ENTREVISTA
El presidente del Frente Amplio apuntó contra el gobierno, dijo que “no tiene buque insignia” y que el modelo falló.
El Frente Amplio manifestará su postura sobre la reforma de la seguridad social cuando los socios de la coalición ya se hayan pronunciado, dice su presidente. El presidente de la agrupación política, Fernando Pereira, que ratifica que en 2024 no será precandidato, apunta contra el gobierno, dice que “no tiene buque insignia” y que el modelo falló. Una prueba, según él, es la seguridad pública, y considera que el ministro del Interior “renunció a combatir la delincuencia”.
-Semanas atrás se reunió con el presidente chileno, Gabriel Boric. ¿De qué hablaron?
-De varias cosas. Lo primero es que es muy curioso para América Latina un presidente de la edad de Boric. Miles de jóvenes se sumaron a la campaña, son los mismos que lideraron tiempo atrás una protesta estudiantil. Y al mismo tiempo esos jóvenes, más de una década después, estaban preparados para gobernar. Con paridad, con conciencia medioambiental, con una lógica que intenta cambiar las peores cuestiones de Chile, entre ellas la Constitución. En segundo lugar, cualquier partido que llega al gobierno de esta manera tiene la necesidad de consolidar estructura. Y ellos ven en el Frente Amplio una estructura adecuada. El diálogo tenía el objetivo de conocernos y de profundizar en lazos políticos que permiten intercambiar entre el partido político de Boric y el Frente Amplio experiencias de gobierno, experiencias de gestión. Y al mismo tiempo, para nosotros, experiencia de comunicación con los sectores más jóvenes de la sociedad.
-¿Cuáles políticas públicas aplicadas por el FA podría implementar Boric?
-El sistema de salud. Esta experiencia en Chile sería casi revolucionaria. También han mirado la reforma tributaria. Están mirando otros aspectos de los cambios que hizo Uruguay y que lo llevaron a estar entre los primeros lugares de América Latina en índices de desarrollo humano. El gran problema de Chile es la desigualdad, ellos lo conocen, no es la construcción de la riqueza sino cómo se reparte.
-¿Qué significó la reunión para el FA?
-El FA es internacionalista desde siempre. Cada tanto tenemos que reforzar esta idea de reunirnos con los progresismos, conversar e intercambiar. Por ejemplo con Lula da Silva. Esto se va a hacer en las próximas semanas. Y con Petro, cuando la vida lo permita. Porque no es un tema de ir a la asunción, es tener un par de horas para intercambiar, para pensar, para ver qué se puede hacer de manera conjunta y de qué manera el FA puede contribuir a esos procesos de cambio que son obras de décadas. El FA tiene una experiencia de 50 años de unidad de la izquierda y puede volcarla a quienes están llegando al gobierno por primera vez.
-¿La izquierda de la región debe mirar a Chile en este momento?
-Esa mirada es fundamental. Ganó un gobierno cuyo presidente tenía la edad mínima para ejercer.
-Nombró a Lula y a Petro. ¿Cómo evalúa a las fuerzas de izquierda en la región?
-Con interés y dedicación. Esto supone que el presidente del FA va a estar poquitos días por año fuera del país. Entonces hay que priorizar y en la priorización se intentan reuniones muy particulares con líderes de la izquierda en América Latina para pensar la complementariedad, la regionalización, el Mercosur.
-No mencionó a Venezuela. Fuera del Mercosur, ¿cómo ve otras izquierdas?
-Tienen dificultades. No es el modelo que Uruguay aplicaría. Cada tanto nos hacen hablar del tema. La realidad es que América Latina tiene enormes problemas de fortaleza democrática.
-¿Cómo valora la gestión del gobierno que encabeza Luis Lacalle Pou?
