EL COVID-19 EN EL PAÍS
El Poder Ejecutivo evalúa por estas horas qué medidas adoptar ante un nuevo escenario. Se advierte que es momento de hacer una "pausa y reflexión".
En el gobierno se viven momentos de preocupación debido a la propagación del COVID-19 y no se descarta dar marcha atrás con la apertura de actividades.
“Pausa y reflexión”. Ese es el lema que utilizan hoy en Torre Ejecutiva para referirse a la situación. El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, tiene sobre su escritorio recientes informes del Grupo Asesor Científico Honorario que advierten sobre la “preocupación” por la “evolución de la pandemia” en Uruguay.
Por eso, en el Poder Ejecutivo, no se descarta ninguna medida, incluso dar pasos hacia atrás en la habilitación de nuevas actividades. El propio Lacalle ya había manifestado en el transcurso de una conferencia de prensa: “Para adelante todo lo posible, para atrás, todo lo necesario”.
Ayer, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, señaló en declaraciones a Subrayado que en aquellos lugares en los que no se cumpla con el protocolo, “vamos a ser muy drásticos porque, con la conducta de cada uno, estamos condicionando la salud del resto. Nosotros tenemos que ser muy claros y muy drásticos”.
El secretario afirmó que vieron que “en algunos lados, en actividades que aún siendo protocolizadas para su apertura” hubo “mucha gente que bajó la guardia”. Ante esta situación, “el gobierno va a tener una actitud de ir a controlar”. Delgado también comentó que sabe que las inspecciones “generan inconvenientes y que a mucha gente no le gusta que la controlen”. Sin embargo, cuando se habla de libertad responsable, después de que se menciona la libertad, se dice “enseguida ser responsable para uno mismo y para el resto”.
Pero Delgado no fue el único que ayer fue muy enfático en su mensaje. El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas también lo fue, incluso, más drástico que el miércoles pasado cuando ofreció en su despacho una conferencia de prensa junto a las autoridades de Médica Uruguaya.
Salinas dijo que habrá sanciones para quienes no cumplan con los protocolos indicados y que las mismas serán “severas”, si no se respetan. “Lo primero que tenemos que aprender todos, médicos, enfermeros, cuidadores, pacientes, es que esta batalla no está ganada”, destacó el ministro y dijo que “el afloje de las medidas de prevención es un elemento a tener en cuenta”.
Incluso el secretario de Estado advirtió que posiblemente haya circulación comunitaria del virus “en virtud de que en algunos casos, no hemos podido determinar la conexión con el brote original”.
Salinas hacía referencia, por ejemplo, al caso de una cuidadora de enfermos que se contagió de coronavirus en otro sector del mismo piso en el que se identificó el brote inicial en la Médica Uruguaya.
Concretamente, en esta mutualista, el Ministerio de Salud Pública (MSP) anunció ayer que realizará más de 1.500 tests y que se inspeccionarán todos los centros de salud de Montevideo. La medida en el primer caso comprende a pacientes, trabajadores y acompañantes.
Sexto brote en Uruguay.
Ayer, el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) informó desiete casos nuevos a partir del evento registrado en la Médica Uruguaya, el sexto brote de coronavirus en Uruguay.
Sin embargo, en la institución se indicó en un comunicado que de 222 muestras analizadas, se confirmaron dos casos positivos de COVID-19.
La diferencia entre una cifra y la otra ocurre porque los datos oficiales también comprenden a familiares o personas que enfermaron al entrar en contacto con infectados fuera de la mutualista, explicaron a El País en la institución médica. Al cierre de esta edición había 128 tests cuyos resultados se conocerían en las próximas horas y había 370 exámenes a estudio.
Más casos.
La Médica Uruguaya no es la única mutualista con casos de coronavirus. También los hay en la Asociación Española y en el Hospital Evangélico. Ayer a la noche, las autoridades de la Española esperaban los resultados de más de 50 tests realizados a pacientes y funcionarios en dos pisos del sanatorio.
En esta mutualista informaron a El País que una empresa de cuidadores de enfermos los notificó sobre dos casos de COVID-19 en dos de sus trabajadoras, que, al mismo tiempo cuidaban a pacientes en la Médica Uruguaya. Sin embargo, esta versión fue desmentida en el último centro de salud. Entre los aislados hay paciente, médicos, enfermeros, tisaneros y auxiliares de servicio de limpieza de la institución. En la Asociación Española hay un solo caso confirmado, el de un cirujano cardíaco que fue contagiado por un familiar directo.
En paralelo, en el Hospital Evangélico, ayer se descartó coronavirus en la última persona que esperaba los resultados. En total se aisló a 20 personas. Allí se constató que una auxiliar en Enfermería del sector de Endoscopía había dado positivo a coronavirus.
Más allá de los centros de salud en los que hoy se confirman nuevos casos, también los hay en otros sitios. El gobierno tuvo que suspender un acto conmemorativo por el 112 aniversario del Hospital Militar al que iba a asistir el presidente Luis Lacalle Pou, al confirmarse un caso positivo de coronavirus de un funcionario que tuvo contacto con personal de Tienda Inglesa.
Dos trabajadores de la sucursal de la Unión de ese supermercado dieron positivo al test de coronavirus, según informó la cadena de supermercados en un comunicado. La situación generó que más de 25 personas tengan que ser aisladas.
Livramento vuelve a estar bajo riesgo alto
El agravamiento de la pandemia de COVID-19 en Brasil volvió a poner a Santana do Livramento bajo bandera roja, lo que indica que la ciudad fronteriza con Rivera está bajo riesgo alto de propagación de la enfermedad.
Sin duda se trata de una mala noticia ya que por allí ingresó a Uruguay uno de los seis brotes de la pandemia que se han registrado hasta ahora. Los principales focos de la enfermedad se trasladaron desde los estados brasileños del norte hacia los del sur. En Rio Grande do Sul los infectados crecieron alrededor de 400%.