Redacción El País
El senador nacionalista Luis Alberto Heber puso su nombre a disposición de un próximo gobierno de coalición para repetir la experiencia de ser ministro, incluyendo el Ministerio del Interior, cartera a la que renunció tras las controversias en torno al caso Marset.
“En la actividad política uno tiene el objetivo de transformar, y el cargo ejecutivo es muy atractivo, porque se tiene la capacidad de cambiar, de construir. La discusión es en el Parlamento, y me gusta confrontar ideas, pero me gusta más hacer”, reconoció Heber en entrevista con Desayunos Informales (Canal 12).
En esa línea, aseguró que el tiempo que estuvo al frente del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) fue donde se sintió “más realizado”, “porque se ven las obras, se tocan”.
“Ahora cuando ando y veo la cantidad de obras que hay en todo el país, muchas de ellas las soñé en el Presupuesto, las financié, las discutí con la oposición. Después pasó la fatalidad que pasó con Jorge (Larrañaga) y uno es parte de un equipo, y si se tiene que poner los guantes e ir a atajar al arco, hay que hacerlo”, agregó el senador.
Ante la consulta de si volvería a aceptar el desafío de ponerse al frente del Ministerio del Interior, no titubeó: “Por supuesto que sí”. “Yo a un próximo gobierno de coalición y, eventualmente del Partido Nacional, no le niego mi nombre a quien lo requiera para cumplir la misión que sea”, enfatizó.
Puntualmente, sobre su labor en Interior, expresó que llegó a “tener una conexión con la institución policial” que le dio “mucha satisfacción”, pero también reconoció que “tuvo un desgaste político” durante ese período.
“Me fui tres meses antes por presión política. (José) Mujica dijo que es una máquina de picar carne, pero yo me fui, y eso lo veo como una actitud de desprendimiento de lo individual y trabajar en lo colectivo”, remarcó.