En la primera y más obvia de las dimensiones, los tres ganadores de las internas con competencia —Yamandú Orsi, Álvaro Delgado y Andrés Ojeda— obtuvieron ayer luz verde a sus aspiraciones presidenciales.

Pero no en todos los casos fue igual: Orsi cerró una noche casi perfecta: le sacó gran ventaja a Carolina Cosse, la confirmó rápidamente como compañera de fórmula, y disfrutó con un Frente Amplio que recibió más votos que los blancos.

Delgado, que arrolló en su interna, enfrentó más complejidades —como algunas resistencias a la fórmula— y su partido votó menos de lo que esperaban. Aunque eso no es predictor de octubre, ya que puede responder a factores diversos —entre ellos, la falta de competitividad—, sí se tradujo en un menor fervor de los blancos al anunciarse los números y dejó al menos una nota de incertidumbre.

Ojeda, en tanto, celebró en una interna colorada de solo 100.000 votos —pese a la oferta variopinta—, y ahora deberá buscar la resurrección partidaria.

Quedan en rojo Laura Raffo, fuera de la fórmula blanca, y los precandidatos colorados Tabaré Viera y Gabriel Gurméndez, aunque cada uno dará batalla para levantarse.

Para todos, todavía queda mucho por delante: esto recién empieza.

Foto: Estefanía Leal.

Fue el gran ganador de la noche y le hizo check a todas las casillas que podían imaginarse en la previa. Se impuso con holgura en una interna en la que casi no transpiró la camiseta, y lo hizo con un Frente Amplio que se convirtió en el partido más votado de la jornada (unos 410 mil votos), haciendo una importante demostración de fuerzas rumbo a octubre. Además selló la fórmula con Carolina Cosse bien temprano en la noche, ahuyentando cualquier espacio para la especulación, y contrastando con los blancos, que demoraron unas horas más. Orsi parece partir con un “leve favoritismo” hacia las elecciones nacionales, pero deberá demostrarlo en la cancha, ahora con un escenario que le exigirá mayor protagonismo y exposición.

Foto: Natalia Rovira.

No fue la sorpresa de la noche, pero sí de la elección. Andrés Ojeda, de 40 años, se convirtió en el candidato del Partido Colorado de la mano de un discurso que priorizó la seducción y la imagen de renovación antes que el detalle fino de las propuestas. Esa impronta le permitió contrastar con los otros precandidatos, y será uno de sus activos rumbo a las elecciones nacionales de octubre, ya que se mostró capaz de llegar a un público menos politizado que la coalición necesita para pelear la reelección. Hacia adelante, tiene dos desafíos: por un lado, sanar rápidamente las heridas de la interna —en la que fue el principal blanco de críticas— y encolumnar a todos los colorados detrás suyo; por otro, conseguir un crecimiento del partido, que hasta ahora no levantó en las encuestas.

Foto: Leo Mainé.

La jornada de Delgado se cerró con un verde algo más amarillento. Arrolló en la interna, cosechando tres de cada cuatro votos nacionalistas y convirtiéndose así en el candidato blanco con mayor apoyo porcentual en una primaria. En términos absolutos, obtuvo casi los mismos votos que Luis Lacalle Pou en junio de 2019, en un Partido Nacional que obtuvo unos 100 mil votos menos. La ventaja que le sacó al resto, sobre todo a Laura Raffo, le dejó las manos libres para elegir la fórmula, y sorprendió con Valeria Ripoll. Las luces amarillas pasan por el hecho de que su partido votó algo menos de lo esperado y que la elección de Ripoll dejó entre desconcertados y enojados a muchos blancos. Delgado movió sus fichas convencido de que la exsecretaria general de Adeom puede arrimar votos ajenos al partido y conquistarle electores a la izquierda. Deberá convencer de que tomó la elección correcta y que puede liderar el camino a una nueva victoria.

Foto: Estefanía Leal.

Con 37,6% de los votos frenteamplistas, quedó lejos de Yamandú Orsi y perdió por segunda vez consecutiva una interna presidencial. A diferencia de 2019, esta vez sí fue confirmada como compañera de fórmula, en un anuncio que contrastó bastante con los errores de la última campaña. Cosse apostó a hablarle al electorado más “duro” de la izquierda, y a aquellos más descontentos con el gobierno, una estrategia que le había funcionado en la fragmentada elección departamental de Montevideo. Tuvo más del doble de votos que hace cinco años, cuando perdió con Daniel Martínez, pero eso estuvo lejos de alcanzarle para superar a Orsi. Incluso perdió, y no por poco, en Montevideo. Falta mucho para saber si habrá una tercera chance presidencial en el futuro. Ahora habrá que ver qué rol jugará como candidata a vicepresidenta.

