Es vox populi entre los blancosque la interna partidaria actual es la más tranquila de la historia. Tanto así que raya en lo aburrido, pese a que, como siempre pasa, por debajo corren tensiones importantes, como por ejemplo en cuanto al futuro candidato -o candidata- a la vicepresidencia.

Es tranquila por varios motivos, pero hay consenso en afirmar que lo es básicamente por dos razones: el favorito a ganarla es, con luz, Álvaro Delgado desde que se inició esta carrera el año pasado, y eso nunca llegó a estar en verdadero riesgo -pese a los esfuerzos de Laura Raffo-, y la competencia por el puesto del presidenciable de este año es y será solo eso: una carrera por un cargo, no una disputa por el liderazgo del Partido Nacional, que nadie duda que lo ostenta el presidente Luis Lacalle Pou -impedido de hacer política en este ciclo electoral.

Pero no por eso los blancos han dejado de remarcar, en este primer tramo de la campaña 2024, la importancia de defender la “unidad”, en un momento que no tiene antecedentes para el partido: la real posibilidad de mantenerse en el gobierno, liderando la coalición multicolor.

“Estamos respirando realmente una unidad histórica”, dijo en este sentido a El País el diputado Martín Lema, para quien esta fuerza política llegó a un nivel de “gran madurez”, anclada en la conducción “extraordinaria” del jefe de Estado.

Este es el contexto con que hoy domingo, desde las 11 de la mañana, los cinco precandidatos de este partido -a los recién nombrados debe agregarse Jorge Gandini, Carlos Iafigliola y Roxana Corbran- se encontrarán por primera vez compartiendo escenario, en el homenaje a Wilson Ferreira Aldunate, a 40 años de su retorno del exilio.

El evento se hará a la entrada del puerto -la organización no estuvo exenta de polémica, ya que iba a hacerse dentro de la terminal pero la Administración Nacional de Puertos decidió ubicarlo en la calle, ante sus características políticas-, y los precandidatos harán uso de la palabra en un orden ya establecido, y que tomó como criterio el orden que hoy tienen en los estudios de opinión. Así, luego de que el presidente interino de la Juventud blanca, Santiago Osano, abra el acto, hablarán Corbran y Iafigliola -dos nombres que despiertan mínimas adhesiones blancas-; el senador Gandini será el siguiente, y por último lo harán Raffo y Delgado. El cierre formal lo hará la nueva presidenta del Directorio de este partido, Macarena Rubio.

La comisión que se encargó de esta organización, que fue integrada, entre otros, por Tomás Casaretto -presidente de los jóvenes, en uso de su licencia, y asesor cercano de Delgado- y el herrerista Juan Pedro López -alcalde del Municipio F-, dispuso que cada orador tenga entre cinco y siete minutos para exponer.

Estefania Leal/Archivo El Pais

Lo que finalmente dirán los precandidatos siempre es una incógnita, porque si bien suelen seguir un guión, hay decisiones que la toman ellos solos, al momento de subirse al escenario, además del margen para la improvisación.

Pero hay algunas pistas, al menos en los comandos de Delgado y de Raffo.

El exsecretario de la Presidencia, como lo ha hecho ya varias veces en los discursos de campaña durante sus recorridas por el país, hará especial énfasis en el asunto central de la “unidad” entre los nacionalistas, un valor que tanto les ha costado encontrar en prácticamente todas las campañas internas desde que estas existen -o sea, desde 1999 en adelante.

“La idea es transmitir que aprendimos del pasado y que tenemos que aprovechar la oportunidad que tenemos ahora y que no tuvo Wilson”, señaló una fuente del equipo de Delgado. Una oportunidad que no es otra que mantenerse en el poder, en un escenario en donde, de acuerdo a las encuestas -que marcan una igualdad de bloques-, eso es posible, agregó este dirigente.

En el entorno de la economista señalaron a El País que hay dos ideas fuerza que han manejado en su equipo en los últimos días, relativas al mensaje que la líder de Sumar puede enviar desde el estrado, y que se conectan con el tema de la convocatoria: la figura de Wilson.

Uno de ellos tiene que ver con el pedido que hizo el caudillo blanco, a todos los referentes del Partido Nacional, un mes antes de su muerte, en 1988: “Cuando yo no esté, no se peleen”. “Un mandato sagrado” que no habría de respetarse entonces, pero que en el equipo de Raffo sí creen “haber cumplido” a cabalidad. El otro concepto, que es usado por Lacalle Pou y los referentes de este gobierno, es el de la “libertad”, que en el comando de Raffo entienden que puede conectarse con lo que significó, para los uruguayos - que en 1984 estaban saliendo de la dictadura-, el retorno de Wilson a costa de su propia proscripción y prisión.

Que el evento se haga a las 11 de la mañana de un domingo, cuando la maquinaria electoral blanca debería estar a todo vapor repartiendo listas, no cayó en gracia a varios dirigentes, además de que la campaña en sí no tiene el “calor” que otras ediciones, y las concurrencias a este tipo de actos no viene siendo la esperada.

Ajeno a esto estará el senador Sebastián Da Silva, que tendrá como rol musicalizar la previa del acto. “Va a ser la “ramblapalooza”, y yo voy a ser el DJ Camboue”, bromeó el dirigente del Espacio 40, en referencia al nombre de su cuenta de Twitter.