LA INTERNA DE LA OPOSICIÓN
El Frente Amplio se prepara para el final de la presidencia de Javier Miranda, tras lo que ha sido uno de los períodos más complejos de su historia.
Javier Miranda está finalizando una gira de despedida por comités de base y el sábado 24 dará su último discurso como presidente del Frente Amplio ante el Plenario Nacional. En su lugar se negocia que asuma una nueva dirección colectiva integrada por los seis principales sectores (que conforman el Grupo de Acompañamiento) y coordinada por el exintendente de Montevideo Ricardo Ehrlich.
“La conducción hasta la elección de las nuevas autoridades del Frente Amplio”, es el quinto y último punto del orden del día de la reunión del máximo organismo de la izquierda. Además, se abordarán otros temas relevantes como el ingreso de nuevos grupos y la forma de elección del sucesor de Miranda.
Los dos últimos presidentes, Miranda y la exsenadora Mónica Xavier, se votaron en una elección a padrón abierto, pero no está acordado que esto se vuelva a repetir. La fecha para las internas está fijada para el 5 de diciembre, pero podría llegar a ser el Congreso (integrado por mitad de bases y mitad de sectores) que termine laudando el nombre de quién dirija la oposición.
Un tema no menos polémico es el del ingreso de los nuevos grupos. Si bien son varios los que presentaron solicitud, solo Fuerza Renovadora (del senador Mario Bergara) cumplió con los requisitos de 5.000 firmas para integrar formalmente la coalición. Si se aplica el criterio a rajatabla -y todo indica que será así- no podrían formar parte otros grupos como la Lista Amplia (de la intendenta Carolina Cosse), el PAR (de la diputada Cristina Lustemberg) y Plataforma (liderado por el exdirector de OPP Álvaro García).
Pero el foco de atención estará puesto en la conducción de la izquierda, por estas horas “se cocina” -como se dice en el ambiente político- una salida negociada que tendría como principal figura a Ehrlich, quien integra las filas del Movimiento de Participación Popular, principal sector del FA.
“Tiene que ser una persona que no genere rechazos y que no tenga aspiraciones para usar la presidencia del FA como plataforma política”, indicaron las fuentes. Esos requisitos son los que cumple Ehrlich, nombre propuesto por las bases, por eso se puede decir que al momento el exintendente no encuentra grandes resistencias internas.
Ehrlich sería una especie de coordinador del llamado Grupo de Acompañamiento que fue autorizado a funcionar formalmente por la Mesa Política y se reúne cada semana o 10 días. Del mismo forman parte los sectores con presencia en el Senado (MPP, PCU, Fuerza Renovadora, Asamblea Uruguay, Vertiente Artiguista, Partido Socialista) y una delegada que representa a las bases.
Los otros dos escenarios posibles son que asuma un triunvirato (entre los integrantes del Grupo de Acompañamiento) o que todos ellos se hagan cargo de una dirección colectiva.
"La resistencia".
En un documento con vigencia de julio a diciembre, presentado por las comisiones nacionales de Organización, Finanzas y Propaganda se establecen los objetivos que debe encarar el FA en esta segunda mitad del año.
La izquierda se propone finalizar 2021 “con una posición contundente y unitaria”. En su plan político, el FA cuestiona la administración de Luis Lacalle Pou por “la pérdida de calidad democrática y de la solidaridad con los más vulnerables”, por la que dicen es la aprobación de medidas “anti-populares y regresivas”.
Uno de los principales objetivos de la izquierda pasa por la “imperiosa necesidad” de ampliar la base social y “acumular hacia un gobierno que gobierne para las grandes mayorías”. “No podemos perdernos en lo táctico, tenemos que tener una mirada de largo alcance. Y forjar la resistencia”, aseguran en el documento al que tuvo acceso El País.
En ese marco, plantean de una vez por todas cerrar la etapa de autocrítica y “movilizar”, para que la acción política no quede instalada únicamente en el plano parlamentario. La clave pasó a ser “construir una relación sostenida” con los movimientos sociales (Pit-Cnt, FEUU y otras organizaciones).
También enfatizan en la necesidad de potenciar el diálogo con el arco de colectivos en torno a nuevas demandas: de género, ambientales, diversidad sexual, étnico-raciales, culturales y deportivas. A su vez, destacan la necesidad de articular con el sector intelectual y académico, “relación que se ha visto deteriorada”.
Una tarea que se considera esencial es construir “un relato sólido de las profundas transformaciones ocurridas en los años de aplicación del programa frenteamplista”, señalan. “El propósito es tener a la fuerza política tensada, engrosando la musculatura y lo mejor preparada posible para los desafíos que se avecinan. Anclada en los territorios, interactuando”, concluyen en el documento de plan político para lo que resta del año.
Venderán bonos para obtener US$ 500.000
En el plano financiero, el Frente Amplio se propone depurar los padrones de afiliados, incrementar los débitos automáticos para la cobranza, y pagos online, como forma de mejorar sus cuentas. El año pasado, la oposición tuvo que aprobar una reestructura que incluyó despidos y envíos a seguro de paro de funcionarios para equilibrar los números en rojo, tras la pérdida de las elecciones nacionales y por lo tanto de los cargos que aportan parte de su salario a la coalición.
En el informe de las comisiones de Finanzas y Propaganda se da cuenta que “se deben pagar todos los gastos al Pit-Cnt” y resto de las organizaciones que formaron parte de la campaña de recolección de firmas contra la ley de urgente consideración. A nivel de finanzas, la meta de la izquierda es obtener US$ 500.000 durante 2021 y para alcanzarla se plantea: vender más de 30.000 bonos colaboración de un auto 0 km.