En la Torre Ejecutiva sienten que comenzó a suceder lo que estaban temiendo desde que estalló el caso Astesiano, una causa que tiene en el centro al exjefe de la custodia presidencial, imputado con prisión por falsificar partidas de nacimiento para otorgar pasaportes a ciudadanos rusos, pero sobre todo -a juzgar por el impacto en el sistema político- por presunto tráfico de influencia, al pedir y acceder a favores por el poder de su cargo, como se insinúa en un sinfín de chats con policías y autoridades del Ministerio del Interior.
Lo que temían -y que llevó a un acuerdo entre Presidencia y la Fiscalía de no incluir, en un primer momento, las conversaciones de WhatsApp mantenidas entre Alejandro Astesiano y el presidente Luis Lacalle Pou- era que saliera a la luz situaciones de la “vida privada” del primer mandatario, según entienden en el gobierno.
Y eso es lo que en su visión acaba de ocurrir, pues esa es la interpretación que hacen por estas horas en Presidencia de un chat que difundieron MVD Noticias, La Diaria y periodistas de El Observador en sus redes sociales -ante la imposibilidad de divulgarlo en su propio medio-, en el que queda en evidencia que Astesiano le solicitó al subdirector ejecutivo de la Policía, Jorge Berriel -que hoy declaró por esta causa ante la fiscal Gabriela Fossati- información personal sobre la primera dama Lorena Ponce de León.
En el diálogo vía WhatsApp, que tuvo lugar a principios de julio de este año (ver aparte), el entonces custodio le pidió al número tres de la Policía conocer detalles sobre un viaje al exterior que estaba por hacer la expareja de Lacalle Pou -pues ambos están separados desde hace varios meses-, algo a lo que Berriel accedió: le brindó así detalles sobre el vuelo que estaba a punto de tomar la primera dama, como respuesta a un pedido que Astesiano definió como “reservado”.
El Frente Amplio reaccionó con vehemencia. “Qué está pasando en Uruguay?”, escribió en Twitter el senador Alejandro Sánchez. “El presidente usando al Estado para espiar a su expareja. Espionaje a senadores opositores. Periodistas comprometidos con su tarea, rompieron la censura y la información salió a la luz desde sus cuentas personales. Ayer no fue un día más”.
Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio, aseguró a El País que su cuestionamiento se divide en dos: “Por un lado, el gobierno tiene que dejar trabajar en libertad a la prensa, porque hay periodistas que son hostigados para que no publiquen noticias y eso es atentar a la libertad de prensa. Y por el otro -siguió-, hay una enorme responsabilidad en dejar claro estos asuntos, y las atribuciones que tenía el jefe de la seguridad presidencial”.
El intendente Yamandú Orsi siguió una línea similar: “A no enojarse cuando Uruguay siga bajando de ciertos estándares en materia de libertad de expresión”, afirmó en Twitter.
Lo dije hace algunas semanas y lo repito. Sin periodistas investigando, haciendo su trabajo, rascando debajo de las piedras los casos Astessiano y Marset no existirían. Los periodistas hacen preguntas, dudan, cuestionan: ni más ni menos que su trabajo. (1/4)
— Yamandú Orsi (@OrsiYamandu) December 21, 2022
El lamento
Es casi periódica la aparición de un nuevo chat vinculado a la causa de Astesiano, juntamente con los cuestionamientos del Frente Amplio -que alterna entre este tema y las derivaciones igualmente polémicas del caso de la entrega de un pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset-. “Es algo de nunca acabar”, comentó un dirigente del oficialismo.
Y es algo que afecta personalmente al presidente -como repiten en su entorno-, que lamenta todos los días la situación. Sobre esto, incluso, hizo mención en el Consejo de Ministros de este lunes, en donde señaló que era consciente del impacto negativo que recibía con las novedades del caso Astesiano, aunque rescataba que a su criterio, en el fondo, son golpes que “absorbe” él como persona y figura presidencial.
Respecto al último chat, además de rechazar lo que entienden es una violación de la “intimidad” del primer mandatario -y que en ese sentido se “sobrepasó un límite”-, en el gobierno no tienen dudas de que en este caso los datos solicitados por Astesiano se enmarcan dentro del cometido funcional de la custodia del presidente, por otra parte regulado en un decreto del 2006.
“Lo que ocurrió está todo dentro del alcance de la seguridad del presidente y del núcleo familiar directo”, señalaron ayer a El País fuentes del Presidencia, que insistieron: “Lo que la custodia hizo fue encargarse de su función”, en el entendido de que la seguridad de la primera dama es también la seguridad de la madre de los hijos del presidente.
De parte del Poder Ejecutivo, públicamente, el que se refirió a este último chat y puso en palabras la visión que hay en el oficialismo sobre el tema fue el ministro del Interior, Luis Alberto Heber.
“Estamos viendo si el presidente preguntó si la mujer se fue de viaje o no. Me parece que estamos muy lejos del objetivo. Me da la sensación de que ha virado el tema a un tema que es de la vida privada del presidente, ¿qué tiene que ver eso con los pasaportes rusos?”, se preguntó.
El ministro de Defensa, Javier García, no opinó sobre el diálogo de Astesiano con Berriel, pero sí sobre el caso general, que a su criterio no “agita el almuerzo de los domingos” de los uruguayos. “Yo no quito importancia, pero tampoco me sumo a eso de que el país es ‘astesianocéntrico’”, declaró en Primera Mañana, de El Espectador. “El objetivo de la oposición no es saber la verdad ni que se haga justicia. El objetivo es política y dañar al presidente”, remató.
El chat de Astesiano con guardia de Loli
Toda la polémica conversación que mantuvo Astesiano con el subdirector ejecutivo de la Policía, Jorge Berriel, tuvo lugar entre la noche del 3 de julio de este año y la madrugada del día siguiente. Unas horas después, ya en la mañana, Astesiano mantuvo otra conversación con el custodio de Lorena Ponce de León, en la que -según se desprende de uno de los 1.300 chats a los que accedió El País- el entonces jefe de la seguridad presidencial y su interlocutor hablaron de los planes de un viaje que haría la primera dama.
“Están aeropuerto (sic). Al parecer, por los vuelos se va a Perú”, le dijo a Astesiano el custodia de Ponce de León.
Pero ya para ese momento -a las 8.41 del cuatro de julio- Astesiano tenía la información que le había dado Berriel. “Sí tengo todo ya”, escribió el hoy imputado, y a continuación dio detalles del avión que estaba tomándose la expareja de Lacalle Pou. “Sé que vos conseguís todo”, le respondió, entusiasmado -dados los emojis que utilizó- el custodio de la primera dama, que en otros mensajes, en días posteriores le transmitía a Astesiano su temor a perder el empleo y su determinación a serle “leal”. “A la orden y leal siempre”, saludó en un momento.
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