PRIMER ENCUENTRO
La empresa portuaria amenaza con un juicio millonario al Estado uruguayo. Pero el primer contacto del nuevo gobierno fue positivo. El encuentro fue virtual y también participaron Delgado y Ferrés.
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El grito en el hall de entrada de la Torre Ejecutiva llamó la atención. “Un poco de orden, che”, dijo bromeando el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, mientras los periodistas charlaban con el ministro de Transporte, Luis Alberto Heber, el subsecretario Juan José Olaizola y el presidente del Puerto Juan Curbelo.
“¿Como les fue?”, le preguntó el jefe de Estado a los jerarcas. “Bien, muy bien”, respondió Heber. “Bueno, mejor. Arriba”, remató Lacalle Pou mientras salía camino al edificio José Artigas.
El presidente iba a reunirse con su esposa Lorena Ponce de León, pero antes quería asegurarse de cómo había salido una reunión clave para el nuevo gobierno: la primera negociación de la nueva administración con Katoen Natie.
La empresa portuaria amenaza con un juicio millonario al Estado uruguayo. Pero el primer contacto del nuevo gobierno fue positivo. El encuentro fue virtual y también participaron el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, y el prosecretario Rodrigo Ferrés.
Según dos fuentes del gobierno consultadas por El País, la reunión sirvió para “bajar la tensión” que existía y abrir un ámbito de negociación para evitar perjuicios al Estado.
El asunto es uno de los temas que más preocupan al presidente, que ahora tiene como tarea central manejar “las perillas” para reactivar al país en medio de la emergencia sanitaria, como él mismo dijo.
Lacalle Pou mantuvo contacto con los periodistas dos veces ayer en la Torre Ejecutiva. Cuando llegó en la mañana al entrar por la puerta principal, y en la tarde cuando salió a visitar a su esposa.
Allí explicó su negativa de concederle la cadena nacional al Pit-Cnt para el 1° de mayo, y de cómo están trabajando para presentar la ley de urgente consideración al Parlamento.
Hoy esta previsto que brinde una conferencia de prensa donde anuncie nuevas medidas para combatir los efectos sociales y económicos negativos del COVID-19 en el país.
Lacalle Pou sostiene que aún es importante mantener la cuarentena voluntaria, pero que sí es tiempo de empezar a “mover las perillas” y que otros sectores -además de la construcción y la educación rural- puedan volver a su actividad.
Esa imagen de “mover las perillas” es la metáfora que el presidente encontró para graficar el cómo se van ajustando los diferentes sectores para volver a funcionar.
Al mismo tiempo, el jefe de Estado afina con su ministra de Economía, Azucena Arbeleche, el proyecto de ley de Rendición de Cuentas donde estudian reforzar presupuestalmente algunas dependencias. La intención es dar recursos para que los organismos puedan actuar y definir políticas que reactiven la economía y sostengan a los núcleos sociales más golpeados por la emergencia sanitaria.
Millonario juicio.
El diferendo en el puerto de Montevideo tiene como demandante a Katoen Natie, firma de origen belga que es socia del Estado (que tiene el 20%) en Terminal Cuenca del Plata (TCP), empresa que tiene en concesión hasta 2030 la única terminal especializada de contenedores del recinto. Desde hace años Katoen mantuvo una disputa con la Administración Nacional de Puertos (ANP), en el entendido que con sus decisiones las autoridades favorecieron a Montecon, su competidora que opera en las áreas públicas del puerto.
Esta disputa con la anterior administración tuvo varios capítulos, y en octubre del año pasado la firma belga envió una notificación al gobierno de que iniciaba un proceso de solución de controversias en el marco del tratado de protección de inversiones entre Uruguay y la nación europea. Así se abrió un período de seis meses para que las partes busquen una solución.
Sin embargo, el gobierno no inició ninguna conversación y en febrero Katoen anunció que comenzaría una demanda por US$ 1.500 millones contra el Estado uruguayo por los incumplimientos al tratado de inversiones.
Así se llega hasta ayer, cuando las nuevas autoridades del Ministerio de Transporte y el presidente de la ANP propiciaron el primer contacto con la empresa.
Ante la consulta de El País, en Katoen Natie dijeron que ayer “empezaron las conversaciones formales a instancias del gobierno, que mostró un cambio sustancial al encarar el diferendo, y por eso la empresa está agradecida”. Agregaron que “por la delicadeza e importancia de los temas dentro de una negociación compleja”, se llaman a silencio sobre el contenido de la charla, aunque destacaron que hay “un marco de diálogo donde podemos plantear los problemas y encontrar una solución”.
De ahora en más, quedaron conformados dos equipos de trabajo representando a las partes, que fijaron instancias de diálogo a futuro para encontrar una solución al diferendo. El poder para paralizar el proceso lo tiene Katoen, que debe darse por satisfecha con la respuesta del gobierno.
Según dio cuenta El País en febrero, la empresa pretende que el Estado cese “todas las acciones contrarias” al Derecho uruguayo e internacional y que se entreguen los estudios portuarios que justifican el trato “preferencial a Montecon”.
Dentro del contrato de concesión, hay una cláusula que obliga a Katoen a pagar una multa si no alcanza un determinado movimiento de contenedores. Hace seis años que no viene llegando a ese nivel y por ejemplo el año pasado debió pagar US$ 1,8 millones. En 2019 la baja de la actividad en la terminal especializada fue de 14%, mientras que el año anterior había sido 17%, y Katoen adjudica este descenso al trato preferencial de la ANP a su competidora.