nacional por Maldonado Diego Echeverría dijo a El País que “los números son bastante elocuentes” en cuanto a los beneficios de mantener los fines de semana largos, porque en su transcurso “aumenta exponencialmente el movimiento comercial y turístico”. El representante blanco recordó que el país viene de “un par de años de pandemia donde el sector más golpeado” fue el turístico, e incluso hoy, “producto de cómo están los precios en Argentina, el turismo interno en los últimos tiempos está también en un punto complejo”.

Entonces, si bien entiende “compartible” la visión de aquellos que prefieren dejar inamovibles los feriados para que la fecha que celebran sea recordada con mayor efectividad, se mostró en contra de cambiar la normativa actual.

En la misma tesitura está su correligionario Mario Colman, de Colonia, quien afirmó que “hay elementos ya comprobados” que indican que “en las circunstancias que estamos viviendo, no es oportuno” avanzar en este tema. “Interpretamos la importancia de la fecha, eso lo entendemos, pero no están dadas las circunstancias hoy por lo que estamos viviendo posteriormente a una pandemia y ahora una pandemia llamada ‘diferencia cambiaria con Argentina’”, sentenció.

En una posición contraria a esta visión está el presidente de la comisión, el colorado Ope Pasquet, de Montevideo, quien reconoció que “no hay ánimo para tratar” ninguno de los dos proyectos. En su opinión, la turística “no es la perspectiva correcta” para analizar el tema, porque de lo que se trata es de la “conmemoración de hechos históricos profundamente vinculados al proceso de fundación del Uruguay”, lo que a su entender “debería estar por encima de consideraciones de tiempo económico”.

Pasquet acotó que para que los proyectos “sirvan para conmemorar los hechos de los que se trata”, es necesario “propiciar la reflexión” en torno a ellos, pero “cuando los transformamos en fines de semana largos, disolvemos su significado”. “El país tiene que reencontrarse con sus raíces”, apuntó.

En tanto, Andújar aseguró que él prefiere que se apruebe el proyecto de Lacalle Pou, pero que presentó el suyo (para declarar inamovible la celebración de la Batalla de las Piedras) “como consecuencia del no tratamiento del proyecto del Poder Ejecutivo” para involucrarlos a todos.

Propuso que “por lo menos” el 18 de mayo se mantenga como feriado siempre, porque es la fecha patria que “reúne más gente en su festividad”. A su entender “sin discusión es la fecha más celebrada de todas”, y es necesario que sea feriado no laborable para que todas las personas puedan concurrir a las celebraciones.

Pero, más allá de esa fecha en particular, dijo ser “de los que entienden que la historia no se puede modificar”. “No podemos usar de excusa un hecho histórico relevante de nuestro país para generar un feriado turístico, conceptualmente estoy totalmente en contra”, aseveró.