UN DELITO QUE NO BAJA

El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, fue directo ayer cuando le consultaron por el sostenido aumento de los asesinatos a lo largo de este año. “Es cierto que estamos complicados con el tema de homicidios, no hay que negarlo”, dijo el primer mandatario en una rueda de prensa que dio en Bella Unión (Artigas), a donde fue a inaugurar la zafra de la caña de azúcar.

Lacalle Pou recordó que el jueves estuvo reunido en la Torre Ejecutiva con el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, y que allí se tuvo arriba de la mesa una “radiografía de los homicidios”, con un análisis que incluía “dónde se estaban generando, (y) por qué”.

“Ahí hay que trazar una estrategia de más fortaleza; de hecho (el Ministerio del Interior) lo está haciendo en determinadas zonas, básicamente de Montevideo”, dijo también el jefe de Estado, que de todas formas subrayó que en lo que concierne al resto de los delitos -rapiñas, hurtos, abigeato y violencia doméstica- han bajado todos. Sin embargo, insistió con el problema del más violento de todos los crímenes.

“Tenemos que focalizarnos en los homicidios”, dijo, y agregó que el 75% de ellos tienen relación con “enfrentamientos” entre grupos criminales.

“¿Estoy diciendo que hay que justificar? Ninguna muerte se justifica. Hay que trabajar más en el combate al narcotráfico y hay que trabajar más en esa gente que está dispuesta a matar por un negocio ilícito, que entre otras cosas daña mucho la salud de los uruguayos”, manifestó.

Ese último dato -que tres de cada cuatro asesinatos se producen en el marco de enfrentamientos entre bandas de delincuentes- habla de un incremento de este tipo de homicidios, pese a que no especificó si se trata de una cifra relativa a las del tercer trimestre del año -las que el Ministerio del Interior dará a conocer recién la próxima semana- o de todo el universo de asesinatos cometidos en lo que va de 2022.

De cualquier manera, ese porcentaje es elevado para lo que ha sido el promedio de los asesinatos que suelen atribuirse a la categoría “conflicto entre criminales/Ajuste de cuentas”.

De hecho, si se compara con los datos cerrados del primer semestre, el porcentaje de homicidios de esta categoría subió al menos un 25%.

La diferencia es aún más amplia si se toma como referencia 2021, cuando los homicidios cometidos por enfrentamientos entre criminales alcanzó el 42% de los casos.

Se trata, no obstante, de una circunstancia de los asesinatos que ha estado cada más presente en los últimos 10 años, pese a algunas pequeñas variaciones en su evolución. En 2012, por ejemplo, estos crímenes representaban el 29%. Un año después se mantuvo casi igual -subió al 30%- y en 2014 y 2015 estos homicidios fueron el 36% y 37%, respectivamente.

La gestión del entonces ministro Eduardo Bonomi logró una pequeña baja de estos asesinatos en 2016 -cuando fueron el 33%-, pero en 2017 la cifra subió al 45% y ya entonces, hasta las declaraciones de ayer del presidente, estos homicidios rondaron entre el 40% y el 50%.

Por primera vez en lo que va de la gestión, la cartera de seguridad ha mostrado un retraso importante en la presentación de las cifras oficiales, al menos en lo que respecta al recorte estadístico que se ha propuesto la propia administración, que es mostrar las cifras trimestre a trimestre. El período correspondiente a julio, agosto y setiembre no ha sido presentado aún. Según supo El País, la incógnita se develará el martes.

Lo que sí hizo la cartera fue presentar una comparación que ha sido criticada en ámbitos académicos: mostró la cifras de los delitos cometidos en los primeros dos años y medio de la actual gestión, en comparación a igual período del gobierno anterior. Así, hubo una baja del 15,7% en los asesinatos, de 19,1% en los hurtos, de 14,5% en las rapiñas, de 3% en las denuncias de violencia doméstica y de 16,7% en las de abigeato.

El presidente Luis Lacalle Pou participó ayer del cierre de la zafra de caña de azúcar en Bella Unión y allí anunció que habrá nuevas medidas relacionadas con la compleja situación que enfrentan los comercios y empresas de la frontera, debido a la competencia con Argentina en materia de precios.

El mandatario sostuvo que esas empresas necesitan oportunidades y recalcó que “con Argentina el nivel de precios es muy difícil”.

Dijo que este jueves habló con la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, sobre la ley de fronteras, y anunció que se hará esta normativa “más extensiva”, para que abarque no solo a pequeñas empresas, como hasta ahora, sino también a medianas y de gran porte.

“En pocos días irá al Parlamento una extensión de esta ley, que agranda los rubros, la cuantía, para dar un poco más de respaldo. Va a dar más aire a empresas de todo tamaño”, dijo Lacalle Pou.

“Competirle a Argentina es imposible, es un alivio lo que se trata de generar a los comercios de nuestro país”, agregó.

Consultado sobre el problema que generan las “microimportaciones” y las tasas y sellos que se aplican en Uruguay y terminan encareciendo el producto final, el presidente señaló que “se está trabajando sobre el tema de las importaciones, que es un tema de reglamentaciones y regulaciones, algunas en el Ministerio de Salud, otras en Industria, otras en el LATU”.