En pocas semanas será proclamado como el candidato único del Frente Amplio en Canelones. Aspira a darle a la izquierda su quinto mandato consecutivo en un departamento que viene de ser gestionado por Marcos Carámbula y Yamandú Orsi, de quienes se reconoce “aprendiz” y cuyo legado recoge. Entrevistado por El País, Francisco Legnani habló de un proceso que lleva ya 20 años, de las razones que lo llevaron a ser candidato y de la particular realidad de un departamento que es “un país dentro de un país”. Será el primero, además, que deberá enfrentar varios postulantes unidos en un solo lema. “Salimos pensando que nada está ganado”, afirmó.

-¿Cuándo lo proclaman candidato?

-El 1° de febrero.

-¿Por qué no tiene competencia interna? ¿Qué pasó en el Frente Amplio, que no pudo surgir una alternativa en Canelones?

-Fue una discusión que se empezó a dar, a mi modo de ver de manera acertada, luego del balotaje de noviembre. No fue igual en todo el país. A mí me pareció sano. Y después fue una cuestión de sectores, que se fueron definiendo. Se fueron decantando las discusiones puertas adentro, y las definiciones fueron acompañando mi candidatura. No fue algo que me lo haya propuesto yo, ni ningún sector en particular. De hecho, hubo conversaciones para otra candidatura. Se dio así de manera natural. Sin perjuicio de eso, con uno, dos o tres candidatos, la campaña del Frente Amplio iba a ser la misma.

-¿Pero no hubiera sido mejor, desde el punto de vista estratégico, tener competencia interna?

-El despliegue territorial va a ser el mismo. El Frente Amplio va a trabajar de manera unitaria, compacta y con mucho despliegue. En lo que va a ser la campaña como la tenemos pensada, me parece que no hay diferencia ninguna.

-Usted fue secretario general de la intendencia durante la gestión de Yamandú Orsi, que se retiró con altos niveles de aprobación. ¿Cree que así corre, como se dice, con el “caballo del comisario”?

-No. La campaña la tenemos que encarar con muchísima humildad. Hacerla con mucho sacrificio en lo que tiene que ver con escuchar. En Canelones, tenemos una realidad. De un censo a otro, crecimos 13%. Pasamos de 520 mil habitantes a 608 mil habitantes. En los veinte años de gestión frenteamplista, la población creció 20%. La gestión de Canelones es compleja. Nos definimos como un país dentro de un país. Tenemos más de 60 kilómetros de costa, con 40 balnearios, la zona rural y la metropolitana. Cada municipio tiene su particularidad. Gestionar Canelones durante veinte años e irse, como lo hizo Yamandú, con una aprobación del 65% habla de lo que ha crecido el departamento. Yo acompañé ese proceso. Ingresé por concurso, como abogado, en 2006. En 2008, Marcos (Carámbula) me designó director de Jurídica. Hay un capital acumulado, un conocimiento y una experiencia que, sumados a la cercanía que uno ha tenido con Yamandú, hace que tengamos un vínculo que, en caso de resultar electo, allanará mucho y que vamos a aprovechar muchísimo.

-¿Qué razones lo llevan a presentarse como candidato?

-Es un desafío que me he planteado desde hace mucho tiempo. Se tenían que dar determinadas circunstancias para que, en esta coyuntura, llegara a ser candidato. Hay una experiencia acumulada que podemos llegar a volcar, tanto de la gestión de Carámbula como de la de Orsi. A los dos, siempre los miré como un aprendiz. Y traté de sacar lo mejor de los dos. Nunca oculté que quería ser candidato a intendente de Canelones. Dejé de ejercer mi profesión en 2021. Me parece que estamos en un momento propicio para asumir este desafío. La verdad, tengo muchísimas ganas de ser intendente.

-En Montevideo el Frente Amplio recién está comenzando a discutir algunos nombres, en un lugar donde la gestión no está siendo bien valorada por la población. Usted se ha reunido varias veces con Mario Bergara, que tiene la intención de ser candidato en la capital. ¿De qué hablan en esos encuentros?

-Nosotros, y la ciudadanía sobre todo, ha valorado la limpieza como uno de los puntos más fuertes de la gestión en Canelones. Tenemos 80% de aprobación en gestión ambiental. La idea es intercambiar sobre nuestra experiencia. Algo se podrá replicar en Montevideo. Somos departamentos distintos. Vamos a llegar al final de este período con 153 mil familias con contenedores domiciliarios y 60 mil con compostaje en domicilio. En 2005 había cinco camiones recolectores, y la bolsita se colgaba en el árbol. Hoy tenemos 53, y el crecimiento en la política de limpieza ha sido exponencial. En la medida en que se nos requiera compartir esa experiencia, lo haremos.

-¿En qué medida se pueden articular las gestiones, en caso de que tanto Bergara como usted logren ser electos intendentes?

-Tenemos necesariamente que articularlas, porque entre Canelones y Montevideo se nuclean dos tercios de la población del país. Y no solo en gestión ambiental, si no en otras áreas como movilidad. Tenemos que resolver, sobre todo, el corredor de Giannattasio y Avenida Italia.

-¿Con ojos canarios, qué ve que no pudo solucionar Montevideo?

-Procuro hablar de Canelones. No de los demás departamentos. Me parece que ese es un análisis que cabe más a los montevideanos y a los eventuales candidatos.

-Volviendo a Canelones, entonces, ¿qué implica tener que competir con varios candidatos, unidos por primera vez en un solo lema, la Coalición Republicana?

-Es una novedad para Canelones. Es un acuerdo técnico electoral puntual, que no tiene hasta ahora, por lo que ellos mismos han mostrado, un ámbito de coordinación. Es una herramienta válida. Veremos como resulta esta primera experiencia. De nuestro lado, la campaña no cambia un ápice si van juntos o separados.

-¿A cuántos años es su plan en Canelones?

-Hay que ganar el gobierno. Después, gestionar bien. Y en la medida que lo logremos, se verá. Se puede pensar que el Frente larga con cierto favoritismo pero la elección no está ganada. Salimos pensando que nada está ganado.