-El gobierno no tiene rumbo. Ni en materia económica, ni en materia social. Ni en materia educativa, ni en materia de seguridad pública. Y mucho menos en política internacional. Con lo cual se mantiene en la superficie con anuncios de acuerdos que no concretará, o por mucho tiempo no va a concretar. En 2020 la discusión de la Rendición de Cuentas se basó en transferir US$ 15 millones del Instituto de Colonización al Ministerio de Vivienda para la regularización de los asentamientos. El hasta US$ 15 millones fue cero. Cero metro cuadrado construido. Y nadie le pregunta al gobierno por eso. Se prometió prosperidad y que los sueldos y jubilaciones no iban a bajar. Los sueldos y las jubilaciones bajaron, sobre todo las jubilaciones más bajas. Y recién los salarios van a tener el mismo valor que tenían, para el 80% de los trabajadores, en 2025 en los meses de enero, febrero y marzo; es decir en los meses en que se despide Lacalle Pou del gobierno. ¿Esos son los cinco mejores años de nuestras vidas? ¿Cómo no se van a desilusionar los uruguayos si van a las farmacias de las policlínicas de ASSE y no hay medicamentos? Faltan medicamentos para la presión, faltan mecanismos para la diabetes, para aliviar dolores infantiles. No faltan cosas que son muy sofisticadas, faltan medicamentos de uso común.
-¿Por qué cree que las encuestas muestran una alta aprobación de la gestión?
-¿Perder un tercio en dos años le parece poco?
-Pero mantiene niveles de aprobación...
-Sí, pero estaba en el 66% y hoy está en 46%.
"Nos expresaremos en tiempo y forma cuando el proyecto entre al Parlamento”.
"Han mirado la reforma tributaria”, dijo sobre políticas que pretende replicar Boric en Chile.
-¿Y cree que seguirá bajando?
-En la medida en que no cambia sus políticas, que siga siendo concentradora con depósitos superiores a US$ 6.000 millones en dos años de pandemia en bancos uruguayos y del exterior, mientras 100.000 uruguayos tengan que alimentarse en ollas populares, estoy convencido. Y no es un problema de la persona, de Lacalle Pou, a quien respeto, es un problema de sus políticas y de su equipo. Y en el fondo es no admitir que lo que falla no es una política puntual, que puede pasar, lo que falla es el modelo. Y a aquella ola de 15 años consecutivos de crecimiento en salarios le siguió una ola de rebaja salarial. Y después de aquella ola de expansión y transformación profunda de cambios en el Uruguay… Pensemos que en los primeros tres años del primer gobierno de Tabaré Vázquez se implementó el Sistema Nacional Integrado de Salud, se había empezado con la reforma tributaria, se inició fuertemente la negociación colectiva en el sector privado y en el público. Eso tan solo en los primeros tres años como buques insignias. Se había empezado el Plan Ceibal. ¿Cuál sería el buque insignia del gobierno de Lacalle en estos primeros tres años? Yo pienso, pienso, pienso y no lo encuentro. ¿Cuánto tiempo puede sostenerse un gobierno sobre el apoyo que supuso el tratamiento de la pandemia?
-El gobierno dice que no pudo avanzar en sus transformaciones porque en los primeros dos años enfrentó la pandemia.
-¿Y cuáles son esas transformaciones?
-Por ejemplo la reforma de la seguridad social, cuyo anteproyecto de ley le entregó Lacalle Pou el viernes ¿Qué le planteó durante el encuentro?
-Hubo un relato del proyecto de Rodolfo Saldain, un intercambio donde el gobierno planteó su interés de que haya el mayor consenso y un planteo nuestro que es que vamos a tomar en cuenta cuántos aspectos de los hechos por el FA en la comisión de expertos se consideraron. Además, nos interesó muchísimo saber si se trata de una iniciativa del gobierno en conjunto, es decir que cuenta con el apoyo de todos los parlamentarios, o si es presidencial.
-¿Qué le respondió?
