Un sistema que no para, donde funcionarios vestidos de negro —ya para la tarde transpirados por el ajetreo— llevan de un lado a otro las urnas, donde funcionarios abren uno a uno los sobres catalogados como blancos o anulados para revisar que así lo sean, donde los delegados de los partidos políticos miran de manera atenta que no se les escape ningún voto, donde un sector especial de funcionarios empieza a controlar los sobres celestes que vienen envueltos en un papel que dice “observados”.
Las mesas trabajan a un ritmo casi frenético para conseguir escrutar la mayor cantidad de urnas posibles en Montevideo. La idea es concluir el jueves pero algunos de los integrantes de las 14 mesas en funcionamiento tienen la esperanza de conseguirlo antes. Los equipos se mueven de una manera aceitada al cumplir paso a paso del escrutinio secundario, abriendo los sobres (a veces de manera más prolija y otras directamente rompiéndolo) para confirmar lo que se registró en el escrutinio del día de las elecciones, en la noche del 24 de noviembre.
La rutina del escrutinio es interrumpida cada algunos minutos por la sorpresa que generan particularidades que aparecen en los sobres. Pero rápidamente —a veces después de tomar una foto o hacer algún comentario gracioso para aliviar la cansadora jornada— se continúa con el procedimiento.
Reclamos, esperanza y Peñarol.
La trillada frase “la imaginación no tiene límites” parece aplicarse a lo que la población decidió poner dentro de sus sobres de votación. Por ejemplo, apareció el icónico personaje Pinchinatti, hecho por el actor Ricardo Espalter en 1989. Alguien hizo una papeleta falsa con Pinchinatti como presidente y al periodista Aureliano “Nano” Folle como vicepresidente, y otra persona puso la foto del personaje con un cartel que dice “son lo mismo”.
Un tercer ciudadano hizo una papeleta de Pinchinatti un tanto más elaborada donde se puso que su partido es el Partido Unificador Tradicionalista, que el número de lista es el 7777, y que se postula para la presidencia, la intendencia montevideana y “todas las bancas del Poder Legislativo (inútilmente ocupadas)”.
También hubo insultos hacia los candidatos y al sistema político en los sobres. En uno apareció una hoja escrita a mano que decía: “Políticos corruptos. Manga de ladrones. Son más ladrones que los ladrones, son unos sinvergüenzas y fallutos. Hipócritas”. En otro aparecieron las dos papeletas del balotaje, pero la de la fórmula Yamandú Orsi-Carolina Cosse tenía escrito con marcador negro: “Sionistas, masones, chorros, corruptos, traidores”; y la de Álvaro Delgado-Varia Ripoll decía: “Corruptos, narcos, nunca más”.
Lo que más apareció a la hora de abrir los sobres fueron papeletas repetidas de una misma fórmula —de un sobre salieron seis de Delgado-Ripoll—, papeletas de las dos fórmulas, y papeletas rotas. También hubo listas del partido Identidad Soberana, de Gustavo Salle, de octubre, que se consideran un objeto extraño. Después de las elecciones nacionales, el abogado penalista negó apoyo a las fórmulas y dejó en claro que iba a votar anulado en las de noviembre.
En los sobres también aparecieron varios reclamos ambientalistas y animalistas. En uno hubo una papeleta del “Sí” de la reforma para la seguridad social que decía “hospital público para animales para todos" y una papeleta del “Sí” a la habilitación de los allanamientos nocturnos que decía “ley para maltrato animal”. Más allá de que estaban escritas las hojas, cabe recordar que ambos plebiscitos se realizaron en las elecciones de octubre y no alcanzaron las mayorías necesarias.
"No son US$ 600", comentó entre risas una de las integrantes de la mesa cuando abrieron un sobre con $ 20 y una lista de la fórmula Delgado-Ripoll. Esto en referencia a lo que sucedió en octubre, cuando un hombre puso sin querer ese monto en dólares en un sobre, dinero que se le devolvió.
No todo fue insulto hacia el sistema político: hay peñarolenses que se hicieron notar en las urnas. Uno escribió en una hoja A4 con lapicera negra (y subrayó con resaltador amarillo) “Ruglio comprá a Leo Fernández”, en reclamo al presidente del Peñarol para que adquiera al jugador que está a préstamo del club Toluca de México.
Otro hincha puso dos afiches que se ven en algunas paredes y contenedores de Montevideo, en los que se leía: “Liberen a los pibes detenidos en Brasil” y “Para los pibes detenidos en Brasil”. En este caso, en referencia a los hinchas de Peñarol que cumplen prisión preventiva o deben permanecer en el país porque están bajo investigación después de los incidentes en Río de Janeiro el 23 de octubre en la previa del partido con Botafogo.
Al menos hubo dos fotos del dictador alemán Adolf Hitler —una de ellas acompañada de una foto del presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
También hubo mensajes positivos: uno de los sobres tenía una hoja naranja con corazones, estrellas y flores con brillantina que decía “la paz no lo es todo… pero ‘todo’ es nada sin ella”, y otra hoja rayada tenía escrito a mano “ni uno… ni otro. Trabajen juntos por el paisito. Arriba Uruguay”.
De las 14 mesas en las que podían estar delegados de los partidos para fiscalizar que el escrutinio se hiciera de manera correcta, a poco de que comenzara la jornada, en todas había representantes del Frente Amplio pero solo en algunas del Partido Nacional.
Aún continúa la apertura de sobres. Desde la Junta Electoral de Montevideo estiman que para la apertura de los observados van a tener que aumentar la cantidad de mesas que procesan la información.