En 1985, el Club de Leones instaló 13 bustos de próceres del continente en la Avenida de las Américas. Poco después, comenzaron los robos de las efigies para hacerse con el bronce. En 2011, el Club de Leones volvió a reponerlas, pero hoy solo quedan 11 de los 13 pedestales originales, y sobre estos solo permanecen siete bustos. En tanto, las plaquetas de bronce con el nombre de los héroes, fueron vandalizadas.

Hace 40 años, el Club de Leones colocó en dicha avenida, en un espacio denominado Próceres de América, los bustos de José Gervasio Artigas (Uruguay), José de San Martín (Argentina), Pedro Murillo (Bolivia), Juan Pablo Duarte (República Dominicana), José Simeón Cañas (El Salvador), Inca Garcilaso de la Vega (Perú), Simón Bolívar (Venezuela), George Washington (Estados Unidos), General Omar Torrijos (Panamá), Bernardo O´Higgins Riquelme (Chile), José Martí (Cuba), Francisco de Paula Santader (Colombia) y José Bonifacio de Andrade (Brasil).

El viajero que baja de un avión en el Aeropuerto de Carrasco y se traslada en un auto hacia Montevideo, pasará sí o sí por el espacio llamado Próceres de América y lo que verá primero es la efigie de Artigas, pero con el rostro desfigurado, pues le falta una parte de su nariz.

La estatua hoy es de cemento. Al momento de su inauguración, en 1985, allí había otra idéntica pero de bronce, un material que se cotiza en el mercado negro de los metales, pero fue robado.

Los continuos robos de los bustos a lo largo de los años obligaron al Club de Leones a optar por el cemento cada vez que sustituyó alguna de las estatuas que fueron robadas o simplemente vandalizadas. La entidad social consideró que esa era la única forma de desalentar a los delincuentes.

Hoy solo quedan siete bustos. Hay cuatro rostros de próceres que desaparecieron y otros dos que no solo no están, sino que tampoco está más la estructura que los sostenía.

A unos 50 metros de la estatua de Artigas se encuentra la representación del prócer y general argentino José de San Martín. La efigie de San Martín no fue dañada. Su pedestal tiene, eso sí, unos ladrillos rotos. Se sospecha que, en algún momento, una moto o un auto subió el cantero y los destrozó.

El tercer pedestal está vacío. El busto fue decapitado. Solo quedaron en el lugar seis hierros finos muy retorcidos. También se robaron la plaqueta de bronce con el nombre del prócer allí estaba y un azulejo que tenía la bandera de su país. Se trataba de la efinge del prócer de Bolivia, Pedro Murillo.

Foto: Ignacio Sánchez.

La cuarta estatua, ubicada en dirección a Montevideo, representa al general Juan Pablo Duarte, considerado el “padre de la patria de República Dominicana”. Duarte también pudo escapar a los ladrones y los vándalos de estatuas.

Pero, a unos 50 metros del busto de Duarte, hay otro monumento decapitado. Fue arrancado con tal potencia que ni los hierros quedaron encima del pedestal. También se llevaron la plaqueta con el nombre del país al que pertenecía y el azulejo con la bandera de su nación. Nadie recuerda ya el héroe que allí estaba.

La sexta estatua se encuentra encima del pedestal. Mira hacia el Aeropuerto de Carrasco y carece de identificación. Los delincuentes se llevaron la plaqueta con su nombre.

La séptima efigie es la de Simón Bolívar, quien lideró la independencia de varias naciones latinoamericanas. La estatua se encuentra en buen estado. Incluso, debajo del monumento se observa la plaqueta con su nombre y la bandera de Venezuela pintada en un azulejo. El rostro de Bolivar, no obstante, tiene algunas rayas sobre las mejillas.

Foto: Ignácio Sánchez

George Washington, el primer presidente de los Estados Unidos entre 1789 y 1797 y comandante en jefe del Ejército Continental revolucionario en la guerra de la Independencia de los Estados Unidos, es la estatua que debería seguir el recorrido. Sin embargo, solo quedó el pedestal y la plaqueta con su nombre. Los delincuentes también intentaron robar el azulejo con la imagen de la bandera de los Estados Unidos, pero solo lograron romperla un poco.

Ignácio Sánchez.

El 1965, el Club de Leones imaginó esa hilera de monumentos como una forma de rendir homenaje a los próceres del continente americano. Después de idas y venidas, las efigies de bronce fueron instaladas en 1985, en tiempos de restauración democrática. Pero no pasó mucho tiempo antes de que los bustos comenzaran a desaparecer.

En 2011, los monumentos fueron repuestos por el mismo Club de Leones. Tres años más tarde, en 2014, faltaban seis de las 13 cabezas. Habían desaparecido los bustos de los próceres de Estados Unidos, Chile, Brasil, Bolivia y Venezuela. Algunos de ellos fueron restituidos por el Club de Leones. Ante los continuos robos, la organización social evaluó en su momento no reponerlos más.

Consultada sobre el problema de los robos de los bustos, la intendenta de Canelones, Gabriela Garrido, afirmó a El País que serán reintegrados a la brevedad. "Informaremos de esta situación al Ministerio del Interior", señaló.

El presidente del Club de Leones, Leonardo Spósito, dijo a El País que la obra de los "Próceres de América" fue realizada por clubes de Leones de la zona costera de Canelones.

"En un momento se robaron las plaquetas, luego los bustos y ahora hasta los pedestales. En un momento hablamos con la Intendencia de Canelones y coincidimos en que si se enrejaban las estatuas se perdería belleza y paisajismo", sostuvo.

"Hace muchos años que se dejó al libre albedrío esos bustos (ubicados en la Avenida de las Américas). Los clubes (de Leones) no quieren invertir más (en reponerlos) por la falta de seguridad, concluyó Spósito.