El cero alcohol en sangre a la hora de manejar "atenta contra aquellas reuniones familiares donde tomás una copa o una cervecita", dijo días atrás el intendente de Maldonado, Enrique Antía, en una entrevista con El Observador, y generó la polémica. Para el jerarca, "técnicamente no hay nada que diga que con 0.2 o 0.3 de alcohol en sangre se pierden reflejos".
Su propuesta, indicó, va por el lado de "endurecer el cuero a la hora de entregar la libreta" y puso el ejemplo de una persona a la que le regalan una moto, pero no tiene libreta de conducir. "Habría que permitir solamente la venta de motos con libreta de conducir. Hay que ajustar en esa área", sostuvo.
Los dichos de Antía habían generado además la crítica del ministro de Salud, Daniel Salinas. "Error conceptual. Sorry. Alternativas hay: conductor designado, taxi, uber, vans, bus. Todos felices, comieron perdices... y escanciaron ...", escribió el secretario de Estado en su cuenta de Twitter.
Y este martes, entrevistado en Subrayado (Canal 10), el intendente apuntó que tiene muy clara su posición respecto a cuál debe ser la política respecto al consumo de alcohol antes de manejar, pero que "a algunos no les gusta mucho". "En los principales países del mundo, en el mundo desarrollado, es común que entre 0.3 y 0.5 estén la mayoría", dijo el jefe comunal y enfatizó: "Con el cero alcohol tenemos más siniestralidad que países que tienen 0.2 o 0.3".
Asimismo, señaló que lo que defiende "es la formación, la capacitación y los controles". "Nosotros hacemos controles", remarcó Antía y recordó que incluso se hacían antes de que fuera obligatorio el examen de alcoholemia. "No podíamos poner multa, pero los pasábamos 30 o 40 minutos al rayo del sol y eso servía de escarmiento", dijo.