Redacción El País
El gobierno firmó este jueves uno de los proyectos más ambiciosos que tenía sobre la mesa para esta gestión: un contrato entre OSE y el Consorcio Aguas de Montevideo para comenzar con las obras del proyecto Neptuno en Arazatí. La decisión, tomada a 37 del cambio de gobierno, “hipoteca económicamente a OSE”, aseguró este viernes el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira.

"Hemos dicho una y otra vez que dejaran este tema al gobierno electo, que una obra de este tipo condiciona al funcionamiento de OSE, que claramente tiene contraindicaciones de los científicos y con todos estos informes igual se firma", lamentó Pereira y remarcó que el accionar del gobierno "es inadecuado, es absurdo, pero tiene derecho a hacerlo".

Para el presidente del Frente Amplio, Luis Lacalle Pou "decidió caprichosamente firmarlo". "Son decisiones mal tomadas que traen a Uruguay perjuicios muy importantes, en términos medioambientales y económicos", agregó en diálogo con Arriba Gente (Canal 10).

Foto: Darwin Borrelli/El País

Consultado por qué efecto tendrá la firma del acuerdo, Pereira aseguró que "inhabilita el funcionamiento de OSE". Según el presidente del FA, el ente "tiene más o menos una ganancia de lo que va a pagar de cuota por la obra de Arazatí. Lo que habilita es dejar a OSE en la ruina".

Además, aseguró que se generarán distintos "desbalances". "Es un mal negocio que favorece a privados, no resuelve el problema que se plantea. Hay constitucionalistas que creen que violenta la constitución", expresó.

En tanto, auguró un futuro crítico para el accionar dentro de OSE: "No va a haber dinero para saneamiento, para reparaciones, para agua potable".

A pesar del difícil panorama que vislumbra con este acuerdo, Pereira remarcó que el gobierno electo encabezado por Yamandú Orsi se hará cargo y "verá cómo lo resuelve".

Ante la pregunta de si se puede revocar el acuerdo, Pereira dijo que será el gobierno electo el que evalúe la situación, pero que desde el Frente Amplio lo único que se puede hacer es "dar una opinión política".

El proyecto -que se adjudicó por licitación pública- implica la instalación de una toma de agua bruta en la zona de playa Arazatí (lo que le da su nombre, en el departamento de San José), una planta potabilizadora, una reserva de agua dulce y una tubería aductora de agua tratada hasta los tanques de Cuchilla Pereira, para abastecer al sistema metropolitano. También se construirá un lugar para poner los lodos deshidratados, producto del proceso de potabilización del agua.

La iniciativa implica que OSE pagará unos US$ 50 millones anuales por 17,5 años, que suman unos US$ 900 millones.

Foto: Consorcio Aguas de Montevideo

Los cuestionamientos del próximo gobierno sobre el proyecto Arazatí hicieron que se agregara un memorándum de entendimiento entre OSE y el consorcio para que se puedan realizar modificaciones al proyecto. Desde Presidencia se indicó a través de un comunicado que esos cambios podrían incluir alternativas para la localización del pólder (reservorio de agua bruta).

La aclaración desde Presidencia sobre el pólder se debe a las críticas que recibió esa parte del proyecto por parte del Frente Amplio. Y la decisión de agregar un memorándum de entendimiento se debió a que, como informó El Observador, era una manera de que el contrato no volviera a pasar por el Tribunal de Cuentas, donde ya recibió el visto bueno.