-Que están analizándola los otros partidos también. Con lo cual hasta ahora es una propuesta a lo sumo del partido de gobierno. También leímos al senador Gustavo Penadés y al senador Jorge Gandini plantear que no era un momento para discutir una reforma porque traería costos electorales. El FA va a tener la paciencia que siempre tuvo para analizar y esperar los tiempos políticos que nos digan si esto es un proyecto con consensos amplios o no. El gobierno debe plantearnos un proyecto del gobierno. Ahora nos entregó algo en la misma condición que al Partido Colorado, a Cabildo Abierto, al Partido Independiente y al Partido de la Gente. Ellos son integrantes del gobierno, nosotros oposición.
-¿El FA esperará a que opinen los demás socios del gobierno?
-Y sí. Es lo lógico, porque no son socios del gobierno, son el gobierno. Yo sé que alguno de los partidos entran y salen como parte de la táctica política, pero luego tienen que responder si este proyecto tiene los respaldos suficientes. Hasta ahora no se ha visto. Nos expresaremos en tiempo y forma cuando el proyecto entre al Parlamento, porque es un proyecto de ley y se va a discutir.
-De lo que se analizó del proyecto, ¿ve viable llegar a un consenso?
-Estamos muy lejos de poder dar esa respuesta porque es un documento muy amplio que podríamos analizar por titulares de prensa o por un estudio riguroso. Nos inclinamos por lo segundo.
-¿Hay desilusión con el gobierno?
-Hay desilusión con el gobierno en el pueblo uruguayo. No en todo, pero en una buena parte. Claramente hay dos modelos distintos y esto es perfectamente lógico en una democracia. Aquellos que cuestionan nuestra forma de cuestionar el modelo no entienden que en una democracia la oposición juega un papel. Y si no lo jugara no habría una alternativa al muy mal gobierno que tiene Lacalle Pou.
-¿La contracara de esa “desilusión” que plantea sería que el FA se fortalezca?
-Que la gente se desilusione con el gobierno no significa que mecánicamente vote al FA. Debemos construir la organización que se requiere para ganar la elección en 2024 y construir un programa de gobierno que haga que, cualquier uruguayo que lo vea, como pasó en 2004, sepa claramente lo que queremos hacer.
-El escenario sobre la mesa en el FA es que Yamandú Orsi y Carolina Cosse sean precandidatos. ¿Esa será la oferta electoral o habrá más?
-Yo no sé, pero tengo la tranquilidad de que el FA tiene varios candidatos muy claros. Yamandú, Carolina y hay otros. Se verá en su momento quiénes se presentan en las internas.
-¿Usted no es una opción?
-No, porque si una de las críticas que recibimos es que el FA no estuvo cerca de la gente, cuando el FA llegue al gobierno una parte de la preocupación será ejercer un gobierno de calidad y otra seguir trabajando pueblo a pueblo. Así se identifican los problemas y así se le dan al gobierno las orientaciones políticas.
“Renunció a combatir la delincuencia”
-Usted dice que es necesario de un diálogo por seguridad. Con Lacalle Pou se lo propuso. ¿Qué respondió?
-Nos dijo que hablaría con el ministro Heber.
-¿Qué medidas debería aplicar ahora el gobierno?
-No renunciar a combatir la delincuencia. Si un ministro dice que no va a colocar un destacamento de la Republicana por miedo a que las bandas que operan en la frontera de Rivera con Livramento roben sus armas colocamos incertidumbre a la población de Rivera y a la Policía que actúa allí y eso es un problema. Uno lee las declaraciones y tiende a pensar que renunció a combatir la delincuencia en Rivera.
-¿Debe renunciar?
-Eso siempre es una decisión del gobierno. Nosotros sugerimos que hay miembros del gobierno que no cumplen sus responsabilidades, como en la ANV, y el gobierno decidió solo dar un tirón de orejas. Acá también decimos que hay un ministro que falla.
-Con la ANV pidieron la renuncia de sus autoridades. ¿Con Heber?
-No lo hemos analizado aún y no la hemos pedido. Sí creemos que está fracasando y el FA le tiende una mano.