Fiscal Perciballe anunció que restos hallados en el Batallón 14 pertenecen a Luis Eduardo Arigón Castel

"No deja de sorprenderme la maldad, la cobardía con la que fueron tratadas estas personas. Hacer lo que les hicieron a estas personas es vergonzoso", expresó Sabina Arigón, hija de Luis Eduardo.

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Perciballe
Fiscal de delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe.
Foto: Ignacio Sánchez/El País.

Redacción El País
El fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, convocó a una conferencia de prensa este martes sobre las 15:30 y anunció que los restos hallados en el Batallón 14 el 30 de julio corresponden a Luis Eduardo Arigón Castel.

Luego de un análisis primario, se envió una muestra de ADN a Córdoba para que la analizara el laboratorio especializado del Equipo Argentino de Antropología Forense.

Luis Eduardo Arigón Castel, octava persona desaparecida cuyos restos fueron recuperados, era padre de dos hijas, fue empleado de la librería Heber Saldivia en la Galería del Notariado (desde 1968) y era militante del Partido Comunista del Uruguay y del Frente Amplio. Además, era dirigente de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio e Industria (FUECI) y de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT).

El 14 de junio de 1977 Arigón Castel fue secuestrado en su domicilio en un operativo donde participaron represores de civil y soldados que se identificaron como miembros de las Fuerzas Conjuntas. Fueron testigos del secuestro y allanamiento de la casa, su esposa e hijas. Varios testigos lo identificaron siendo sometido a torturas en La Tablada.

La antropóloga y coordinadora del Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF), Alicia Lusiardo, señaló que "se encontraron daños a los restos e improntas de un textil, que no perduró y una tapa de botella". Además del perfil biológico informado, se encontró "una fractura con cicatrización en una costilla, un esguince de tobillo, una hiperextensión en la cadera y un movimiento repetitivo en la muñeca". "Son detalles que pueden colaborar con la hipótesis de identidad", acotó.

"Según lo establecido por la Junta Médica se estableció que los restos óseos no presentar lesiones traumáticas que permitan establecer con certeza la causa de muerte. Sin embargo, se ubicaron fracturas producidas por impacto de objeto contundente sobre la víctima, en actitud de defensa protegiendo su cara o cráneo. Fracturas en el tórax", explicó Lusiardo.

Alicia Lusiardo
Alicia Lusiardo, coordinadora del GIAF.
Foto: Ignacio Sánchez/El País.

La antropóloga expresó que lo que se estableció es que "por ser un enterramiento clandestino en predio militar de larga data, con restos óseos con traumatismo premortem y que se ejerció violencia es que la forma de la muerte fue violenta, por malos tratos o torturas".

Por su parte, Wilder Tayler, director de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) señaló que el Batallón 14 "fue utilizado como un cementerio secreto para los desaparecidos, con una metodología pensada" y este hallazgo es prueba de ello. "Esto ratifica el trabajo que se ha venido haciendo y la metodología que los antropólogos están llevando adelante", aseguró.

"Seguimos excavando en tres predios con la intención de aclarar y de llegar a la verdad", dijo Tayler.

El fiscal Perciballe informó que en 1986 Sara Barrocas de Arigon fue quien hizo la denuncia por la desaparición de Luis Eduardo Arigón. "Hay cuatro procesados por el caso", dijo el fiscal Perciballe.

"No deja de sorprenderme la maldad, la cobardía con la que fueron tratadas estas personas. No hay otra manera de decirlo. Hacer lo que les hicieron a estas personas es vergonzoso", expresó Sabina Arigón, hija de Luis Eduardo. Agradeció el cuidado y el respeto con el tema, de las autoridades y de Familiares de Detenidos Desaparecidos. "Agradecer a todos los que siguen buscando, y que no se cansan, a pesar de que hay gente que cree que esto no existió. Que fue una mentira", añadió.

El ministro de Defensa, Armando Castaingdebat, dijo: "Podemos dar fe de que todo lo que tenemos, lo hemos puesto. Y todo lo que Fiscalía ha pedido, lo hemos aportado. Seguimos con el compromiso de seguir encontrando lo que se pueda encontrar".

El Batallón de Infantería Paracaidista N°14 es un predio militar ubicado en Toledo (Canelones) que fue utilizado para enterrar cuerpos de personas asesinadas durante el período de terrorismo de Estado en Uruguay. Allí se han encontrado restos de cuatro detenidos desaparecidos.

Castaingdebat, Lusiardo, Perciballe
Ministro de Defensa Nacional Armando Castaingdebat, coordinadora del GIAF, Alicia Lusiardo, y fiscal de delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe.
Foto: Ignacio Sánchez/El País.

Luego de los cuatro hallazgos, entre los familiares de las víctimas y los investigadores cobra fuerza el concepto de que este lugar fue un "cementerio clandestino" utilizado por la dictadura.

De ahí ya se recuperaron los cuerpos de Ricardo Alfonso Blanco Valiente, Julio Castro y Amelia Sanjurjo.

En total, desde el retorno a la democracia se han desenterrado siete cadáveres. Otros dos cuerpos, los de Fernando Miranda y Eduardo Bleier, se encontraron en el Batallón 13, ubicado en Instrucciones y Casavalle, en el barrio Peñarol (Montevideo). En una chacra militar de Pando se encontró el cadáver de Ubagésner Chaves Sosa.

El registro oficial de personas detenidas desaparecidas por responsabilidad del Estado es de 197, a los que pueden sumarse los asesinatos de 80 personas entre 1968 y 1973, y de otras 122 entre 1973 y 1985.

Excavaciones en el Batallon 14
Militar vigila la puerta de ingreso al Batallón 14.
Ignacio Sanchez/Archivo El Pais

El Batallón 14 como centro de enterramiento

Después del descubrimiento de los restos durante las excavaciones, Perciballe, quien lleva la mayoría de las causas vinculadas al período de terrorismo de Estado, dijo a El País que "el Batallón 14 siempre fue un objetivo importante de búsqueda", y aún hay elementos para pensar que ahí hay más cuerpos.

"No tenemos ningún elemento para sostener que el Batallón 14 haya sido utilizado como centro de detención y tortura, sí comprobado como centro de enterramiento", especificó. De hecho, parece haber una conexión entre el sitio de enterramiento con los lugares en donde fueron detenidas las personas antes de morir.

"El maestro Castro estuvo detenido en la casona de Millán e Instrucciones; Blanco Valiente pasó por Millán y por La Tablada; y Sanjurjo por La Tablada", repasó.

En este sentido, el Batallón 14 se diferencia del 13, del cual hay evidencia de que funcionó como lugar de tortura y muerte. "El 13 queda pegado al Servicio de Material y Armamento del Ejército, y en uno de esos galpones funcionaba el 300 Carlos, un centro clandestino de detención", indicó el fiscal.

Restos humanos hallados en el Batallón 14.
Restos humanos hallados en el Batallón 14.
Foto: Ignacio Sánchez/El País

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