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En la apuesta de la actual coalición de gobierno de acordar un lema común en todo el país para las próximas elecciones departamentales está más vigente que nunca un viejo lema de la política que dice que “nada está acordado hasta que todo está acordado”.

Porque si bien esta alianza gobernante que llegó al poder en 2020 tiene asumido que hay tres departamentos estratégicos en los que las chances de ganar aumentan considerablemente si van todos juntos como lo hicieron en las nacionales de 2019, la realidad es que acordar de qué manera y bajo qué reglas unirse viene siendo y será un fuerte dolor de cabeza. Pero, aclaran todos, hay voluntad de hacerlo.

Ayer, de hecho, hubo una nueva reunión entre representantes de los socios de la coalición para avanzar en este proyecto -que han impulsado especialmente Partido Colorado y Partido Independiente- y, según indicaron participantes del encuentro, se llegó a un “principio de acuerdo” en competir bajo un lema común en 2025 en el departamento de Canelones.

Hay algunas condiciones que ya estaban establecidas. Por ejemplo, que la competencia no podrá ser bajo el lema de ninguno de los participantes -deberá crearse uno nuevo en 2024 cuyo nombre no está definido pero muchos se inclinan por “Coalición Republicana”- y en la medida de lo posible la terna de candidatos por lema que permite la ley estará compuesta por uno de cada partido, ponderándose el desempeño electoral que cada cual haya tenido en las elecciones nacionales de octubre del año que viene.

Todo esto, sin embargo, necesitará de más conversaciones y, sobre todo, el compromiso de que la palabra final la tendrán “los actores del departamento”, como puntualizó a El País el diputado nacionalista Armando Castaingdebat que participó en la reunión de ayer en la sede del Partido Nacional en nombre de su fuerza política, junto con su presidente, Pablo Iturralde.

Alfonso Lereté, diputado blanco de este departamento, subrayó que “todos los legisladores” canarios de su partido quieren que haya “una coalición en Canelones” y que lo acordado es que para setiembre ya estén definidas “las principales líneas” del acuerdo político para que sean discutidas por los dirigentes locales de todos los partidos.

De todos modos, hay blancos que entienden que no hay que apurarse, mientras que Cabildo Abierto tiene todavía que definir su postura formal.

Canelones es un departamento que está dentro de aquellos en los que hay una llana “voluntad” de formar la alianza porque es la única forma de vencer al Frente Amplio, analizan en la coalición. Dentro de este grupo también están Montevideo -que en los comicios pasados tuvo a la oposición con un 40% de votos con Laura Raffo como candidata- y Salto, que tuvo en 2020 una elección reñida en la que por pocos votos el frentista Andrés Lima se impuso a los candidatos líderes de los colorados -Germán Coutinho- y los blancos –Carlos Albisu–, quienes no lograron acudir bajo una misma coalición. En otra categoría se encuentran los departamentos en los cuales suele ganar el Partido Nacional pero con poca distancia -son aquellos en los que hubo alternancia con el Frente Amplio en los últimos años-, como los del litoral (Paysandú, Soriano y Río Negro) y el caso de Rocha, lugares en donde no está la urgencia en desplazar o imponerse ante la coalición de izquierda pero sí la oportunidad de consolidar la supremacía.

Y luego está el grupo de los más difíciles: los departamentos que los blancos gobiernan desde hace décadas -o desde el primer día-, como el caso de Cerro Largo y Treinta y Tres, o la excepción colorada de Rivera, y en donde las negociaciones son complejas porque los partidos tienen una interna propia que se cercenaría en caso de dividir las candidaturas entre los lemas.

Si bien los detalles de la instrumentación están lejos de establecerse, el objetivo es acordar en todos lados. “Nosotros queremos coalición en los 19 departamentos e iremos avanzando reunión a reunión”, aseguró a El País el senador colorado Adrián Peña.