El candidato de Ciudadanos (sector que mutó hasta transformarse en “Crece”) dejó la dirección de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) para apostar a una candidatura a presidente que, sin Pedro Bordaberry en la competencia colorada, parecía al alcance de su mano. Pero se quedó sin el pan y sin la torta: terminó en segundo lugar detrás de Andrés Ojeda. Su candidatura contaba con el respaldo de una importante y pensada propuesta técnica, de perfil humanista y socialdemócrata, pero el protagonismo de lo programático quedó opacado quizá por un menor carisma del precandidato, que no logró convencer al electorado colorado de que era capaz de liderar un nuevo intento de resurrección del histórico partido de Fructuoso Rivera. En los próximos días se verá su protagonismo en el armado de la fórmula.

Foto: El País.

Es cierto que afrontaba esta elección sin competencia interna y, además, sin el halo de novedad que tenía en 2019. Pero aun así votó por debajo de lo que esperaba, con menos de 20 mil votos, cuando cinco años antes había arañado los 50 mil, lo que en aquel momento fue una sorpresa absoluta para un partido nuevo. La magra elección de este año en las internas es un claro llamado de atención para el líder de Cabildo Abierto, que si bien no pretendía igualar la impactante votación de las últimas internas, sí buscaba mantener el máximo posible de adhesiones. Manini Ríos deberá anunciar la fórmula presidencial en los próximos días, para la cual ya manejan tres nombres, que no han trascendido en forma pública. Los cabildantes saben que elegir un o una buena vice es clave para sus chances.

Foto: Darwin Borelli.

De las grandes perdedoras de la interna. Laura Raffo, que se lanzó a la carrera electoral con la intención de hacer historia, recibió el respaldo de apenas uno de cada cinco votantes nacionalistas y terminó fuera de la fórmula electoral. En ningún momento de la campaña logró ser competitiva frente a Delgado. En estas últimas semanas, su entorno más cercano decía que a grandes rasgos había completado una tarea respetable —y leal— frente a la hegemonía del partido, mientras que otros dirigentes que habían impulsado su candidatura deslizaban algunos cuestionamientos y señalaban que su desempeño no había sido el esperado. Ayer a la noche, algunos militantes clamaron su nombre y chiflaron antes de que Delgado confirmara la fórmula con Ripoll. Queda por verse cómo impactará este resultado en su futuro político y en sus pretensiones de liderar un espacio dentro del Partido Nacional.

Foto: Estefania Leal

El senador de Batllistas Tabaré Viera, heredero del viejo Foro, terminó cuarto en la interna colorada (último entre los que creían tener chances de llevarse la candidatura). El exministro de Turismo, cargo al que renunció para asumir la precandidatura presidencial, apostaba a que las encuestas no recogían el valor de la estructura partidaria, pero no le dio la nafta para alcanzar un mejor posicionamiento. Es verdad: ganó en su departamento, Rivera, con casi el 70% de los votos colorados, y en Salto con 41%. En el resto del país quedó muy debajo. Los próximos días permitirán conocer mejor cuál será el rol de Viera y su sector en el Partido Colorado. Por debajo suyo, y más en rojo, solo quedaron la exvicecanciller Carolina Ache y la exwedding planner Zaida González, quien tuvo tan solo 170 votos.

Foto: Ignacio Sánchez

El expresidente de Antel, Gabriel Gurméndez, tenía la esperanza de dar el batacazo y quedó en tercer lugar, casi empatado con Tabaré Viera. A diferencia del exintendente de Rivera, Gurméndez no se logró imponer en ninguno de los 19 departamentos. La derrota en las urnas no le impide jugar un rol en el nuevo Partido Colorado, aunque es muy pronto para saber cuál será su lugar. Gurméndez creó el sector Impacto y fue respaldado por la lista 15 con una impronta “liberal” que decía recoger el legado de Jorge Batlle. Su candidatura nucleó detrás suyo a dirigentes escindidos de Ciudadanos y de Batllistas. El lema de su campaña fue “Va en serio”: según dijo, asesores de marketing le recomendaron que no usara ese concepto, puesto que la ciudadanía no premiaba la seriedad.