La abultada diferencia que consiguió Yamandú Orsi en la interna del Frente Amplio, con una mayor ventaja de la que auguraban las encuestas, le permitió cerrar el domingo con la sensación de ser el mejor posicionado de cara a las elecciones nacionales de octubre. La coalición de izquierda superó los 400.000 votos, fue la fuerza más votada y mejoró su último registro, además de lograr cerrar rápidamente -antes que los demás partidos- su fórmula con el “uno-dos” con Carolina Cosse.

De hecho, la proa está fijada en octubre al punto que hoy ya iniciarán las primeras reuniones para definir la coordinación de los aspectos técnicos del comando de campaña hacia las elecciones nacionales.

La definición de la fórmula -a diferencia de lo que sucedió cinco años atrás cuando se dilató durante semanas- no le llevó más de media hora a la Mesa Política Nacional, que por aclamación se limitó a formalizar el binomio Orsi-Cosse.

“La Mesa Política nos hace una propuesta que hemos aceptado con gusto, con alegría, con mucho compromiso”, dijo Orsi, sobre las 22 horas ante la multitud que lo vivaba frente a la sede del FA. La “queridísima compañera Carolina Cosse”, anunció.

Luego, la intendenta de Montevideo se limitó a decir en un breve discurso: “Vamos a volver”.

El proclamado candidato del partido opositor apuntó su discurso a remarcar la “apertura” que ha reflejado su perfil como postulante. “Nuestro Frente es amplio”, afirmó Orsi, en un mensaje que ya tenía preparado. “Es una fuerza diversa y progresista que busca representar a quienes hacen del trabajo y la solidaridad la razón de nuestra lucha cotidiana”, agregó.

Esa amplitud, añadió, también la tiene su “mirada para transformar y cambiar todo lo que haga falta para el bienestar” del país.

Así, reconoció que el Frente Amplio requiere crecer en apoyos para volver a ser gobierno.

Foto: Estefanía Leal.

“Precisamos que más pueblo se nos una”, indicó. Esa, dijo Orsi, es la esencia de su compromiso.

“Unir para ganar, unir para gobernar, unir al Uruguay para cambiar. No vamos a gobernar para un pedazo de país”, expresó el exjefe comunal canario.

Más adelante en su discurso, Orsi, dirigente del Movimiento de Participación Popular, destacó que el “cambio” que busca “está lejos de entenderse como una demolición”. “No vamos a caer en berretín de quienes vienen a refundar todo, empezando desde cero”, insistió.

Y en ese sentido, afirmó que de aquí a octubre, y también en caso de resultar electo presidente, pretende seguir buscando la apertura hacia otras fuerzas políticas más allá del Frente Amplio. “Esta amplitud también tiene que estar presente en el ejercicio del gobierno”, señaló.

Luego pasó a marcar, ya como candidato de la oposición, las primeras diferencias con la conducción del gobierno actual. “La guía tiene que seguir siendo el triunfo de la honestidad en el manejo de los asuntos públicos. La honestidad es la esencia, es integridad, es rectitud, es ética, es la transparencia alumbrando nuestros actos”, dijo. También, explicó, su propuesta es la de ser firmes ante los excesos y la soberbia. Y será, dijo, intransigentes con la corrupción. Prometió “desterrar la mentira como instrumento para el debate”.

Para Orsi, esa transparencia será esencial para enfrentar los problemas que aquejan al país en cuanto a desigualdad, pobreza e inseguridad. De esa manera, auguró el candidato, Uruguay podrá salir del estancamiento económico. “Porque no avanzamos si no llamamos a las cosas por su nombre. Porque perdemos todos si barremos permanentemente bajo la alfombra”, dijo, y agregó que estos problemas se resolverán con trabajo y no con “anuncios de los anuncios de un futuro prometido”.

“Venimos a ganar y vamos ganar, porque vamos a gobernar”, concluyó Orsi, quien remarcó que lo hará “para cambiar la realidad en beneficio de la pública felicidad”.

Del tímido optimismo a las caras largas por el amplio margen de ventaja que sacó Yamandú Orsi. Así vivieron la tarde noche de la jornada electoral en el comando de Carolina Cosse, quien, a la luz del resultado en las internas, aceptó con rapidez uno de los escenarios que en el Frente Amplio ya habían negociado y que, según las encuestas, era el más probable. Tras una reunión de menos de media hora en la Mesa Política, resolvieron que Cosse integre la fórmula como candidata a vicepresidente.

Cosse llegó al comando a la hora pautada, pasadas las 19:30. En ese momento se le pidió que eligiera una “foto” de la jornada, a lo que respondió con esperanza que todavía el día no había terminado.

Junto con su ingreso, se prohibió el acceso de la prensa y de la militancia general a la sede. Allí, los participantes esperaron que llegaran las 20:30 horas para que TV Ciudad -que estaba sintonizado desde temprano- diera los primeros datos en base a la Usina de Percepción Ciudadana.

Foto: Darwin Borelli.

Para ese entonces, el dato duro venía a confirmar algo que adelantaban las encuestas y que en el comando de la hasta ayer precandidata percibían.

El primero en poner la voz y arengar a los militantes que estaban puertas adentro fue el exsenador Rafael Michelini, quien dio el puntapié de lo que sería la respuesta del entorno de la intendenta de Montevideo ante el triunfo de Orsi: pidió no bajar la cabeza y celebrar la buena votación que hizo el Frente Amplio.

En ese momento llamó a festejar que el FA superó los 400.000 votos, aún por encima de la meta fijada en unos 350 mil votos. Además, este resultado implicó unos 100 mil más que los obtenidos en 2019.

Este fue el mensaje que ratificó públicamente la senadora Silvia Nane, integrante del círculo más cercano a Cosse, quien previo a ir a La Huella de Seregni dijo: “El Frente Amplio votó muchísimo mejor que su votación anterior. No, no, acá no hay tristeza, hay un enorme orgullo por lo que hizo la militancia frenteamplista”.