CUBANOS DIVIDIDOS EN URUGUAY
El secretario general del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, dijo que “la dictadura es mediática” y que él hablaba en nombre del “pueblo uruguayo”.
El frío montevideano y la presencia de militantes y dirigentes políticos uruguayos en la calle Feliciano Rodríguez (Parque Batlle), no generaban precisamente un clima habanero. Pero algunas señales ayudaban, como los carteles que decían “Abajo el bloqueo” o “Cuba ya es libre”, las banderas del Estado comunista o del Partido Comunista, y las baladas a favor del régimen. Todo esto componía el clima de la manifestación que se realizó ayer de tarde frente a la Embajada de Cuba en apoyo al gobierno de Miguel Mario Díaz-Canel.
La idea era procurar que la actividad tuviera, en su forma y contenido, un sello distinto a las otras manifestaciones que tuvieron lugar días atrás en contra del gobierno cubano, en las que también participaron inmigrantes isleños, explicó a El País el secretario general del Partido Comunista de Uruguay, presente en el lugar, Juan Castillo.
“Está ocurriendo no solo en Uruguay sino en varios puntos de América, movilizaciones de los que están en contra del gobierno y el pueblo de Cuba, y cuando nosotros vimos la posibilidad de coordinar una actividad de este tipo pensamos en hacer algo concreto, porque es lo que convoca a más gente”, sostuvo Castillo.
El objeto de la ceremonia, eso “concreto” a lo que se refirió el dirigente, fue la entrega “simbólica” de 200.000 jeringas para enviar a la isla en plena crisis económica y social. Esto acontece luego de las manifestaciones contra el gobierno que fueron duramente reprimidas, que culminaron con decenas de detenidos y al menos un muerto.
Los manifestantes le dieron una carta al embajador Héctor Fraginals, la que daba cuenta de la recaudación de US$ 11.200 que se usarán para enviar las jeringas al país caribeño. La idea es que estas se usen para dar vacunas contra el COVID-19.
“Nosotros sentimos una necesidad expresa de transmitir en forma mucho más tangible a la gente lo que quiere decir el bloqueo de Estados Unidos”, agregó el dirigente comunista.
La actividad fue organizada por el Comité Uruguayo Antimperialista de Solidaridad con Cuba y los Pueblos del Mundo -en el que participan el Frente Amplio y el Pit-Cnt-, que convocó además a una nueva jornada este 26 de julio en la explanada de la Universidad de la República para conmemorar el Asalto al Cuartel Moncada, el primer ataque militar de Fidel Castro para tomar el poder en Cuba, el 26 de julio de 1953.
¿Democracia?
En el lugar también estuvieron presentes otros dirigentes comunistas, como el senador Óscar Andrade y el diputado Gerardo Núñez. Pero el que tomó la palabra y despotricó sin matices contra Estados Unidos y la condena del gobierno de Luis Lacalle Pou al régimen cubano tras las represiones a las protestas de la semana pasada, fue Marcelo Abdala. El secretario general del Pit-Cnt, fiel a su estilo en el discurso y la expresividad, definió al sistema de gobierno fundado por Castro como “una democracia a la manera que ellos entienden”. “Y hay que decirlo sin temor: respaldamos al pueblo cubano, a su gobierno y a su revolución”, exclamó.
Sí utilizó la palabra “dictadura” a la hora de opinar sobre la cobertura periodística y los contenidos en redes sociales sobre lo ocurrido en los últimos días en la isla, y dijo hablar -como lo ha hecho otras veces- en nombre del pueblo uruguayo. “A pesar de la dictadura mediática de los medios de comunicación y de las maniobras y engendros armados en las redes sociales, el pueblo uruguayo rechaza el bloqueo criminal del imperialismo norteamericano contra el hermano pueblo de Cuba”, dijo Abdala. Luego llamó a enfrentar “el pensamiento único, el repiqueteo mentiroso que pone el foco de la movilización del pueblo cubano como si fueran las de los que se prestan al servicio del imperialismo”.
Los militantes aplaudieron, como es habitual, algunas partes del discurso, aunque con una mesura que contrastaba con el entusiasmo vibrante del secretario general del Pit-Cnt.
“¡Cuba sí, yanquis no! ¡Viva Cuba y la revolución!”, gritó al final del acto una funcionaria de la embajada, que agitaba con el puño sus consignas, y algunos las repetían como un eco cuando el sol ya se había ocultado.